Del histórico almacén de ramos generales que funcionó en Olavarría entre 1902 y 1989, se resguardará la fachada y alguna pared interior, condición indispensable para que el proyecto del empresario Alejandro Waimann se concrete y el patrimonio histórico local quede conservado.Allí, a principios del Siglo XX abrió la casa “El Ruso” de ramos generales, propiedad de Don Pedro Vázquez que tiempo después vendió a Ángel de Vega, quien fue su propietario hasta el 30 de diciembre de 1989 cuando las persianas metálicas del lugar que dan a las calles Vicente López y Coronel Suárez cerraron por última vez, siendo testigos del avance y el progreso que vivió Olavarría.Desde ese día y por 26 años las persianas estuvieron cerradas. Los 1800 metros cuadrados que forman parte del lugar quedaron intactos, todo igual y en el mismo lugar, incluso la mercadería que allí se vendía. Durante ese tiempo surgieron algunos proyectos locales que pretendieron llevarse a cabo pero no vieron la luz.Casi de casualidad, el empresario Alejandro Weimann, titular de supermercados Tres Estrellas se embarcó en un proyecto que no estaba en su mente. “Un amigo me dijo que estaba disponible este local para alquilar, surgió de un momento para el otro y si bien no teníamos en mente abrir otro supermercado, aquí estamos…” sostuvo Weimann.“Me interesó el espacio porque voy a cubrir un lugar en el centro, me importó el hecho de mantener la estructura externa, cosa que los dueños pusieron como condición” indicó. Al tradicional supermercado, que tendrá su ingreso por Vicente López (en el lugar donde hasta hace un tiempo funcionó un comercio de telefonía celular) y un parque de estacionamiento para 20 autos, se le sumará una confitería ubicada en la esquina, por lo que el supermercado la rodearía. “Va a ser una confitería con sandwichería, somos nuevos en el tema y estamos evaluando, por ahora apuntaremos a eso” afirmó el titular de Tres Estrellas.El proyecto arquitectónico es llevado adelante por el arquitecto Francisco Aguilar. En el interior del espacio solo quedarán en pié una o dos paredes, “hay que demoler el 80%, cambiar el techo y los pisos, construir depósitos, cocina y baños” precisó. La estructura exterior será igual a la actual, se pondrán vidrios en las persianas y quedará similar al local comercial de Casa Silvia.En el interior, el supermercado tendrá todas las características de los Tres Estrellas: góndolas, línea de cajas, panadería, carnicería y verdulería. La confitería por su parte tendrá un estilo moderno mezclado con antiguo. Para ello se restaurarán los mostradores de la Casa Ángel de Vega y las repisas serán reutilizadas como mesas.“Me he propuesto hacerlo en seis meses, el objetivo es inaugurar ambas cosas a la vez, mi idea es antes de fin de año” indicó Weimann quien sostuvo que continúa apostando a Olavarría, a generar empleo y a invertir en la ciudad. Además habló sobre el futuro de la sucursal de la calle Alsina: “El tiempo y el movimiento decidirán qué sucederá, por el momento optamos por que ambas sucursales convivan” finalizó.Se trata de la puesta en valor de un espacio céntrico que tuvo su auge durante casi todo el Siglo XX y que ahora volverá a ver la luz con una esencia similar que hará recordar aquellas épocas donde la casa de ramos generales era el lugar de paso obligado para todos los olavarrienses.