“4, 3, 3”

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Con más del 90 por ciento de las mesas escrutadas, el radicalismo de Tandil, más sus aliados del Socialismo y la Coalición Cívica, obtuvo el 40,41 %. El FpV alcanzó el 26,19 % y el Frente Renovador el 21 %. El denarvaísmo obtuvo el 7,6 % y quedó afuera. El Frente de Izquierda logró el 4,8 %.
Poco después de la medianoche, el sistema de cómputos de la provincia de Buenos Aires había contabilizado el 98 por ciento de las mesas habilitadas en la ciudad. El recuento lo colocó al radicalismo, con Atilio Magnasco como candidato, al tope con el 40,4 por ciento de los votos, casi 5 puntos menos que en la elección legislativa anterior donde Marcos Nicolini obtuvo 44,9 %.

El Frente para la Victoria de Pablo Bossio superó los 26 puntos. Dos puntos menos que lo previsto por las últimas encuestas y lo esperado puertas adentro del Frente pero dos puntos por encima de los votos obtenidos por el FpV en las legislativas anteriores (2009).

La gran sorpresa de la noche tuvo como sede el local del massismo, donde Claudio Ersinger consiguió 21 puntos. El concejal retuvo 20 de los 36 puntos de Sergio Massa y logró para su fuerza un tercer puesto más consolidado que en 2009.

Mario Bracciale quedó lejos del podio. Las encuestas lo ponían más cerca del 10 que del 7 y la balanza se volcó a la segunda opción quitándole toda chance de conseguir su banca.

El Frente de Izquierda realizó una gran elección con casi el 5 por ciento de los votos que tiene correlación con lo obtenido por esta fuerza política en el resto del país. Germán Olivera consiguió mejorar los resultados de las PASO para darle al espacio un resultado histórico en Tandil.

De esta forma, las bancas se estarían distribuyendo entre las tres principales fuerzas. Cuatro concejales para el radicalismo, tres para el FpV y tres para el Frente Renovador. El lunghismo estaría perdiendo un concejal ya que puso en juego cinco y obtiene cuatro. La conformación del Concejo le deja al oficialismo 10 ediles y otros 10 a la oposición.

Con estos números traducidos a espacios legislativos se abre una nueva etapa donde el oficialismo deberá apelar al voto de su presidente para dirimir las paridades. El presidente deberá hacer uso de su voto doble para resolver las cuestiones en donde la oposición se muestre unida, un escenario que difiere del actual donde operaba sin problemas la “mayoría automática”.

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