Según informó el Ministerio del Interior, 235 seguidores de la hermandad fueron detenidos en diversas zonas del país por posesión de bombas y armas de fuego, mientras 17 policías resultaron heridos.

Voceros de esta fuerza reportaron que 122 personas fueron detenidas en todo el país por protagonizar disturbios.

Los defensores de los Hermanos Musulmanes realizan protestas casi a diario desde que en julio el Ejército derrocó al presidente Mohamed Mursi, el primero elegido democráticamente en el país.

Las autoridades del gobierno interino de facto declararon a la Hermandad "organización terrorista" el mes pasado, luego de acusarla de un ataque suicida -en medio de una creciente ola de atentados- en el que un coche bomba atacó una comisaría con un saldo de 15 muertos.

La Hermandad negó su responsabilidad y condenó el atentado, que fue reivindicado por un grupo vinculado a Al Qaeda.

La designación de "terrorista" acarrea duras penas para los miembros del movimiento, incluyendo posible condena a muerte para sus líderes y hasta cinco años de cárcel para quienes protagonicen manifestaciones en su nombre.

Promover a la Hermandad verbalmente o por escrito también puede conllevar penas de prisión.