El último adiós a Margaret Thatcher

El último adiós a Margaret Thatcher
Más de 2300 invitados asistieron al funeral de la ex Primer ministro del Reino Unido. Su cuerpo fue trasladado a una catedral londinense. La reina Isabel estuvo presente

En un carruaje tirado por caballos, el féretro de Margaret Thatcher hizo su último viaje por el centro del poder político británico ante miles de seguidores que se agolparon en las calles de Londres para despedir a la "dama de hierro".

La ex primera ministra fue homenajeada con salvas desde la Torre de Londres cada minuto y con el silencio de las campanas del Big Ben.

Bandas militares británicas interpretaron a Beethoven, Mendelssohn y Chopin durante el mayor funeral para un político británico desde el de Winston Churchill, héroe de Thatcher, en 1965.

"Fue la primera mujer primera ministra, estuvo más tiempo en el cargo que ninguno en 140 años, consiguió algunas cosas extraordinarias en su vida", dijo el primer ministro David Cameron, líder del Partido Conservador de Thatcher.

"Lo que está ocurriendo hoy es absolutamente lógico y adecuado", dijo, rechazando las críticas por los costos y la pompa del acto.

Londres cortó el tráfico e invirtió dinero en un funeral particular, tan criticado como vanagloriado

Los partidarios de la primera ministra más influyente desde Churchill aplaudieron al paso del féretro, cubierto por la bandera de la Union Jack, primero en un coche fúnebre y luego en un carruaje, por las calles que llevan del Palacio de Westminster a la catedral de San Pablo, que domina el distrito financiero de Londres.

Una nota manuscrita colocada en una corona de flores blancas sobre el féretro decía: "Madre querida, siempre estarás en nuestros corazones".

Thatcher, que gobernó el Reino Unido entre 1979 y 1990, murió el pasado 8 de abril a los 87 años de edad como consecuencia de un derrame cerebral.

Más de 700 hombres y mujeres de las fuerzas armadas británicas rindieron homenaje a una mujer que los llevó a la victoria en la guerra de las Malvinas en 1982, bajo la mirada de dignatarios extranjeros de unas 170 naciones.

La policía se alineó cada 5-10 metros a lo largo de la ruta y tras las barreras. Durante su vida, la mujer que los soviéticos apodaron la "dama de hierro", dividió a la opinión pública británica con sus políticas de libre mercado. Tras su muerte, las cosas no son muy distintas.

Las personas reunidas a lo largo de la ruta que recorría el féretro mostraron pancartas que reflejaban opiniones variadas. Hubo aplausos, pero también algunos abucheos cuando la procesión bajaba por Fleet Street hacia San Pablo.

"Nos dio a millones de nosotros esperanza, libertad, ambición", decía una pancarta llevada por un hombre, situado a poca distancia de otro que decía "Más de diez millones de libras de nuestro dinero para un funeral Tory (conservador)".

Los sondeos muestran que muchos están descontentos con que los 10 millones de libras (unos 16 millones de dólares) del funeral los pague el contribuyente, mientras que algunos diputados de izquierda dicen que el boato es excesivo.

Sus admiradores argumentan que merecía un funeral a la par que el de Churchill.

"Algunas personas dicen que dividió el país: pero si fue tan divisiva, ¿Cómo ganó tres elecciones?", dijo Joseph Afrane,de 49 años, guardia de seguridad del sur de Londres, que llevaba un sombrero de vaquero, chaqueta, zapatos y un reloj engalanados con la bandera británica.

A los actos asistieron más 2.300 personas, incluidos 11 primeros ministros de todo el mundo, el gabinete británico en pleno, dos jefes de Estado y 17 ministros de Relaciones Exteriores.

Sin embargo, hubo ausencias notables. El ex líder soviético Mijail Gorbachov estaba demasiado frágil para viajar y Nancy Reagan, viuda del gran aliado estadounidense de Thatcher Ronald Reagan, tampoco pudo acudir.

Tras el funeral, la “Dama de Hierro” será incinerada y sus cenizas enterradas junto a su esposo, Denis, fallecido en 2003 tras 50 años de matrimonio, en los jardines del Royal Hospital Chelsea de Londres.

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