La política monetaria no logra controlar la inflación, que repuntó más allá de las tarifas

La política monetaria no logra controlar la inflación, que repuntó más allá de las tarifas

En febrero subió 2,5%. El IPC núcleo, sin precios regulados, repuntó 1,8%

 

La inflación de febrero mostró un repunte de la tendencia general de precios más allá de los aumentos de tarifas de gas. El IPC que informó el Indec fue de 2,5%, mientras que el ritmo anualizado de la suba de precios del primer bimestre ubicaría a la inflación de este año en un número cercano al 25% y de la inflación núcleo en un 20%, ambos porcentajes por debajo de las metas fijadas por el Banco Central. El dato del índice de precios de febrero llega en momento en que los gobiernos provinciales están en plena negociación paritaria.

Si bien se esperaba que febrero sea un mes de alta inflación y el Banco Central ya había adelantado que la suba de precios fuera alta no sólo a razón de los ajustes de tarifas, la cifra inflacionaria de febrero no dejó de sorprender en el mercado. El 2,5% de la medición general fue más elevada que lo que estimaron las consultoras privadas, mientras que la inflación núcleo (que descarta productos estacionales y bienes regulados) mostró un repunte hasta 1,8%. Según analistas, un pequeño porcentaje del número final de febrero está explicado en que ciertos aumentos puntuales (expensas de edificios vía sueldos de encargados) tuvieron lugar en enero y fueron computados en febrero. La inflación de los dos primeros meses del año, llevadas a ritmo interanual alcanzan el 25,4%, lo que apoya una idea del consenso de mercado: que las metas de inflación del Banco Central aparecen como muy exigentes.

De acuerdo a un informe de Ecolatina, “más allá de las razones específicas que explican la aceleración de la inflación en febrero (electricidad, alimentos, prepagas, cigarrillos) la inflación oficial acumula en el primer bimestre de 2017 una suba del 3,85%. Al anualizar dicha cifra, la suba de precios alcanzaría 25,4% en 2017 superando ampliamente la meta del BCRA. Cabe destacar que la inflación núcleo (que acumula en el bimestre del año un alza de 3,2%) también superaría la meta del BCRA si se anualiza (+20,5%)”.

Aumentos de segunda ronda tras los ajustes de

tarifas de gas influyeron en el incremento en IPC Núcleo

Para el economista de C&T Asesores Camilo Tiscornia, la clave del repunte de febrero fue el rubro alimentos y bebidas. “Venían un poco más calmados y pegaron un salto en febrero. Si este nivel se mantiene en marzo o abril ya empieza a ser preocupante porque la tendencia a moderación que tuviste en la última parte del año pasado se está revirtiendo”, dijo. Para el economista Gabriel Caamaño, de la Consultora Ledesma, también influyeron los llamados aumentos de segunda ronda tras los ajustes de tarifas: “Los aumentos de segunda ronda es algo que el Banco Central venía casi desconociéndolo en su discurso. Pero existe y es algo que se ve en la Núcleo como resultado del impacto de la suba de tarifas. Lo más complicado es que la core subió a pesar de que hay una apreciación nominal del tipo de cambio, eso debería haber tirado a la baja los precios de los bienes transables o al menos hacer que no suban y eso no pasó”, consideró Caamaño.

25,4

Por ciento

Es la cifra de inflación anualizada

de los dos primeros meses del año,

según la estimación de Ecolatina.

El IPC Núcleo de enero-febrero

anualizado alcanzaría el 20,5%

Respecto a si el recalentamiento de la inflación de febrero obligará al BCRA a subir la tasa, los economistas consultados prefieren ser cautos: “Habiendo tantos aumentos ‘de una vez’, creo que el BCRA debería esperar un poco para tomar alguna decisión. No bajar la tasa por el momento pero tampoco están las condiciones para subir por el momento. El Banco Central debería esperar a ver cómo decantan las paritarias”. “El BCRA sabe que tiene un primer trimestre difícil, por cuestiones propias como el cambio de instrumento de tasa, y por factores exógenos: tarifas y el endeudamiento temprano de los emisores argentinos que le puso presión al tipo de cambio. Si el BCRA está realmente dispuesto a alcanzar la meta va a tener que mostrar un nivel de dureza monetaria significativo, el cual no parece muy esperable hasta que se consolide la recuperación”, explicó Caamaño.

 

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