El intendente electo Carlos Arroyo se encuentra recorriendo diversos sectores de la ciudad y áreas en las cuales tendrá que tomar decisiones a partir del 10 de diciembre. Sus visitas no siempre suelen ser coordinadas, busca percibir el trabajo cotidiano en busca de optimizar los desempeños pero sin lo protocolar que resulta ser la recorrida de una autoridad política.

Este lunes fue un caso de lo descripto recientemente. El jefe comunal electo arribó al Centro de Monitoreo ubicado en la Avenida Juan B. Justo casi 20 de Septiembre, donde fue atendido por las autoridades actuales. Recorrió las instalaciones de planta baja, donde se encontraban operadores supervisando cámaras como así también personal administrativo en el ingreso del lugar.

Su sorpresiva visita derivó en reuniones de algunos minutos con funcionarios del área, a quienes le pidió un pequeño balance de lo hecho hasta ahora como también que le comente los problemas que están teniendo en el este tiempo.

Fue entonces que se le hizo saber los inconvenientes que hay con respecto al personal que hoy realiza funciones. Se le informó que son empleados municipales que realizan horas extras en el conocido “COM”. Le precisaron que son cerca de 350 trabajadores anotados para llevar adelante tareas, aunque muchos de ellos trabajan algunos días de la semana y en diversos horarios, lo cual dificultan la logística de trabajo.

Las informaciones fueron suministradas por fuentes del sector  que le pidieron ayuda a Arroyo para remediar esta situación ya que esa cantidad de trabajadores no es estable. “Hay trabajadores que vienen tres veces por semana y muchas veces faltan sin avisar por lo que no tenemos posibilidad de llamar a otro”, indicaron.

“Generalmente son empleados municipales que trabajan en otra área y que luego llegan al COM por la tarde o noche”, agregaron. “La mayoría de ellos viene a trabajar el fin de semana, feriados o cuando pueden venir, así es insostenible mantener un orden de entrada y salida de empleados”, expresaron.

Estas fuentes remarcaron que por la mañana es el momento en el día que más se nota la falta de operadores. Lamentaron que a esa hora al menos la mitad de las cámaras no están vigiladas aunque estos problemas se optimizan por la tarde/noche cuando los empleados concluyen con su labor inicial y arriban a sus trabajos con las cámaras. “La mayoría llega cerca de las 15 o 16 y concluye a las 23 mientras que otros trabajan a la madrugada, que se gana más sueldo”, explicaron.

Por estos motivos es que se le requirió una solución al intendente electo, quien se comprometió a resolverlo. Y una de las posibles vías para que ello ocurra tiene que ver con la tercerización del personal, resistido por el actual Gobierno. “Antes cuando había menos de 350 cámaras era recomendable usar personal que realice horas extras, la realidad que con más de 800 no se puede cubrir todas”, destacaron.

En la actualidad hay dos empresas interesadas en ese servicio. Una de ellas ya tendría el aval del estudio de costos por parte del Municipio que estaría dispuesto a poner en funciones a 250 personas. “Si se realiza la licitación, en los días siguientes ya comenzaríamos sin problemas con los nuevos operadores”, aseguraron.

Podría tratarse de una de las primeras medidas del próximo jefe comunal, quien tendrá que avalar la tercerización, acordar con el presupuesto más confiable para el Municipio y dar lugar a mayor vigilancia dentro del Centro de Monitoreo.