Se acerca el final del olor a pollo en el Parque Industrial

Se acerca el final del olor a pollo en el Parque Industrial

El propietario de la avícola del lugar dejará de producir y planea vender sus tierras.

El propietario Oscar Tesoniero dialogó con el funcionario Eduardo Romero.Con la decisión de Oscar Tesoniero de dejar de producir pollos y poner en venta sus tierras en el Parque Industrial, se terminarán los malos olores que solían causar mucho malestar en gran parte del sector, a la vez que se contará con unas 24 parcelas para el asentamiento de nuevas empresas.

El propietario mantuvo conversaciones con el funcionario municipal Eduardo Romero, director del área del Parque Industrial, a quien le comunicó su determinación de abandonar sus actividades en el lugar.

Tesoniero había empezado a explotar sus tierras en 1968, mucho antes de que en la zona se resolviese instalar el PI. Cuenta con 8 hectáreas, en las que trabajó junto con su hijo. Hoy está muy cansado del gran esfuerzo que representa la producción avícola y en contacto con el Municipio evaluó la posibilidad de desprenderse de sus posesiones.

Sus tierras dan a la estratégica calle Saturnino Franco, uno de los accesos al sector industrial y el principal que hoy comunica el Distrito Vecinal Noreste. Precisamente, el propietario era uno de los más tenaces opositores a la pavimentación de la arteria, por las complicaciones al tránsito interno que puede deparar.

8 hectáreas posee la familia Tesoniero. Su factoría avícola lleva muchos años y genera bastante olor.

Ahora, con Tesoniero aprestándose a retirarse del lugar, es posible que resulte más fácil convencer al resto de los empresarios para que no se oponga al asfaltado. Este es un proyecto que cuenta con el respaldo del intendente Aníbal Tortoriello, si bien por los costos su concreción podría postergarse para un futuro no inmediato.

La desarticulación de la factoría de pollos representará un alivio para los demás empresarios del PI que, sobre todo en los veranos, padecían grandemente el hedor. En el establecimiento se hacía todo el proceso productivo y gran parte de las aves iban a proveer la firma Pollolín, de la familia Maionchi.

Para un porvenir no lejano, la comuna analiza la posibilidad de conformar un segundo parque, en este caso, para incluir las distintas actividades agroindustriales, que, como la actividad avícola, tiene sus particularidades.

Las autoridades municipales ponderaron el diálogo permanente y la buena predisposición para arribar a consensos y poder conseguir resultados.

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