Quiroga, un juego de espejos y el MPN

Quiroga, un juego de espejos y el MPN

A diez días de la resolución de la interna del MPN, que consagrará candidato a Omar Gutiérrez o Jorge Sobisch, el sector de Horacio Quiroga redobla la intensidad de su propia campaña, y no pierde la fe en terminar aglutinando piezas que todavía esquivan un frente en los términos que plantea el intendente capitalino.

Quiroga está inmerso en un complejo juego de espejos. Todos reflejan su figura, y lo hacen de maneras diferentes, aunque se supone que la sustancia del candidato se mantiene.

Hay un Quiroga para el sector que lidera Ramón Rioseco, y otro para el massismo del Frente Renovador a la neuquina, y otro para la propia UCR, en pleno proceso de elección de nueva conducción; y otro también para el macrismo del PRO, compañero de ruta del intendente en el Gobierno, pero también sujeto a vaivenes coyunturales en función de su pertenencia nacional.

Quiroga intenta administrar todos sus reflejos para que confluyan en el prisma de su propia cosmovisión política. No quiere el intendente pelear por una gobernación sin la garantía de que podrá eventualmente gobernar sin una detonación inmediata y poco grata de sus propias compañías electorales. Demasiados ejemplos ha habido ya en la vida política argentina de los últimos años, de alianzas que se han hecho trizas a los pocos meses, se dice en las cercanías del candidato de NCN.

Mientras, hay satisfacción por las mediciones, y también por el carril agresivo que transita Quiroga con sus abundantes epístolas mediáticas dirigidas al corazón familiar del MPN. Esos ataques retóricos rinden en respuestas seguras. Cada respuesta a un desafío de Quiroga es un poroto que se suma al montoncito que amontona el Intendente en esta partida de engañoso truco que es la política argentina.

En el equipo de campaña de Quiroga, que se instalará hasta el domingo en Chos Malal, en medio de la Fiesta del Chivito, para desplegar allí sus encantos y negociaciones distritales, se mira con atención la interna del MPN, y se la sigue incluso con encuestas. No se juega nadie por un ganador en esa particular contienda, porque la prudencia indica que deberá estar preparado Quiroga para enfrentar tanto a Gutiérrez como a Sobisch. Sin embargo, observan una ventaja, en la última foto, para el candidato de Sapag. Aunque también denotan la confirmación de que el retorno de Sobisch fue impactante, y que el veterano político dará batalla sin ser afectado por la presunta condena que algunos sectores vaticinaban.

El resultado de la interna del 30 dará lugar también al juego de espejos. Si gana Gutiérrez, Quiroga seguirá en el mismo camino, de agresivo planteo por la política de “entrega” del patrimonio petrolero. Pero si gana Sobisch, algún retoque se hará, por la sencilla razón de que los discursos de Quiroga y de Sobisch se parecen: los dos opinan parecido, al menos para el gran público. Y será difícil encontrar un sesgo diferenciador claro.

Mientras tanto, se mantienen las conversaciones con Ramón Rioseco, a quien siguen viendo cerca, al menos más cerca de lo que está del Frente para la Victoria, sector con el que se aleja cada vez que se habla de petróleo. Y no hablar de petróleo, al menos en Neuquén, es prácticamente imposible.

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