Peso de Ganancias es de 3,2% del PBI, menos de la mitad del promedio mundial

Peso de Ganancias es de 3,2% del PBI, menos de la mitad del promedio mundial

Igual el número es récord. En 2010 era de apenas 1,5% del PBI. Lo recaudado por este impuesto cobrado a personas físicas llega a 14% del total ingresado a la AFIP

El Impuesto a las Ganancias a las personas físicas recauda en la Argentina un porcentaje equivalente al 3,2% del PBI, menos de la mitad del peso que este tributo tiene en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), en promedio. En este grupo de Naciones recauda un promedio de 8,7% del PBI, con máximos que se ubican por arriba del 12% del producto en los países escandinavos.

 

 

En la Argentina, de la mano de la falta de modificación en las escalas en los últimos años (que provocaron distorsiones en el peso sobre los trabajadores de este tributo), se llegó al récord histórico de 3,2% del PBI durante el año pasado. En 2010 el monto recaudado por este tributo implicaba un 1,5% del producto. Aún así, la diferencia con el promedio que surge de los países de la OCDE es abismal.

 

 

A su vez, lo recaudado por Ganancias a personas físicas implicó durante el año pasado un 14% del total ingresado en las arcas fiscales, a través de la AFIP, según consigna un estudio elaborado por el economista Federico Muñoz. En ese sentido, el IVA implica más del 45% del total recaudado.

 

 

"Ganancias personales es mejor impuesto que casi todas las alternativas. Es mejor que el IVA (poco distorsivo, pero netamente regresivo); mejor que las cargas sociales (verdadero impuesto al trabajo, que genera el mismo lastre sobre todos los trabajadores registrados, sin importar su ingreso), y desde ya, mucho mejor que las retenciones a las exportaciones, el impuesto al cheque o ingresos brutos, que son tributos decididamente dañinos para las actividades productivas", diferenció Muñoz.

 

 

Otro aspecto es el impacto que este impuesto tiene en los trabajadores.

 

 

Si bien es cierto que la falta de actualización en las escalas provocó grandes distorsiones, la modificación del mínimo no imponible a lo largo de los años fue poniendo al día, en mayor o menor medida, el porcentaje de quienes son alcanzados por este tributo.

 

 

De acuerdo a números de Muñoz, de un total de 17 millones de trabajadores urbanos en el país, apenas unos 12 millones son ocupados formales (8,8 millones en el sector privado, número que incluye a autónomos y monotributistas, y 3,1 millones en el sector público). De este universo, 1,7 millones de trabajadores pagan Ganancias, de los cuales 1,3 millones son trabajadores en relación de dependencia y 0,4 millones de autónomos. "De manera que no parece atinado decir que los ‘laburantes’ pagan Ganancias. Sólo están alcanzados por el tributo apenas el 10% del universo de trabajadores; aquellos privilegiados que gozan de mayores ingresos y que están formalizados", razonó Muñoz.

 

 

Con respecto al mínimo no imponible, y más allá de ciertos años en los que implicó que más trabajadores pagaran, a lo largo de 10 años se mantuvo relativamente constante el monto (teniendo en cuenta la evolución de la inflación). En 2015 un contribuyente casado con dos hijos comenzaba a tributar Ganancias a partir de un salario mensual neto de $ 19.000 (en pesos de 2016), cuando antes de 2005 el mínimo no imponible para el mismo contribuyente era inferior a $ 17.000 (también en pesos constantes del año en curso). "La distorsión fue el mantenimiento sin ningún cambio en la escala que define las alícuotas marginales con que son gravados los distintos ingresos. Esta falta de actualización hizo que casi todos los contribuyentes terminaran tributando con una alícuota elevada", identificó Muñoz.

 

 

Evaluar el peso de Ganancias en la Argentina, con respecto a los países de la OCDE, como toda comparación, puede resultar odiosa. Se podrá decir que la educación, salud, seguridad que brindan estas Naciones está lejos de la que otorga la Argentina. Sin embargo, en ese caso la discusión pasaría por otro eje: la de mejorar estos servicios o, en caso de querer reducir la carga tributaria, modificar otros impuestos que son más regresivos sería una vía más saludable.

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