Los últimos datos difundidos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas muestran que los hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) en el Chaco descendieron al 18,1%, mientras que la población en estas condiciones, alcanza al 23,1%. La disminución fue de 9,9 puntos porcentuales en el periodo 2001-2010, lo que implica que 104.771 chaqueños ya no sufren este tipo de privación.
Según los resultados del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010, luego de Jujuy, la Provincia de Chaco presenta la mayor diminución de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) en población del país (9,9%). Sin embargo, debido a la elevada incidencia de la pobreza estructural histórica, pese al significativo descenso registrado en la última década, el Chaco se ubica en el tercer lugar entre las provincias con mayores niveles de NBI del país.
Los registros muestran que de los 52.326 hogares con NBI en el Chaco, el 44% presenta privaciones en las condiciones sanitarias, y el 39% vive en condiciones de hacinamiento. Ambos indicadores concentran el 84% del total, y son los de mayor peso entre los componentes de NBI. Le siguen vivienda (18% de los hogares), capacidad de subsistencia (14%), y asistencia escolar (5%).
Del análisis se destaca que las provincias que históricamente registraron los porcentajes más altos de NBI, muestran también los porcentajes más altos de disminución, como es el caso de Jujuy, Chaco, Corrientes, Santiago del Estero, Formosa, Misiones y Salta.
La disminución en los niveles de pobreza estructural se explica, principalmente, por el fuerte retroceso evidenciado en la última década por algunos indicadores como la capacidad de subsistencia, estrechamente relacionada con el aumento del empleo que se produjo a partir del fortalecimiento del mercado laboral. También se destaca una mejora en los indicadores de vivienda y condiciones sanitarias, impulsada por el desarrollo de la inversión pública y la expansión de los planes de vivienda para los sectores más relegados.
En términos de un modelo de inclusión social y distribución de ingresos, la población con NBI constituye el grupo prioritario de las políticas públicas tanto sociales como económicas. El concepto de NBI permite determinar los grupos de pobreza estructural y representa una alternativa a la identificación de la pobreza considerada únicamente como insuficiencia de ingresos, según expresó el ministro de Planificación y Ambiente, Raúl Codutti.
Por medio de este abordaje se identifican dimensiones de carencias absolutas y se enfoca la pobreza como el resultado de un cúmulo de privaciones materiales esenciales. Los bienes que se toman en cuenta para elaborar el indicador tienen que ver con aquellos aspectos que hacen a la calidad de vida. En este enfoque se contemplan las características estructurales y sanitarias de las viviendas, el hacinamiento, la escolarización en el nivel primario y la capacidad de subsistencia.
La conclusión general que surge de observar los datos del Censo 2010, en términos de privación medida a través de NBI, es que la pobreza estructural disminuyó en todo el país, con excepción de Tierra del Fuego. “La brecha entre aquellas provincias con menor porcentaje y mayor porcentaje con población NBI, se ha estrechado, dado que en el Censo 2001 esta brecha ascendía 20 puntos porcentuales y en el Censo 2010 se redujo a 10 puntos porcentuales”, finalizó Codutti.
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