Ante la mirada de transportistas, el radicalismo aprobó una nueva suba del boleto de colectivos

Ante la mirada de transportistas, el radicalismo aprobó una nueva suba del boleto de colectivos
En una ajustada votación, dada por la mayoría radical, el Concejo Deliberante aprobó ayer el nuevo cuadro tarifario para el transporte urbano de pasajeros, cuyo boleto plano pasará a valer 5 pesos desde el 1 de mayo y 5,50 desde mediados de julio.
El radicalismo hizo valer su mayoría para dar curso a la propuesta escalonada que el martes consiguió dictamen de comisión, luego de tres meses de intenso debate. El Frente para la Victoria y el Frente Renovador no acompañaron la iniciativa.

El encuentro legislativo movilizó a un importante grupo de transportistas enrolados en la UTA -Unión Tranviarios Automotor- y de integrantes de la Asamblea por el Transporte Público, en su mayoría jóvenes estudiantes.

Los primeros coparon el primer piso del palacio comunal y luego la barra, garantizando el desarrollo del encuentro legislativo, que sólo tuvo exposiciones por parte de los representantes de los tres bloques.

En el hall permanecieron los integrantes de la Asamblea por el Transporte, que ahora buscarán una audiencia con el Intendente para solicitarle que no promulgue la ordenanza y evitar la puesta en vigencia del nuevo cuadro.

La movilización

La movida comenzó temprano en las inmediaciones de la sede de Gobierno. Los primeros en llegar fueron los trabajadores del sector, alrededor de las 17.15, anticipándose al horario de convocatoria de los asambleístas.

Rápidamente ocuparon el primer piso del edificio y allí permanecieron hasta el comienzo de la sesión, minutos después de las 19, cuando tomaron lugar en la barra ubicada en la zona posterior del recinto.

Afuera, en las inmediaciones del monumento a la Memoria, sobre la Plaza Independencia, los miembros de la asamblea comenzaron a evaluar las alternativas y a definir el modo de actuar frente a la sesión ordinaria.

Ante la presencia de los choferes y sindicalistas -entre los que estuvo el secretario general de la seccional local de la UTA, Gustavo Morales-, los jóvenes ingresaron al Municipio y coparon el hall con cánticos, aplausos y bombos contra el ajuste.

Un aumento “intuitivo”

Ya iniciado el encuentro, el primero en pedir la palabra fue el concejal del FPV, Ignacio Fosco, quien lanzó críticas y planteó cuestionamientos en torno a la propuesta del oficialismo que finalmente prevaleció a la hora de elevar el precio del boleto.

En medio de silbidos y gritos, que no lograron interrumpir su exposición, primero realizó un repaso del proceso que siguió el expediente desde la presentación de la Cámara de Transporte, a mediados de enero, y destacó que desde ese momento “nos encargamos de estudiar el tema en profundidad”, a diferencia de “años anteriores en que los aumentos se han dado sobre tablas”.

Luego esbozó una serie de preguntas en torno al tema. “¿Cuál es la rentabilidad de las empresas? Sabiendo que sin ese dato no podemos establecer una referencia de ajuste de tarifa. ¿Cómo se llega a la conclusión de un boleto a 5 pesos y a 5,50 un mes y medio después? ¿Con qué criterios se aumenta ahora y después en julio? ¿Quién explica el redondeo?”.

Bajo estos lineamientos, sostuvo que se trata de un aumento “intuitivo” y “al tanteo”, y luego centró su fundamentación en el incremento en el índice pasajero por kilómetro (el llamado IPK), “la clave de la discusión”.

En esa línea reclamó al Ejecutivo “estimular el crecimiento de ese índice para reducir los costos”, y para cerrar expuso que “la conclusión final es que la Cámara de Transporte no es más que la mitad de sí misma y el bloque radical es la otra”.

La postura del oficialismo

La encargada de argumentar la postura de la bancada radical fue la edil Mercedes Fuente, presidenta de la Comisión de Transporte, quien calificó como “muy compleja” la situación a abordar, ya que “nunca es buena noticia un aumento de tarifa de transporte público, pero el rol que nos toca como concejales nos lleva a que debamos tomar decisiones difíciles que chocan con la voluntad individual”.

Sin embargo, expresó que “hay algo que escapa a la voluntad y a las buenas intenciones de quienes integramos este cuerpo y es la responsabilidad de mantener un equilibrio en la estructura de costos que permita sostener el servicio”.

Centrada en la “realidad económica” del país, indicó que pasaron catorce meses desde la última actualización en la tarifa, que se registró un aumento en el combustible y el “proceso de devaluación” se vio reflejado en el aumento de “muchos insumos”.

Citó como ejemplo la distribución de los subsidios, su estructura, y criticó la “discriminación” entre los montos que se reparten en el Area Metropolitana de Buenos Aires -AMBA- con el resto del país.

Tras mencionar las paritarias, sostuvo: “En función de restringir al mínimo posible el impacto del aumento en el bolsillo del usuario y que tampoco perjudique a los trabajadores se ha dejado de lado los resultados de los estudios de costos y se ha decidido otorgar un aumento desdoblado”. Su presentación fue coronada con el aplauso de la barra.

“Mínimo margen”

Por su parte, el referente del Frente Renovador, Pablo Díaz Cisneros, vertió algunos conceptos en torno al servicio y anticipó que la bancada decidió no acompañar la iniciativa del oficialismo por el “mínimo margen” de tiempo entre ambos aumentos, que “prácticamente convertiría esta gradualidad en la nada misma”.

Para finalizar las exposiciones, el radical Atilio Magnasco aclaró algunos de los conceptos vertidos por su par del kirchnerismo y dijo que representa una “inexactitud” que las subas se hayan tratado sobre tablas y que el IPK y los subsidios están incluidos en el estudio de costos elaborado por la Unicén.

A la hora de la votación, el oficialismo votó a favor del aumento contra la negativa de la oposición, que contó con un integrante menos dada la ausencia de la concejal Beatriz Fernández (FR).

Pedido de audiencia al Intendente

Finalizada la votación, la Asamblea por el Transporte evaluó la situación y definió formalizar un pedido de audiencia al Intendente para solicitarle que no promulgue la ordenanza sin antes obtener explicaciones en torno a las razones que derivaron en la decisión de ajustar la tarifa en los valores establecidos.

Los cierto es que los integrantes del espacio permanecieron frente a la puerta de la secretaría Privada a la espera de poder entablar un diálogo con el jefe comunal, con quien entablaron un diálogo informal cuando intentaba ingresar al despacho. El reclamo encontró una “negativa rotunda”, se quejaron desde la asamblea.

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