Por Fernando Poggio De un teatro no puede surgir otra cosa que emoción y es lo que se vivió anoche en este nuevo estreno, en el que subió a escena la epopeya de tantos luchadores que dieron vida a una obra que, como los clásicos, sobrevivirá a sus autores.
El Teatro El Chasqui inauguró su nuevo edificio, con un acto que inclusive, como toda obra dramática, hasta tuvo su momento de tensión con una tormenta amenazadora que amagó empañar un final que todos deseaban fuera feliz. La remodelación del edificio también fue motivo de homenaje, especialmente a Juan Carlos Cerani, quien fuera su presidente hasta su fallecimiento y que impulsara esta obra durante su gestión al frente del teatro y que anoche estuvo presente en sus amigos, en los ladrillos, en el telón, en el escenario, en las butacas y en cada rincón de este nuevo teatro. El acto se inició en la calle, donde se instaló un escenario, que solo fue utilizado para el discurso del presidente de El Chasqui, Carlos Girotti y la entrega de reconocimientos por parte del teatro a funcionarios y fundadores de la entidad, ya que el viento y algo de lluvia obligaron a seguir con las actividades previstas en la sala. Pero previamente, se llevó a cabo el tradicional corte de cintas y descubrimiento de una placa en la que se dejó recuerdo de la remodelación y puesta en valor del edificio, con el acompañamiento de representantes de las distintas compañías teatrales de Chivilcoy, entre ellos Antonio y Roberto Posik, de la Agrupación Artística; Ricardo Sacco, del teatro La Cueva; Diego Scarpelino, del grupo Trac; Daniel Posik, de La Casona de Moliere; Andrea Peluso, de Los Minga, actores, funcionarios, dirigentes sindicales, concejales, allegados a la entidad y vecinos. La hora de los reconocimientos fue también a pura sensibilidad, porque llegó después del emocionado discurso de Carlos Girotti, quien recordó y valoró lo hecho por quienes impulsaron la creación del Teatro El Chasqui y también de los que hicieron posible su remodelación. Luego, entregó presentes al intendente Aníbal Pittelli, al ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, que fue recibido por su madre Gladys; a familiares de Juan Carlos Cerani; al Arq. Luis Bontempo, quien fuera secretario de Vivienda de la Nación, quien falleciera el año pasado y que fue recibido por el Dr. Juan Andrés Salinardi; al Club Racing, en manos de su presidente Hugo Ventieri; al secretario de Cultura y Educación, Rodolfo 'Turco' Amar, y a dos fundadores de El Chasqui, Antonio Posik y Horacio Navarro. Por último, y tras haber ingresado a la moderna sala, el intendente Aníbal Pittelli recordó a Juan Carlos y Horacio Cerani, a Luis Bontempo, también a los fundadores del teatro, como así también la reinauguración del edificio en el día del 38º aniversario en que fuera destruido por dos bombas incendiarias, un 17 de diciembre de 1975, noche en la que también fueron secuestrados y asesinados dos jóvenes abogados peronistas chivilcoyanos, Oliverio Capelini y Obdulio De Vito. El intendente destacó el modelo de país que hizo posible la remodelación del teatro y también remarcó la voluntad de los chivilcoyanos recuperar los valores y ponerse de pie ante hechos adversos, como los sufridos en dicha oportunidad, o los acontecidos en las últimas semanas tras el tornado que golpeó la ciudad. El acto protocolar culminó con las palabras del jefe comunal, y el locutor Luis Borré, le pasó la posta a Héctor 'Pililo' Bottini, quien se encargó de conducir el show de teatro y música, que cerró una noche inolvidable pero que levantó el telón de un teatro que regresó definitivamente.
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