La recaudación tributaria de junio cayó 15,4% real

La recaudación tributaria de junio cayó 15,4% real

Por la recesión, los ingresos del fisco volvieron a registrar un fuerte deterioro. Sin embargo, se observó una desaceleración en la caída, de la mano de la apertura de algunas actividades durante el mes pasado. En los próximos meses, seguirá mostrando fuertes bajas.

 

 

La recaudación tributaria cayó 15,4% interanual, en términos reales, durante junio, si se toma como válida la inflación de 1,7% que midieron algunas consultoras para el mes pasado. De esa forma, si bien se registró un nuevo y fuerte deterioro, al menos se observó una desaceleración en los niveles de caída que venían mostrando los ingresos fiscales durante los meses previos. La recesión volvió a impactar pero el relajamiento relativo de la cuarentena en buena parte del país, fue atenuante.

La baja en la recaudación tributaria lidera hoy las explicaciones acerca del riesgo cambiario e inflacionario en el mediano plazo: el paquete de medidas anticrisis, que por ahora implicó un gasto extra de 3% del PBI, es financiado totalmente con emisión. El traspaso de esa expansión monetaria al dólar y a la inflación viene contenido por el cepo, por cierta suba en los plazos fijos en pesos y por las propias restricciones de la cuarentena.

Con todo, la baja de los ingresos de Afip dejó de empeorar. De hecho, en mayo la contracción había sido de 21,6%, en abril de 23,3% y en marzo de 8,8%. Siempre en términos reales. Todos esos desplomes interanuales generaron, junto con la duplicación nominal del gasto, déficit primarios de 0,7% del PBI en abril y de 1,1% en mayo. Y, como consecuencia de esos rojos, una fuerte emisión monetaria. Entre el 20 de marzo y el 26 de junio, el BCRA le envió $1,07 billones al Gobierno.

En junio, el desempeño del IVA fue muy flojo, tal lo esperado por un consumo que viene reactivando mucho más lento que la oferta, pero hubo una mejora relativa. La suba nominal fue de 11%, lo que en términos reales implicó una contracción de 21,8% (había caído 27,7% real en mayo). Los recursos de la seguridad social cayeron 13,8% real. Los derechos de exportación bajaron 9,7% real. El impuesto al cheque, que suele ser señalado como un buen predictor del IVA del próximo mes, registró una contracción de "sólo" 12,7% real (en realidad el IVA que las empresas pagan en julio da cuenta del consumo de junio). Si esa señal positiva se corrobora en la próxima recaudación, será una nueva desaceleración del desplome.

Con todo, la recaudación ascendió a $545.962 millones, una suba de 20,1% nominal interanual. En el primer semestre, los ingresos tributarios alcanzaron los $2,8 billones, un aumento del 26,7% interanual". Pero comparando con la inflación, se perdieron $467.000 millones en el primer semestre, según Iaraf.

Además del impacto recesivo, a medida que pasan los meses de cuarentena y el deterioro en los ingresos, también va creciendo la mora. Lo explicaron desde la Fundación Germán Abdala (FGA): "La única seguridad parece ser que los recursos tributarios tardarán varios meses más en recomponerse, por un lado, debido a la caída del consumo y por otro, a que muy probablemente durante estos meses la mora impositiva haya sido y siga siendo una fuente de financiamiento de una porción importante de empresas".

Además, agregaron: "Con esta dinámica, resulta difícil pensar en un déficit primario para 2020 menor a 5% del PIB. En este sentido, la dificultad principal radica en el financiamiento de dicho déficit, ya que debido al tamaño del mercado financiero local y al cierre de los mercados internacionales, al gobierno no le queda más opción que recurrir a la emisión de dinero a través del BCRA".

En rigor, las consultoras privadas proyectan un rojo fiscal superior: sería de 8,5% del PBI, según Eco Go; de 7,1%, según PxQ; de 7%, según Consultora Ledesma; de 6,8%, según Seido; de 6%, según Ecolatina; y de 5,5%, según Econviews.

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