Acusan a policías de “liberar” zonas para narcos

Acusan a policías de “liberar” zonas para narcos

Dos efectivos de Drogas Peligrosas de la Departamental San Justo fueron detenidos sospechados de cohecho. Al parecer, cobraban una jugosa coima cada 15 días.

Dos efectivos de la división Drogas Peligrosas de la Departamental San Justo de la Policía de Córdoba fueron detenidos en las últimas horas acusados de “cohecho”. Uno de los apresados tenía un rol clave dentro de esa área, mientras que el otro es un subalterno.

Según la sospecha, se cree que “liberaban” una zona de la ciudad de San Francisco para permitir que traficantes pudieran comercializar cocaína sin ser perseguidos por la Policía. A cambio, habría cobrado una importante coima cada 15 días.

La investigación, que se inició hace pocas semanas bajo un estricto hermetismo, fue liderada por el fiscal de Delitos Complejos de la ciudad del este provincial, Bernardo Alberione, que el viernes ordenó la detención de los dos uniformados supuestamente “infieles”.

La captura fue realizada por otros policías de la misma Departamental, bajo las órdenes del jefe policial de la zona, comisario mayor Raúl Araya.

Según trascendió, el viernes a la tarde, uno de los efectivos ahora presos, el cabo Matías Giménez, fue en una camioneta oscura hacia un domicilio particular de barrio La Milka, donde funcionaría un “quiosco” de venta de drogas al menudeo.

Allí, el traficante –un hombre con antecedentes penales– le habría entregado alrededor de 10 mil pesos, para garantizarse de que iba a poder continuar vendiendo estupefacientes sin ser molestado por los investigadores de Drogas Peligrosas.

Al parecer, se trató del tercer pago consecutivo ocurrido en los últimos 45 días.

“La coima se abonaba cada 15 días. Siempre 10 mil pesos, lo que da la pauta del alto volumen de dinero que generaba ese ‘quiosco’”, agregó un informante policial.

Una vez que se concretó el pago, los efectivos policiales que seguían en sigilo desde una distancia prudente a su compañero, salieron para capturarlo.

Al advertir esto, Giménez arrancó en su auto y encaró por la ruta interprovincial que divide a San Francisco de la ciudad santafesina de Frontera, del lado cordobés (la avenida Brigadier Bustos).

Fue detenido entre las calles entre Carrá y La Rioja. Se sospecha que intentó ir hacia Frontera para evadir la jurisdicción cordobesa.

De vacaciones

En tanto, el otro policía investigado, el suboficial inspector Alejandro Taborda, fue detenido en un domicilio de Bialet Massé, en el valle de Punilla, donde estaba de vacaciones junto a su mujer, también policía.

Pese a que no participó en esta última presunta transacción ilegal, se sospecha que sí estuvo involucrado en las anteriores.

Aunque Taborda en los papeles no es el máximo jefe de Drogas Peligrosas de la Departamental San Justo, en la práctica es uno de los policías con más poder dentro de esta división, ya que está al frente de todos los que realizan labores de calle.

Tanto él como Giménez hace tiempo que trabajan allí.

Tras conocerse la detención de ambos, ayer a media mañana se realizó una conferencia de prensa de la que participaron el fiscal Alberione, el comisario mayor Raúl Araya y el jefe de Investigaciones Criminales de la Policía, el comisario general Miguel Ángel Oliva.

“Vamos a seguir trabajando de esta forma. Estamos depurando desde el interior de la fuerza este personal que no quiere trabajar en el marco de la ley”, afirmó Oliva.

Se destacó que las detenciones fueron realizadas por efectivos de la misma fuerza.

En tanto, Alberione señaló que había datos precisos sobre la operación ilegal.

Los detenidos fueron alojados en el pabellón especial para miembros de fuerzas de seguridad en la cárcel de Bouwer y el martes deben ser trasladados para que declaren ante el fiscal.

En la mira de la Justicia

Causa. De acuerdo con la investigación desarrollada hasta ahora, los efectivos policiales detenidos habrían cobrado coimas para no detener a “dealers” (proveedores de drogas al menudeo) y dejarlos vender de manera impune.

Droga. Hasta ahora, en la instrucción que lleva adelante la fiscalía de Delitos Complejos de San Francisco, no surgen elementos que hagan sospechar que los acusados también hayan comercializado estupefacientes.

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