El 5,4% del total de la energía eléctrica es producto de fuentes renovables

En octubre de 2015, todavía durante el mandato de Cristina Fernández, se dictó una nueva ley de fomento para el desarrollo de las energías renovables, que implementó el gobierno de Mauricio Macri y estableció qué son y qué no son fuentes renovables de energía, al mismo tiempo que fijó metas y plazos para su cumplimiento que no se cumplieron.

 

 

Puntualmente, se determinó que todas aquellas fuentes no fósiles, que no sean petróleo, carbón o gas, y puedan renovarse ilimitadamente ingresaron en esta categoría. Además, estas fuentes pueden agruparse en energía eólica, energía solar, el grupo de bios (biomasa, biogás y biocombustibles, que refiere a la utilización de residuos forestales, agrícolas y ganaderos) y los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos. Sobre este último grupo, la legislación es muy clara: sólo son consideradas fuentes renovables hidroeléctricas aquellas centrales cuya potencia sea menor a los 50 megavatios de potencia (MV).

La ley establecía que para 2017 el 8% de la energía eléctrica debía provenir de fuentes renovables. En 2019 el porcentaje aumentaba a 12%, en 2021 a 16%, en 2023 a 18% y en 2025 alcanzaba 20%.

Según el informe mensual más reciente de la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (CAMMESA), de junio 2019, un 5,4% de la energía eléctrica generada proviene de fuentes renovables. Ese porcentaje fue de 2% en diciembre de 2017, en ambos casos lejos de las metas. Aun así, el porcentaje casi se triplicó.

Al respecto, Maximiliano Morrone, director nacional de Promoción de Energías Renovables y Eficiencia Energética, de la Secretaría de Energía, precisó que “las metas fueron pensadas para ser aprobadas entre 2013 y principio de 2014. Finalmente, esa ley se aprobó a fines de 2015. Hay casi dos años de diferencia, por lo que salimos bastante atrasados como para hacer lo que había que hacer para cumplir con el cronograma. Con los proyectos ya licitados y estimando cuánto va a aumentar la demanda, al 2021 deberíamos estar al 15%”.

Cabe aclarar que para lograr estos aumentos se utilizaron distintas herramientas, como el programa RenovAr, en el cual la empresa estatal CAMMESA licita la generación de las diferentes energías renovables a las empresas privadas que construyen los proyectos y administran la generación de energía. Luego CAMMESA garantiza la compra de esa energía durante 20 años. Hubo cuatro rondas de licitaciones de RenovAr (1, 1.5, 2 y 3, esta última cerrada a principios de agosto último).

Argentina es cada vez más atractiva para invertir en renovables

La Argentina avanzó un escalón al subir del décimo al noveno lugar en el ránking de países más atractivos para la inversión y el desarrollo de energías renovables, de acuerdo al reporte anual que difundió la consultora Ernst & Young. Puntualmente, la evaluación sobre los atractivos de mercado, explicó la consultora, se formulan en función de las tendencias globales que afectan las prioridades de inversión, y los desafíos y factores de éxito que se advierten en cada país.

De esta manera, el posicionamiento global de la industria lo encabezan China, Estados Unidos, Francia, India y Australia, entre los cinco mejor evaluados por la consultora, y les siguen Alemania, Japón, Reino Unido, Argentina y Países Bajos.

Esta nueva edición del reporte significó la mejora de un puesto de la Argentina, como país atractivo para las inversiones en Energías Renovables, al desplazar al décimo lugar a Países Bajos.

La consultora autora del indicador valoró «los factores que impulsan el atractivo del mercado en un mundo donde la energía renovable ha ido más allá de la descarbonización y la dependencia de los subsidios».

Las preguntas que se planteó en el trabajo que determinó la mejora de Argentina estuvieron referidas a indagar si existe una necesidad a largo plazo de suministro de energía adicional o de reemplazo y si la política está obstaculizando o ayudando la capacidad de explotar las oportunidades de energías renovables en un país.

También observó si se han implementado componentes esenciales para garantizar la entrega del proyecto, como contratos a largo plazo, infraestructura de red y disponibilidad de financiamiento, así como la diversidad de los recursos naturales, el historial, la cartera de proyectos y las tecnologías renovables.

Además, se evaluó la macroestabilidad y el clima de inversión que permiten o impiden la facilidad de hacer negocios en un país. Vale remarcar, en tanto, que el reporte difundido tuvo un cierre del trabajo de campo previo a las elecciones primarias en la Argentina.

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