"Aunque sea una bolsita con huesos queremos tener de nuestros seres queridos"

"Aunque sea una bolsita con huesos queremos tener de nuestros seres queridos"
La esposa de Roberto Bugatti responsabilizó al grupo de tareas que lideraba Musa Azar Curi por la desaparición de su marido en 1976. Luego de su declaración se dirigió a los represores y les solicitó que “tengan piedad y digan lo que saben”.
Lucrecia Angélica Seva, esposa del ingeniero marplatense Roberto Bugatti, secuestrado el 23 de octubre de 1976, pidió a los represores santiagueños que “tengan piedad y digan lo que saben, aunque sea una bolsita con huesos queremos tener de nuestros seres queridos”, señaló durante su crudo relato realizado en el marco de la Megacausa.

“Ahora que sus familiares saben de humillaciones y lo que es sufrir, les pido que tengan piedad y misericordia y digan lo que saben para alivianar sus conciencias”, dijo entre llantos la mujer de Bugatti, quien responsabilizó de la desaparición al grupo de tareas lideardo por Musa Azar Curi.

En el final de un extenso relato, Seva reveló que “recién cuando tuvo 11 años pude contarle a mi hija lo que había sucedido con su padre, porque me mintieron, sufrí humillaciones y hasta me echaron de mi trabajo”.

“Pido que se miren a su interior, porque son los únicos responsables de los difíciles momentos que deben asumir hoy sus familiares”, añadió dirigiendo su mirada a los 10 imputados por la desaparición forzada de 44 personas, antes y durante la última dictadura militar.

En su relato, la mujer indicó que Bugatti, que al momento de desaparecer tenía 30 años y se desempeñaba en la empresa Agua y Energía de Catamarca (a donde había sido trasladado desde Santiago del Estero), fue secuestrado de una vivienda de amigos en la localidad de “Las Pirquitas”.

“Las cuatro personas que secuestraron a mi esposo se movilizaban en un Opel K180, color verde claro, el mismo vehículo que al día siguiente estaba estacionado en la Side santiagueña”, recordó.

Sobre el secuestro, Seva indicó que “cuando preguntábamos por su paradero, jueces, policías, militares y hasta los curas nos mentían, nadie sabía nada y hasta Ramiro López (uno de los acusados) trató de extorsionarnos pidiendo dinero para conseguir datos”. “Su desaparición se instruyó en la Justicia de Catamarca, causa 7012 que fue archivada, aunque Velasco, de los servicios de inteligencia, dijo que mi esposo fue entregado por una ex novia de Mar del Plata, que negoció su libertad al indicar que Bugatti era coordinador del ERP en el noroeste argentino, con sede en Santiago”, acotó.

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