Así respondió el Director de Administración del IPRA, Adrián García, a un pedido de informe efectuado por la Legislatura. A través del mismo, los legisladores pretendían saber la situación de los estados contables y de las transferencias de fondos de las utilidades netas y liquidad que prevé la ley 88 y su modificatoria 444.

García hizo saber que “desde el año 2013 a la fecha no se han realizado distribuciones por no registrarse utilidades en ese periodo” y que “de acuerdo a los registros contables del instituto la última coparticipación se realizó en el año 2005”.

El funcionario indicó que son de público conocimiento los problemas financieros que viene atravesando el Instituto Provincial de Regulación de Apuestas.

Según la ley 88, de creación del IPRA, el instituto debe destinar los dividendos derivados de su actividad no sólo a sus gastos operativos (equipamiento, materiales, salarios) sino también a educación, salud y desarrollo social.

El artículo décimo noveno de la ley 88 establece que las utilidades netas, liquidas y realizadas, una vez aprobados los estados contables del IPRA, deben distriburise trimestralmente de la siguiente manera: el 30% al Ministerio de Educación y Cultura (debiendo ser el 15% de libre disponibilidad y el 15% de afectación específica para la adquisición de material didáctico); el 33% al Ministerio de Salud y Acción Social (debiendo ser el 13% de afectación específica para el otorgamiento de asistencia económica a mujeres carenciadas solas con hijos a cargo, a fin de cubrir sus demandas básicas y el 20% de libre disponibilidad); el 7% para el área de Deportes del Gobierno de la provincia; el 10% a cada municipio de Ushuaia y Río Grande; el 3% a Tolhuin; el 2% a becas; el 5% para el IPRA.

La ley indica que las distribuciones deberán hacerse efectivas dentro de los quince días siguientes al trimestre respectivo y que las utilidades del instituto que pasen a integrar su capital podrán ser distribuidas en la forma indicada siempre y cuando las mismas no sean necesarias para su normal desenvolvimiento y futuros planes de desarrollo.

García sostuvo que “hoy el instituto destina todo el dinero que ingresa a sus arcas a su normal desenvolvimiento y aun así arrastra un constante déficit que torna muy difícil poder reducir la deuda contraída”. Admitió que esto “coloca al instituto a contramano de lo que se pensó para las loterías en el país; lo cual supone devolver lo producido por la explotación del juego en obras para el desarrollo social”.

El funcionario remarcó que “hoy el IPRA se encuentra en una situación distinta a la vivida en el año 2013 en la que se pudo cumplir con sólo uno de los acreedores más importantes, el IPAUSS, y no con todos los demás”. Sin embargo, señaló que “el hecho que las finanzas tengan una leve mejoría sólo implica que sea un instituto financieramente estable, equilibrado, más para nada útil a la sociedad”.

Según expuso, el IPRA hoy sólo cumple con las leyes 711 y 740 (de veteranos de guerra) y que se ve “compelido a desatender todas las demás obligaciones establecidas por la ley 88”.