"La Argentina no tiene una crisis con las segundas dosis"

En una entrevista con LPO, el viceministro de Salud de Kicillof afirma que le gustaría discutir durante la campaña un modelo sanitario.

Nicolás Kreplak recibe a LPO en su bunker del Ministerio de Salud de la provincia. Son días en que el gobierno sigue de cerca el avance de la variante Delta, una nueva mutación del virus que preocupa a los responsables de la gestión de la pandemia en todo el mundo.

"Lo que sabemos de la nueva variante es que es más contagiosa y posiblemente tenga más capacidad de evadir la respuesta inmune de anticuerpos. Tenemos que tratar de evitar una ola nueva", asegura.

En su despacho -contiguo al de Daniel Gollan- cuelga toda la simbología básica del kirchnerismo: fotos de Néstor, de Cristina, de Ramón Carrillo, de Evita y de Perón. Pero lo interesante es que se suman íconos nuevos, acordes a los tiempos que corren, como las legendarias matrioshkas o mamushkas, un vínculo directo a la Rusia que permitió a la Argentina contar con vacunas.

Kreplak es un funcionario que no le esquiva a las definiciones. "De ninguna manera tenemos una crisis con la segunda dosis en Argentina", asegura respecto de la demora en la llegada del segundo componente. "Me parece razonable la combinación de vacunas, pero no es indispensable en este momento", agrega.

Con Daniel Gollan conforman un equipo que estuvo al frente de la cartera sanitaria nacional durante el último gobierno kirchnerista. Para la vicepresidenta son una referencia en política sanitaria, al punto que fue el propio Kreplak quien inyectó a Cristina la vacuna contra el covid. Por supuesto, fue la Sptunik.

Si uno relee tuits de funcionarios del gobierno y repasa declaraciones periodísticas puede inferir, a partir de cientos de críticas al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, que la provincia hizo todo bien y la Ciudad de Buenos Aires hizo todo mal ¿Eso fue así?

Bueno, nosotros estamos completamente convencidos de lo que venimos haciendo. Si yo pensara que es mejor tomar una medida distinta a la que tomamos, tomaríamos esa medida que pensamos que es mejor. Nosotros pusimos a la Salud por delante de cualquier otra cosa y creo que hicimos todo lo mejor que se podía hacer.

Ahora, ¿hubo cosas que no funcionaron tan bien? Claro, porque había mucha incertidumbre y nosotros hicimos muchas apuestas, y algunas salieron no tan bien como otras. Pero creo que la apuesta más fuerte fue la vacuna y nos salió bien.

La diferencia entre la Ciudad y la Provincia es de cierto estilo. Me parece que las autoridades políticas del gobierno de la Ciudad, en coincidencia con la oposición al gobierno nacional, tomaron medidas más relacionadas con los deseos de ciertos sectores de la sociedad de poder salir, juntarse o habilitar actividades económicas. Nosotros tomamos otras decisiones de cuidado que pueden tener un aspecto negativo y que a la gente les molesta.

Hubo muchas decisiones que se tomaron y que generaron contrapuntos, decisiones en las que ellos tuvieron una actitud mucho más aperturista.

¿Por ejemplo?

Bueno, ahora mismo están subiendo los casos y es preocupante. No estamos en una meseta. Algunos dicen que los contagios dejaron de bajar y no es cierto: lo que está pasando es que están subiendo los casos.

Entendemos que ser el portador de las malas noticias es algo negativo. Porque la sociedad te vincula con esas malas noticias, pero es el trabajo que tenemos nosotros, al menos desde el Ministerio de Salud.

¿Pero al mismo tiempo pudieron encontrar consensos entre Ciudad y Provincia?

Si. En primer lugar tengo que decir que existe una parte, que es lo que a vos más te interesa, y que es la política, la macro. Pero por debajo existen innumerables redes de trabajo. El sistema de salud es integral en el Amba y allí articulan los hospitales, las emergencias, los privados. Incluso entre Carlos Bianco y Felipe Miguel; o notros con Fernán Quiroz tuvimos mucha articulación.

Lo que pasa es que si nos ponemos de acuerdo en un 95%, aparece todo un trabajo de los medios de comunicación resaltando el 5% en el que hay desacuerdos. Y la verdad es que genera bastante incertidumbre y angustia a la población ese esfuerzo que hacen los medios de resaltar ese 5%.

