Se acabó el verano maldito

Se acabó el verano maldito

River jugó muy bien y debió ganarle por más goles a San Lorenzo. Igual, con el triunfo y el juego los titulares le demostraron a Gallardo que no estaba equivocado al respaldarlos tras el mal comienzo de año del equipo.

Después del enorme cachetazo sufrido el sábado en Mendoza ante Boca, el pedido de cambios en River sonó más fuerte que nunca desde que Marcelo Gallardo se hizo cargo del equipo en julio del año pasado. A contramano de lo esperado, el Muñeco no tocó nada, respaldó a su once titular y anoche contra San Lorenzo esos jugadores demostraron que su entrenador tenía razón: los nombres propios del River vapuleado maniataron a San Lorenzo durante gran parte del partido y recuperaron muchos aspectos del equipo que el año pasado brilló y conquistó la Copa Sudamericana que le permitió disputar esta Recopa. Sin un juego brillante pero sí sumamente superior y con potencial para reactivar la ilusión, a River le faltaron los goles: recién después de más de 75 minutos de juego pudo marcar el 1-0, que fue definitivo y que dejó abierta la final para el encuentro de vuelta, el miércoles en el Nuevo Gasómetro.

En la conferencia de prensa previa a este encuentro, Gallardo sostuvo que se inclinó por darle revancha a este grupo de jugadores no sólo porque se habían ganado esa oportunidad por lo hecho en 2014, sino porque creía que en un puñado de partidos amistosos no se habían podido olvidar de jugar al fútbol. Y ayer los jugadores respondieron a semejante apoyo jugando en gran parte como lo supieron hacer en 2014, para sostener eso de que la memoria la tenían intacta y que lo que pasó en los clásicos de pretemporada fue por un bajón en la tensión.

Desde lo colectivo, lo de River contra San Lorenzo casi no tuvo fisuras más que la suerte necesaria para convertir más de una vez en alguna de las más de diez situaciones claras de gol que generó desde el primer hasta el último minuto de partido. No fue una máquina de precisión en velocidad como en su mejor momento de 2014, pero sí tuvo la intensidad necesaria para no dejar salir casi nunca al rival y desde las bandas y con pelotas paradas hacerles creer a todos que cualquier jugada podía terminar dentro del arco de Sebastián Torrico. Es que así lo jugaron los respaldados por el Muñeco, convencidos de que podían hacer lo necesario para que cualquier jugada terminase en gol. Por eso cada centro de Leonardo Pisculichi, cada arremetida de Teófilo Gutiérrez o cada desborde de Carlos Sáchez o de Leonel Vangioni tuvieron olor a gol.

Y desde lo individual, los jugadores más cuestionados se hicieron cargo de sus flojas actuaciones y bajaron el mensaje de que para sacarlos va a ser necesario más que un mal o irresponsable verano. Jonatan Maidana y Ramiro Funes Mori, con mucho campo por cubrir, se complementaron para evitar prácticamente que San Lorenzo preocupase a Marcelo Barovero, especialmente en la primera mitad, en la que el Ciclón no pudo nunca rematar al arco (en el complemento se les complicó un poco más). Contaron con la clara levantada de Matías Kranevitter en la mitad de la cancha, quien a pesar de todavía jugar un poco a destiempo (así se ganó la tarjeta amarilla por acumulación de infracciones), fue importante para que la recuperación fuera en la mitad de la cancha y en el fondo. Ariel Rojas, uno de los que supuestamente iba a salir, firmó un segundo tiempo como la rueda de auxilio tanto para Kranevitter como para Leonardo Pisculichi, mientras que Teófilo Gutiérrez se despidió del partido sin creer la mala suerte que tuvo: dos veces Torrico con atajadas sorprendentes, y dos veces los postes le negaron el gol en la primera mitad.

Si logró enterrar el 0-5 sufrido ante Boca el tiempo lo dirá, pero los jugadores a los que Gallardo les dio la responsabilidad de recuperarse dieron un enorme primer paso para adelante, que les permitió ganarle a San Lorenzo el primer chico e ir al Bajo Flores con una luz de ventaja en busca de una nueva copa internacional, justo en la antesala de lo que será un año cargado y con la expectativa puesta en que este equipo pueda repetir todo lo bueno de 2014 en la Copa Libertadores.

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