En el año que acaba de terminar, el sistema de salud santafesino procuró 52 donantes reales. Son 16 menos que en el 2015 (un 23 % menos), cuando se consiguieron 68 donantes, una cifra que quedó muy cerca del pico histórico de 2014 (70 donantes reales). En la Argentina, la cantidad de donantes cayó un 12% y pasó de 593 (2015) a 518 (2016), según los datos del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).

El dato preocupa porque en la provincia de Santa Fe hay 592 personas inscriptas en lista de espera por un órgano, de acuerdo a las estadísticas del Incucai y el Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos y Tejidos (Cudaio).

Al analizar las estadísticas de los últimos años, la provincia venía logrando un crecimiento muy significativo en la cantidad de donantes. Hasta el 2011, la cifra estaba estancada cerca de los 30 donantes -un número escaso en comparación con otras provincias-, pero a partir de 2012 los equipos del Cudaio lograron un fuerte crecimiento en la procuración de órganos. Ese año, se consiguieron 50 donantes; en el 2013, 52 donantes -como el año pasado- y un año más tarde se alcanzó el récord histórico de la provincia: 70 donantes reales, uno de los picos más altos que se logró en el interior del país.

Al momento de analizar las causas de la caída en la cantidad de donantes, en el Cudaio aseguran que está relacionada con una disminución en el porcentaje de muertes encefálicas en las terapias intensivas -que reduce la cantidad de potenciales donantes- y argumentan que la comparación se hace con los dos años en los que se lograron cifras muy altas.

“La vara quedó muy alta por la gran cantidad de donantes reales que se consiguieron en 2014 y 2015. Y también hay que tener en cuenta que en las terapias intensivas de la provincia se están salvando más vidas de pacientes neurocríticos, por las mejoras en la calidad de atención”, aseguró el Dr. Martín Cuestas, director del Cudaio.

Cuestas reconoció que la baja en la cantidad de donantes es objetiva, pero insistió en que un punto positivo es que se consiguió una cifra similar de trasplantes a la del 2015 por un mejor aprovechamiento de los órganos en las ablaciones.

Objetivos

En el 2017, la prioridad para los equipos del Cudaio será aumentar la procuración de donantes en los pacientes que fallecen de un paro cardíaco, y seguir capacitando a los médicos de las terapias intensivas de hospitales y sanatorios para detectar potenciales donantes en las personas que fallecen.

Además deberán seguir trabajando en el terreno comunicacional para desterrar los mitos y prejuicios sobre los trasplantes, que a veces impiden que los órganos de los potenciales donantes lleguen a las más de 8.000 personas que están en lista de espera en el país.

“La ley establece que quienes no manifiestan su voluntad son donantes, pero lo más fácil es que todos definamos en vida que vamos a donar nuestros órganos para evitar que estas decisiones se tomen en el marco del dolor y de una tragedia”, concluyó Cuestas.