Entiendo que ustedes asumieron en este ministerio con una idea de gestión integral y que de inmediato la pandemia trastocó todo. Ahora, si bien tuvieron cuantiosos recursos para poder hacer frente a la pandemia ¿Hubo algunos aspectos de la salud ajenos al virus que quedaron postergados?

Durante la campaña, Axel tenía cuatro ejes y uno era la salud. Lo que ocurrió es que llegó la pandemia y hubo que destinar a salud muchos más fondos de los que pensábamos.

Sabíamos que teníamos una deuda, Axel nos pidió que seamos estratégicos, que construyamos más camas y hospitales en los lugares donde había faltantes importantes e hicimos un esfuerzo para fortalecer los sistemas de salud.

Quizás no pudimos avanzar de manera homogénea, porque tuvimos que avanzar mucho más rápido en algunas cuestiones del sistema. Ahora nos queda desarrollar algunos programas en los que vamos más lento.

 

¿Por ejemplo?

Hay algunas líneas de trabajo que no van a la velocidad que desearíamos. Todo el trabajo con enfermedades crónicas, seguimiento de diabetes, de cáncer. Es un problema muy grande y muy difícil de llevar adelante en este momento porque amerita un trabajo de articulación en red y un seguimiento que está bastante discontinuado.

También hay una deuda con cirugías que se tuvieron que suspender en este período, se incrementó un problema que ya existía desde antes como la demora histórica en cirugías programadas.

¿Qué desafíos presenta la variante Delta?

Es parecido a lo que nos pasó cuando apareció la variante Manaos. En principio lo que sabemos de esta variante, es que es más contagiosa y posiblemente tenga más capacidad de evadir la respuesta inmune de anticuerpos.

Pero lo que se viene demostrando en el mundo, y entendemos que la Delta viene por el mismo camino, es que requiere la misma estrategia de cuidado, la misma estrategia de diagnóstico y terapéutica. La diferencia es que lo que antes alcanzaba para cuidar un mayor número de gente ahora alcanza para cuidar menos, pero eso se compensa con mas personas vacunadas.

 

Es un desafío, sobre todo si llega muy rápido. Por eso necesitamos de tiempo para vacunar a la población, especialmente a los de riesgo, para que tengan menos posibilidades de ser afectados.

 

Cuánto tiempo pasa desde que se detectan los primeros casos hasta que se registra circulación comunitaria. Entiendo que en el caso de la cepa de Manaos fue poco más de un mes.

 

Cuando fue el problema con la cepa Manaos nosotros tomamos algunas medidas de control de fronteras que, si bien se implementaron y quedaron vigentes, fueron insuficientes. Ahora estamos haciendo un esfuerzo mayor del que se hizo en ese momento, por ejemplo, reduciendo más la cantidad de vuelos e implementando multas tremendamente onerosas. Queremos que la persona que llega al país respete la cuarentena.

¿Son realmente necesarias esas medidas?

 

Lo que nos pasó fue que fuimos casa por casa y un 33% de las personas abandonaba la cuarentena. Y, si bien es cierto que tenían dos hisopados negativos, de todos modos, así es como entraron las cepas anteriores.

 

 

 

Ya sabemos que los hisopados no alcanzan a detectar el 100% en alguien que ya tiene el virus, entonces tenemos que hacer esas cuarentenas y quizás con el sistema de multas y la implementación de los hoteles logremos un poco más de tiempo.

 

Ojalá la llegada de la variante Delta no sea tan rápida como ocurrió con la Manaos. De todos modos, en todo el mundo pasó lo mismo con la Manaos y con la variante británica. Pero también creo que todo el mundo aprendió y ahora estamos siendo todos más cuidadosos de lo que fuimos la vez pasada.

 

¿Sólo se trata de ganar tiempo? ¿Es inevitable que ingrese la nueva variante?

 

Es muy probable que, mientras exista la pandemia, aquellas variantes que son más contagiosas lleguen a nuestro país. Lo que pasa es que, al menos por lo que sabemos hasta ahora, la variante Delta no es un virus nuevo que requiere una vacuna nueva.

 

Es el mismo virus con algunas modificaciones sobre todo en transmisibilidad y entonces se sigue con el mismo esquema de vacunación. Lo que sucede es que al ser más contagioso tenemos que tratar de evitar una ola nueva.

