Equipos técnicos locales y nacionales volvieron a reunirse para avanzar con el programa de fortalecimiento institucional del BID. Mediante el mismo, el Estado obtendría financiamiento para mejorar la ejecución presupuestaria y recaudación en un contexto adverso.
El Gobierno provincial concretó ayer un nuevo paso hacia la optimización de gastos y recaudación propia. La mejora de ambos aspectos, promovida por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a través del Programa de Fortalecimiento Institucional, permitirá a la administración afrontar con mejor perspectiva el complejo panorama financiero del próximo año, signado por reducción de ingresos.
Técnicos del Ministerio de Hacienda y Finanzas de Corrientes y del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación retomaron contacto ayer para avanzar en la ejecución del programa de fortalecimiento institucional, para el cual Corrientes quedó seleccionada a principios de este año por el BID, y que brinda apoyo financiero para objetivos como la optimización de mecanismos de contralor de gastos y recaudatorios.
En el último encuentro realizado en sede ministerial, los técnicos analizaron la posibilidad de avance de la confección de un mapa de valores, que son valores inmobiliarios de referencia.
También se abordaron temas como la institución de un observatorio de valores; la vinculación con los municipios; el escaneo de los archivos de la documentación existente y sobre mensuras registradas.
Además, se trató la definición de la nomenclatura catastral en razón de los nuevos paradigmas en la geo-referenciación, a partir de la nueva puesta en vigencia por parte del Instituto Geográfico Nacional, entre otros temas.
Si bien es un tema en el cual ambos niveles de Gobierno trabajan coordinadamente desde los inicios del año en curso, los beneficios del programa puesto a disposición por el BID permitirán a la gestión “armarse” para afrontar el nuevo modelo económico que se desarrolla en el país luego del recambio en el Gobierno nacional.
A partir del 10 de diciembre del pasado año, la gestión del presidente Mauricio Macri aplicó una serie de “correcciones” en la economía nacional, con repercusiones negativas en las finanzas domésticas, pese a ser medidas “necesarias” según consideraron autoridades provinciales.
Así, comenzó una etapa signada por una sostenida merma en el ingreso de fondos coparticipables, como producto de una recesión económica imperante. A ello, se agregó recientemente la sanción de modificaciones en el impuesto a las ganancias, que significará en el caso de Corrientes una reducción adicional superior a los $400 millones anuales.
Es este el contexto general que otorga mayor importancia a la posibilidad de consolidar la dinámica financiera provincial cuanto antes, que permitirá transitar el pedregoso período venidero con capacidad para amortiguar los impactos del cambio de rumbo económico.
Frente a esto, está la oportunidad ofrecida por el BID que apunta a fortalecer la administración tributaria y sistemas de catastro; así como también profundizar la coordinación de la información entre las agencias provinciales, los organismos del convenio multilateral y la AFIP, para mejorar la fiscalización.
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Impacto local de las correcciones
El segundo semestre llegará a su término en los próximos días, sin exhibir los resultados esperados por las autoridades provinciales.
En el Ejecutivo provincial se encendió la luz de alerta a mediados de año, ante una merma en el crecimiento de remesas coparticipables, con origen en varios motivos.
A esa altura del año, el Ministro de Hacienda y Finanzas admitió ante la prensa su “preocupación” ante la “caída en los niveles de ingresos por la retracción en el consumo”.
A su vez, señaló “correcciones” de Nación al rumbo económico que “mejoran la disponibilidad de recursos, pero reducen la recaudación”. En tal sentido, habló de “medidas impopulares” pero “necesarias”, como la eliminación del cepo cambiario, el “sinceramiento” de tarifas, cancelación de deudas con holdouts y la toma de créditos con organismos internacionales.
En ese marco, el reintegro del 15% de ANSES en cuotas anuales del 3% significó un “aliciente” para las cuentas provinciales, que mediante el acuerdo firmado con Nación logró compensar la reducción de remesas, que puso en riesgo durante meses el equilibrio fiscal.
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