La empleada jerárquica fue desvinculada en enero de 2012 por "incumplimiento grave de sus obligaciones". La Justicia consideró que el despido fue injustificado.
El nuevo directorio, presidido por Lautaro Srur, decidió su desvinculación en enero de 2012 por considerarla responsable de la liquidación irregular de cuantiosas "gratificaciones" en negro, que superaron los 226 mil pesos cuando la sociedad del estado tenía un déficit de 1,2 millones.
En la sentencia definitiva, suscrita el pasado viernes 20, los jueces Juan Lagomarsino, Ruben Marigo y Marina Venerandi, consideraron que el despido fue injustificado porque en ningún momento se le reprochó a Valiente "ningún incumplimiento a sus obligaciones como empleada". En tal sentido advirtieron que la principal causal esgrimida para la desvinculación fue el cobro de "una gratificación decidida por el gerente General".
Valiente demandó a Altec en 1.208.390 de pesos por el despido, el reclamo de liquidación final y daño moral. La demandante comenzó a trabajar en la firma tecnología estatal 22 de julio del 2002, como liquidadora de sueldos y en diciembre de 2003 fue ascendida a gerente administrativa. Cinco años después sumó las responsabilidades de la gerencia contable, impositiva y financiera, hasta que fue despedida el 25 de enero del 2012, con un sueldo cercano a los 24 mil pesos.
La sentencia le reconoció el derecho a percibir la respectiva indemnización, con limitaciones en el reconocimiento del sueldo anual complementario y vacaciones no gozadas, y rechazó el pago reclamado por daño moral por "no haberse acreditado la existencia de un daño específico que justifique una reparación distinta de la que prevé la ley de contrato de trabajo".
En el ejercicio del voto rector, el juez Lagomarsino destacó que "de la simple lectura del texto surge claramente que la gratificación fue otorgada a ella y otros empleados por el gerente General, de modo que proviene de un órgano institucional superior jerárquico de Valiente".
La nueva gestión de Altec acusó a Valiente de haber incurrido en "incumplimiento grave de las obligaciones a su cargo" por haber percibido cuantiosas gratificaciones anuales en 2009 y 2010 sin informarlas a sus superiores y "provocando con ello que no se tomaran las previsiones del caso".
Valiente percibió 34.000 pesos en diciembre del 2009 y 52.000 pesos en diciembre del 2010, bajo autorización de la gerencia General, cuando la empresa enfrentaba un fuerte déficit financiero. El directorio sostuvo que la ex gerente participó en la autorización y realizó las liquidaciones respectivas pese a no existir un acta del directorio que avalara el pago.
Los escandalosos "bonus" beneficiaron también al ex gerente General, Marcelo Ruibal, y su par de operaciones Luis Vivas que recibieron gratificaciones anuales "en negro" entre 2008 y 2011, que oscilaron entre 50 mil y 65 mil pesos, y a 15 empleados que percibieron sumas muy inferiores.
En ese período la firma acumulaba una deuda superior a los 20 millones de pesos y había cerrado el ejercicio 2011 con un déficit de 1,3 millones de pesos. Los cuantiosos adicionales fueron justificado como devolución de las retenciones de ganancias y bonificaciones por productividad.Al contestar la demanda, el apoderado de la Provincia ratificó la causal de despido advirtieron que los montos regulados no guardaron relación con las retenciones de ganancias efectuadas a los beneficiados ni se abonó a todos los afectados por ese impuesto.
Entre los hechos considerados para hacer lugar a la demanda, el Tribunal advirtió que "no se probó que la empresa diera resultado negativo en el 2010 , ni que la situación económica financiera de la empresa hubiese sido desconocida por el Directorio" ni que "la información haya sido ocultada por parte de la gerente".
El ex gerente admitió que "yo decidía que monto tenían que distribuir" y sostuvo que "el balance no dio resultado negativo" y que "las gratificaciones eran determinadas después de la aprobación del balance, casi en forma simultanea, en el proceso de aprobación".
Su versión fue ratificada por el ex presidente de Altec, José Hernandez, y desmentida por el entonces síndico Carlos Rinaldis, quien aseguró que se enteró de la existencia de esos pagos "por la prensa" y otros miembros del directorio que señalaron el compromiso financiero de la firma pese al resultado positivo de sus balances.
En contrapartida, el actual vicepresidente del directorio informó en el marco de la causa el importante pasivo acumulado por la empresa hasta diciembre de 2011 y destacó la diferencias en las gratificaciones que percibían las áreas técnicas respecto de las gerencias. También cuestionó los altos sueldos que percibían los gerentes, que oscilaban entre los 20 mil y los 30 mil pesos.
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