 

 

 

¿Es posible enfrentar la variante Delta sin las dos dosis?

 

Lo de las dos dosis todavía está en discusión. Yo todavía no lo tengo en claro porque es muy difícil saber de estas cosas hasta que no pasa cierto tiempo.

A ver... surge la variante Delta y a los cuatro días aparece la conclusión de un trabajo que dice que tiene el 33% de eficacia con una dosis. Y cuando uno mira se da cuenta que esos trabajos están hecho en base a un estudio de anticuerpos en un laboratorio. Y para el que no se dedica a esto puede pensar que eso es la expresión. Acordate cuando empezamos con la campaña de vacunación había gente que iba y se sacaba sangre y si estaba bajos en anticuerpos decían que la vacuna no servía.

 

Creo que esa información que se tiene respecto de la eficacia de una o dos dosis es demasiado transitoria. Sí lo que sabemos es lo que estudiamos nosotros en nuestro país. El otro día terminamos el trabajo con AstraZeneca que tiene el 86% de eficacia para reducir contagios con una dosis y 95% para reducir internaciones y 96% para reducir mortalidad con una dosis.

Pero ese trabajo está hecho con las variantes que circulan en el país, no con la Delta.

Claro, pero está hecho con las variantes que no son las originales y con las cuales se desarrollo la vacuna que fue la variante de Wuhan. Entonces lo que digo es que no tengo razones para pensar que la variante Delta sea tan distinta a las otras.

 

Lo que si sabemos es que la estrategia de vacunar con una dosis y darle ocho semanas, en el caso de AstraZeneca, mejora la capacidad de respuesta de esas vacunas y eso redujo la mortalidad en todos los países donde se aplicó. Por supuesto que vamos a vacunar a la mayor cantidad de personas posibles con los esquemas completos.

Pero hay una cosa que es muy importante y que no sé si toda la gente lo sabe, cuando uno hace una investigación con fines registrales, que es lo que se hace cuando se está investigando la fase 3 para poder aprobar una vacuna, después viene la investigación para ver cuál es la eficacia.

 

 

 

¿Qué quiere decir fines registrales? Que uno va a tratar de reducir el plazo de las dos dosis lo menos posible para tener un estudio de fase 3 súper abreviado como los que se están utilizando ahora para la pandemia. Que son cosas que nunca se hicieron en el mundo.

Si uno amplía ese plazo entonces el estudio para registrar una vacuna duraría dos años. Por eso se hace al mínimo plazo posible.

 

 

Y ahí es donde se empieza a ver que si le das más tiempo mejora la respuesta. Y entonces no quiere decir que los 21 días sean el mínimo plazo inter-dosis. Ese es el mínimo plazo que se considera estándar para ser aprobado.

¿Cómo ven en la provincia la posibilidad de combinar dosis de distintos laboratorios?

 

Es perfectamente razonable. Vacunas como la doble de adultos es combinable. Te vacunas con una y a los 10 años te das el refuerzo y seguramente viene de otro laboratorio. Combinas laboratorios porque es la misma vacuna. Acá pasa algo parecido. El gobierno nacional está impulsando algunas combinaciones multicépticas y me parece razonable.

 

Incluso es razonable mezclar plataformas: una de adenovirus y una que sea de virus inactivado como la de Sinopharm, porque le agrega valores distintos. Una de las cosas más interesantes que hizo Gamaleya, que tiene una de las mejores vacunas del mundo, fue mezclar dos plataformas de adenovirus distintas y eso hace que potencie la respuesta que puede llegar a tener la segunda dosis en caso de aplicarse otra vacuna.

 

En definitiva, la combinación me parece razonable, pero no me parece indispensable, no es una necesidad porque tenemos vacunas, están llegando dosis y vamos a producir el componente dos de la Sputnik en Argentina.

 

Me parece razonable, seria interesante investigar con plataformas distintas, pero es una crisis que tengamos en este momento, yo no creo que haya una crisis con la segunda dosis de ninguna manera.

 

 

Pero no sabemos lo que puede ocurrir con la variante Delta en el país.

No, pero tampoco me queda claro que sea necesario una segunda dosis para la variante Delta. La información que hay respecto de eso me parece que está atravesada por ciertas intenciones tendenciosas de hacer algunas críticas a las políticas nacionales de Argentina y todos los países del mundo. Porque tenemos poca costumbre de hacer lecturas internacionales pero lo que pasa en Argentina pasa en todo el mundo.

