Una de las víctimas del contagio masivo de HIV: "Que estos tipos vayan presos"

Una de las víctimas del contagio masivo de HIV:

Pedro Benigno Gutiérrez, infectado por el virus, había pedido que el Estado los ayude. Los tres ex directivos de la Fundación de Hemofilia fueron absueltos.

Este martes 11 de febrero, el Tribunal Oral Federal 3 absolvió a dos médicos y a un abogado, ex directivos de la Fundación de Hemofilia, que habían sido condenados por un contagio masivo de HIV a miles de pacientes mediante transfusiones de sangre. Momentos antes de conocerse la sentencia, una de las víctimas pidió ayuda al Estado y que los condenados fueran presos. "Que estos tipos vayan presos, el Estado se tiene que hacer cargo y nos tienen que ayudar", sostuvo Pedro Benigno Gutiérrez desde la terapia del Hospital Francés (Unidad Asistencial Doctor César Milstein), donde estaba previsto que le hicieran una cirugía de cabeza por una infección cerebral a causa del VIH. Gutiérrez es una de las víctimas de los contagios masivos de HIV y hepatitis C en la Fundación de la Hemofilia, que sucedieron entre 1985 y 1992, por el que resultaron contagiados más de mil pacientes hemofílicos. Antes del fallo, la madre de Pedro también había pedido que el juez “vea lo que hicieron con los hemofílicos y todos los que murieron esperando justicia", en diálogo con Télam.  Absolvieron a dos médicos y un abogado por un contagio masivo de HIV Tanto en primera instancia como en la Cámara Federal, los tres ex directivos fueron responsabilizados por mala praxis. Los acusados, los médicos Miguel de Tezanos Pinto y Pedro Pérez Bianco y el abogado Eduardo Biedma, para quienes el abogado de la querella había pedido penas de 15, 14 y 7 años de prisión respectivamente, fueron absueltos por el juez Javier Machado Pelloni, en un juicio que se realizó con un tribunal unipersonal. La causa estuvo a cargo del juez Claudio Bonadio, quien falleció días atrás. El magistrado la cerró, y luego fue apartado de la misma. Después, la Cámara Federal ordenó reabrirla, y quedó a cargo del juez Sebastián Ramos. Durante la investigación, el juez federal había procesado a los médicos y directivos de la Fundación por no haber controlado los concentrados de coagulación que se le suministraron a los hemofílicos, y luego la Cámara Federal porteña les agravó la calificación y los definió como responsables directos de los contagios. "Esa omisión también se inscribe por un no actuar en la propagación de la enfermedad y allí -ya no caben dudas- el dolo es total y completo", sostuvieron los camaristas Jorge Ballestero y Leopoldo Bruglia en el fallo que firmaron a mediados del año pasado. En el fallo de primera instancia, Ramos había señalado que los procesados "ordenaron aplicar a los pacientes hemofílicos los factores de coagulación llamados Factor VIII y Factor IV, que contenían los virus VIH, HCV y HBV", aún cuando había señales de alarma a nivel mundial por la posible contaminación de los concentrados. Día mundial del SIDA: uno de cada tres diagnósticos de infección por VIH es tardío El magistrado los había citado a indagatoria tras el pedido formulado por la fiscal Alejandra Mángano, quien acusó a los imputados de proceder de manera "sumamente negligente e imprudente" al suministrar hace más de 20 años "medicamentos contaminados que debían ser descartados". Mángano sostuvo que "el Estado argentino en el momento de llevarse a cabo las transfusiones con los factores coagulantes antihemofílicos denominados factor VIII y IX no brindó un adecuado control sobre aquellos lotes de sangre que ingresaban al país". También advirtió que esos lotes de sangre contaminados que se usaron "previamente habían sido rechazados por Estados Unidos, Japón y Brasil, dato que no debía pasarse por alto". Salvador Biedma, hijo del letrado que había sido procesado, hemofílico y quien está curado de hepatitis C, afirmó hoy que su padre "no estaba a cargo de la fundación durante el periodo en el que lo acusan de ser responsable de las transfusiones de sangre contaminadas". "Mi papá no sólo tuvo que sufrir que tres de sus hijos tengan hemofilia sino también que se contagien de hepatitis C e incluso uno, mi hermano Martín, de VIH, enfermedad por la que murió en el año 93", contó, e insistió en que las pruebas no demuestran que se hayan producido a propósito los contagios. Para Biedma, su padre "fue víctima de los contagios y tuvo que soportar la muerte de un hijo de 27 años".  

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