Según el organismo estadístico, en Neuquén-Plottier, sobre una población total de 292.553 habitantes, hay 100.874 personas en situación de pobreza, es decir que no llegan a cubrir la Canasta Básica Total, mientras que 10.455 están en la indigencia, al no llegar a cubrir la Canasta Básica.

La medición de la pobreza consiste en establecer, a partir de los ingresos de los hogares, si estos tienen capacidad de satisfacer –por medio de la compra de bienes y servicios– un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias consideradas esenciales.

El concepto de “línea de indigencia” busca establecer si los hogares cuentan con ingresos sufi cientes como para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas.

De esta manera los hogares que no superan ese umbral o línea son considerados indigentes. En 2015, último año de Cristina de Kirchner, la pobreza era de 29%, según datos de la UCA.

La dirección de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) informó que en el país la pobreza bajó del 32,2% del segundo trimestre del año (el primero de la nueva gestión que en el organismo) al actual 30,3%, o sea casi dos puntos.

No obstante -según expertos- es difícil hacer una comparación directa entre un trimestre y un semestre donde además juegan factores estacionales. Sin embargo, y dentro del preocupante marco social en el que viven los argentinos (la pobreza oscila entre un 20% y 30% desde los años 80), se trata de una buena noticia para el oficialismo, ya que los datos muestran que los indicadores sociales -como parte de la economía- reflejó un leve mejoramiento en el el segundo semestre del año pasado.

De acuerdo con los números de la EPH, la indigencia fue a fines del año pasado de 6,1%, o sea una baja de dos décimas con relación al dato de mitad del año pasado. En total, si se proyecta a todo el país, hay más de tres millones de indigentes en la Argentina.