¿Por qué al tiempo que se acelera la llegada de vacunas viene decayendo el ritmo de vacunación? ¿Qué fue lo que pasó?

¿En el país o en la provincia?

 

 

En el país y en la provincia.

 

En la provincia me parece que no.

 

 

 

Según la Sala de Situación, el 9 de junio se superó la barrera de 130 mil vacunados en un día, pero en los últimos días se está vacunando unos 80 mil por día.

 

 

 

Hay veces en que los fines de semana baja un poco. Puede ocurrir en algunos lugares en el interior de la provincia. Pero bajar no estamos bajando. De hecho, estamos dando más turnos.

 

 

 

Puede ocurrir que cuando empezás a vacunar a la población económicamente activa esté en su lugar de trabajo y el lugar de vacunación le llegó cercano a su domicilio. Puede ser que eso aumente el ausentismo, pero todas las aperturas de vacunas libres que hacemos ayudan a compensar esto.

 

 

 

Nosotros tratamos de que haya menos ausentismo. Ahora permitimos vacunación libre para quienes, por distintos motivos, perdieron el turno. Ahora pueden vacunarse no solo en el vacunatorio donde le tocó, sino en cualquiera, quizás el más cercano a su trabajo.

Tenemos vacunas, las postas de vacunación están trabajando al máximo y estamos abriendo más lugares de vacunación. Tuvimos que cerrar algunas postas que estaban ubicadas en hospitales durante la segunda ola para abocar el 100% del trabajo hospitalario a la atención del covid. Hoy que bajó un poco la ocupación de camas podemos reabrirlas. Estamos dando más turnos y estamos yendo a buscar a la población.

 

 

 

Antes que vacunar a una persona sana de 30 años le quiero dar una tercera oportunidad al de 60, porque la posibilidad de mortalidad en este último es muy superior. Entonces hicimos mucho esfuerzo de volver a llamar y convocar a esa población que por distintos motivos no se presentó.

 

 

 

También nos sucedió que en determinadas franjas etareas había 100 mil personas para vacunar y no se presentaban más que 15.000. Y eran personas que estaban inscriptas.

 

 

 

¿Y por qué sucede eso? ¿No les llega la notificación?

 

 

 

Yo creo que están grande, tan amplia la provincia y con tantas cosas en el medio. Hay innumerables historias de gente con distintos problemas y todo eso suma.

En estos días trascendió que a nivel país hay 4 millones y medio de vacunas sin aplicarse y que la mitad son de la provincia ¿Es así?

 

 

 

Si, es así.

 

 

 

¿Eso es stock?

 

 

 

No, no es stock. No están en un depósito. Las recibimos, las distribuimos, llegan al lugar y se aplican. Tenemos 350 postas con entre 600 y 800 turnos. Es el flujo que tenemos que tener continuamente. Estamos dando turnos para el 8 de julio y tenemos que tener, no se si el 100%, pero sí alguna previsión.

 

 

 

¿Es difícil planificar con la llegada intermitente de vacunas?

 

 

 

Ahora que Sinopharm anunció los días de llegada de las próximas vacunas y los chinos fueron los que más cumplieron los plazos de entrega, tenemos más posibilidades de hacer una proyección de turnos a futuro. Con Sputnik y con AstraZeneca no se puede porque los envíos se atrasan. No podés dar turnos a 500 mil personas si no llegaron las vacunas.

¿Qué pasa con quienes no se inscriben? Entiendo que hay unos 3 millones no se inscribieron ¿Dónde está esa población? ¿son antivacunas? ¿son personas que están afuera del sistema?

 

 

 

Son más bien jóvenes. Pero también lo que sucede es que cuando un integrante de un grupo familiar recibe la dosis se empiezan a inscribir quienes hasta ese momento no lo habían hecho.

 

 

 

Sobre padrones de mayores de 60 y 70 años tenemos el 97% de la población empadronada y vacunada. Ese es un diferencial argentino que al final de la carrera lo vamos a ver. En Europa se vacuna el 70% de la gente, para todas las enfermedades, no solo covid.

 

 

 

En Argentina la vacunación es obligatoria y siempre cubre más del 90% del esquema de vacunación. En Estados Unidos, en Europa y en otros puntos del mundo hay una población anti-vacunas muy grande que en Argentina no es tal.

 

 

 

¿Existe también un sector marginal de la población al que el mensaje a través de las redes sociales no le llega? Me refiero a los sectores más humildes de la sociedad.

 

 

 

Si, existe un trabajo territorial fuerte que se hizo con los intendentes y las organizaciones sociales de llegar a los hogares más alejados. Yo la verdad es que no estoy seguro de eso sea un motivo de no inscripción.

 

 

 

¿Por qué? Porque estos grupos poblacionales también son mayores y en esa franja etárea tenemos a la gran mayoría vacunada. Por eso no estoy seguro que sea así. Pero tampoco lo descarto. Por lo pronto estamos trabajando en esta instancia con postas en las localidades más alejadas.

 

 

 

¿Por ejemplo?

 

 

 

Por ejemplo, en Trenque Lauquen que es una ciudad cabecera tenemos avanzado el operativo de vacunación. Pero alrededor hay población rural donde estamos trabajando con postas itinerantes y camiones que vacunan en zonas rurales. Y también en el Conurbano con equipos que puedan llevar la vacunación más cerca del barrio.

¿Por qué Argentina tiene una cantidad de muertes tan elevada cuando se tomaron y se siguen tomando medidas tan drásticas?

 

 

 

Nosotros hacemos un trabajo que se llama ‘Exceso de Mortalidad'. Argentina es un país de periférico y latinoamericano, pero es probablemente en ese segmento uno de los países con el sistema de salud más robusto de toda América.

 

 

 

Acá, el 100% de la gente nace en instituciones y se registran el 100% de los nacimientos y el 100% de las personas mueren en instituciones y se registran todos esos fallecimientos.

 

 

 

El año pasado lo que hicimos fue una actualización de bases y encontramos un porcentaje muy importante de subregistro que era de 3 mil personas. Esto lo hizo primero la provincia de Buenos Aires y luego fue el gobierno nacional quien impartió la instrucción al resto de las provincias para que también lo hagan.

Desde entonces Argentina tiene un registro de la mortalidad que es bastante exhaustivo. No es lo mismo que ocurre en el resto de los países del mundo. Perú hace poco mostró que tenía el triple de los fallecidos que habían comunicado. En Brasil pasó algo similar.

 

 

 

Lo que se estudia es lo que se llama ‘Exceso de Mortalidad'. Esto es cuántos se murieron en promedio entre los años 2014 y 2019, y cuanto es la mortalidad que tenemos ahora.

 

 

 

Sin duda 2021 tuvo un ‘Exceso de Mortalidad' muy superior a 2020. Eso es lo que Axel hizo varias veces referencias a un Tsunami. Llegamos a tener un nivel de saturación muy grande del sistema sanitario. No llegó a verse lo que se vio en los demás países del mundo como falta de oxigeno y falta de camas y respiradores, pero tuvimos en esta segunda ola un nivel de saturación grotesco.

 

 

 

La pandemia es terriblemente letal, Y cuando se compara el ‘Exceso de Mortalidad' se ve que todos los países latinoamericanos están por arriba de Argentina. Pero Argentina tiene más que los países europeos. Y bueno... este es el lugar que tiene Argentina en el concierto de las naciones. Un país con mejores estándares de vida en Latinoamérica, pero más bajo que en Europa.

 

 

 

¿Qué avances hay respecto de la compra de vacunas en la provincia? Se anunció la adquisición de 10 millones de dosis de la Covaxin y 5 millones de la CanSino ¿Hay alguna fecha estimativa de llegada de vacunas?

 

 

 

Todavía no. La de CanSino está bastante avanzada pero no tenemos la confirmación por parte del gobierno chino. Acá ya la aprobó la Anmat y allá también se aprobó. Ellos tienen un cronograma tentativo de entregas, pero después de lo que nos pasó con el retraso de otras vacunas preferimos esperar a que esté todo listo. Un trámite que falta es la firma del papel autorizante para el contrato entre China y Estados Unidos. Es algo que tiene que firmar el gobierno de China.

 

 

 

En cuanto a la vacuna india, todavía la Anmat no aprobó la vacuna y no sabemos bien por qué. El organismo equivalente al Anmat en Brasil hace tres semanas que ya la aprobó. Y en general Argentina y Brasil tienen en la agencia regulatoria un convenio de reciprocidad muy grande. Casi lo que aprueba Brasil lo aprueba Argentina. No por un acuerdo político, sino por formación técnica. Tienen los mismos sistemas evaluatorios.

 

 

 

¿Cómo imagina desde lo sanitario una campaña electoral en un escenario como el que se avecina y con la posibilidad de la llegada de la variante Delta?

 

 

 

Yo soy el encargado de controlar que no se produzcan situaciones que no se deben producir. Entonces cada tanto, cuando hay algún acto con aglomeración de personas yo empiezo a quejarme respecto de eso.

 

 

 

Es un tema. A nosotros nos gusta mucho hablarle a la gente en la campaña electoral. A Axel le gusta y nuestra fuerza política tiene la característica de querer hablarle al pueblo y no a los medios. Y eso es un problema. Si bien todavía tenemos tiempo habrá que ver cómo se va a hacer.

Y por otro lado, lo que creo es lo que planteó Cristina hace poco y lo suscribo completamente. Esto de no meter en el medio a la campaña de vacunación y la pandemia.

 

 

 

Discutamos modelos. Yo sí quisiera discutir un modelo sanitario, sí quisiera discutir qué Salud queremos. Lo que no quiero discutir es la cola en el vacunatorio, los vacunatorios VIP, o si se tercerizó a los empresarios. Yo quiero discutir un modelo.

¿Que implica discutir el modelo de salud?

 

 

 

No hay desigualdad en la carga de mortalidad del covid. En cualquier lugar, si sos pobre tenés menos expectativa de vida que los ricos. La mortalidad infantil es mayor en los sectores más pobres que en los acomodados. La prevalencia de diabetes y obesidad es mayor en las personas pobres que en los adinerados.

 

 

 

Ahora, con el covid, con todo el esfuerzo que hizo el Estado, no se mueren más pobres que ricos por el virus y no pasa en otras jurisdicciones, eso pasa en la provincia de Buenos Aires. Y eso es un modelo sanitario.

 

 

 

Para nosotros no importa si sos pobre o rico, tenés el mismo derecho a sobrevivir a una enfermedad que a otras. Yo sobre eso sí quisiera discutir. No me parece que haya que ensuciar la discusión con la angustia de la gente y tirarnos muertos por arriba de la cabeza. Aún a pesar de que yo pueda tener mis críticas respecto del aperturismo exagerado me parece que es un golpe bajo acusar a la oposición de eso. Veremos hasta dónde da.

 

 

 

Kicillof repitió varias veces esta idea de que el virus no respeta la General Paz. En ese sentido la pandemia puso sobre de relieve la situación del AMBA que está administrada por sectores políticos enfrentados ¿Es necesario que esa unidad territorial tenga un régimen legal especial?

 

 

 

Yo creo que hace falta un aspecto legislativo que diga que el sistema de salud no es una discusión política. Es decir, uno no podría enseñar a un lado de la General Paz que dos más dos es igual a cinco, y del otro lado que dos más dos es igual a seis. No se puede, no tiene sentido.

 

 

 

Bueno, en cuestiones de Salud no puede ser que de un lado se decida que tal cosa no contagia y que del otro lado se diga que sí contagia. Me parece que eso hay que ordenarlo. Tiene que haber un sistema de salud y puede ser para el Amba, porque ahí viven millones de personas, pero también puede aplicar para otros territorios.

 

 

 

La provincia tuvo una postura dura de cerrar escuelas con fuertes contrapuntos con las medidas de apertura de la Ciudad. Pero de pronto Kicillof sorprendió anunciando el regreso de clases presenciales. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Presionó el malestar social alrededor del cierre de escuelas?

No, nosotros veníamos calculando los casos, que venían bajando rápido y por supuesto que queríamos volver a las clases presenciales. Habíamos vuelto al sistema virtual con mucho pesar, pero entendiendo que era lo mejor que podíamos hacer.

Pero, entre la vacunación casi completa de los docentes y de todas las personas de riesgo en las casas de los chicos, teníamos que volver a clases presenciales. Habíamos hecho mucho esfuerzo para recuperar la presencialidad y nos preocupa que venga una ola nueva y tengamos que volver a cerrar, pero si tiene que volver a pasar, pasará.

Comentá la nota