Desde allí se digitaba a quién le daban más o menos y además, se escurrían miles de millones en “obras”, ATN, subsidios etc, a los intendentes amigos. Hoy la fuente de recursos ya no está. Ahora, los Intendentes no sabe qué hacer. No se desarrolló un mecanismo de sustitución, no se preocuparon por autofinanciarse, superpoblaron las estructuras y hoy, la plata no alcanza. (Por Rubén Lasagno)

La matemática es irreversible y jamás la puede cambiar el discurso o el relato. Eso lo sabíamos y lo dijimos en más de una oportunidad desde nuestras páginas. Solo bastaba ver a una provincia absolutamente dependiente del gobierno nacional para cubrir sus déficit, para entender que si no se buscaba una forma de financiarse de manera autónoma, cuando el gobierno cambiara de signo político, Santa Cruz sufriría las consecuencias.

Pero no todo terminaba allí. La costumbre del kirchnerismo de digitar los destinos de los municipios amigos (léase del FPV), con partidas millonarias para cubrir los enormes déficit, la permeabilidad de los intendentes K para hacer ingresar gente indiscriminadamente, el festival de fondos y el derroche, sin que se buscara una fuente genuina de financiamiento, se iba terminar un día.

El kirchnerismo ha sido tan nefasto política y administrativamente, que hoy ha dejado a ciento de miles de personas, ante la posibilidad de no poder cobrar sus sueldos en los próximos meses como así también aguinaldos y jubilaciones. En todos estos años, fueron “buenos con los vecinos” no actualizando impuestos ni siquiera se preocuparon por cobrarlos, ya que el Maná llovía del cielo ¿A quien de los intendentes les importaba hacerse impopular, si la plata estaba?. Ahora bien, ese pensamiento unidireccional e infantil, demuestra que hemos estado gobernados por improvisados y demagogos, porque ahora, que el puente de plata con nación se vino abajo, no saben qué hacer, a quién recurrir y ven que no pueden cumplir ni siquiera con los sueldos de cada mes, porque sus recaudaciones están por el piso y lo peor, han generado una sociedad reticente a pagar, acostumbrada (como ellos) a estar subsidiada.

Ahora corren a la oficina de Alicia Kirchner y la gobernadora, corresponsable de toda esta debacle en la provincia, los mira, les dice cosas bonitas y no tanto, pero de plata ni hablar. Ella misma, luego que se terminen los fondos de resguardos traídos en un avión del Fuerza Aérea después que se enteraron que Scioli había perdido, depende de la beneficencia que haga Macri y sabe la mandataria provincial, que no debe esperar fondos a discreción y que cada moneda le va a costar un ruego ante el despreciable “capitalista”, que hoy está de presidente.

¿Y ahora qué hacemos?, parecen preguntar los intendentes de Santa Cruz. Como diría un amigo “agua y ajo”. Tantos años de desprecio por la cosa pública, de abandono de la gestión, de usufructo del poder, de la utilización de los fondos para cosas no específicas de la administración pública; tantos años de plata tirada, fondos dilapidados y básicamente de corrupción, se pagan hoy, de la peor manera: no hay “un mango” por ningún lado, diría un lunfardismo tanguero. Y lo peor, es que si los intendentes nuevos que ingresaron por Unión Para Vivir Mejor, no denuncian los resultados de esa mala gestión, quedarán como encubridores y administradores cómplices de todo el desastre. Hasta ahora, no hemos escuchado a ninguno, excepto las quejas de Giubetich pero ¿Y la denuncia penal?.

Las municipalidades y el propio gobierno central de la provincia, han sido agencias de empleos de miles y miles de personas que ingresaron por cargos políticos, por sus vinculaciones, relaciones y amistades con el poder. Pero como la torta venía cortada desde arriba, no importaba si había 100 o 1.000 empleados; los fondos seguirían llegando. Entonces ¿Para qué ocuparse en recaudar, si los fondos no dejarían de venir? Y así fundaron la idea falsa de un bienestar que nunca fue tal y que deja en carne viva las duras consecuencias, cuando cae el velo y los propios cultores del desastre, son hoy parte de ese desastre cuyos escombros amenaza con taparlos.

Por años los diputados provinciales no se preocuparon por generar fondos, buscar dinero en las mineras, en las petroleras, industrializar la provincia, buscar fondos privados, generar condiciones para el llamado de capitales, etc. Todo fue joda y aprobación automática de paquetes oficialistas, sin discusión ni propuestas alternativas. Por el contrario, fueron los negadores seriales de imponerles impuestos a las mineras o tocar las regalías. Desde la nación, en 12 años el gobierno K no le preocupó elevar los porcentajes y establecer beneficios para Santa Cruz. Tal vez pensaron que iba a ser eternos y que el modelo jamás caería.

Las matemáticas son exactas, el relato es etéreo. Si gastamos 10 y nos entran 3, deberemos 7. Si esos 7 no los podemos sacar de ningún lado, el segundo mes deberemos 14 y el próximo 21 y así sucesivamente. Hoy, los intendentes nuevos que recambiaron a los del FPV tienen la obligación de subir tasas e impuestos, porque los mismos están retrasados o se ha promovido la cultura del “no pagues que total no pasa nada”. A nivel nacional, pasa algo similar con los subsidios que achataron las tarifas y nunca nadie se ocupó de ir actualizándolas de manera progresiva, porque la plata para pagar la diferencia “estaba”, gracias a la maquinita de hacer billetes que no descansaba ni un minuto; y así estamos.

Javier Belloni, uno de los intendentes K más representativos de este “modelo”, no ha podido abstraerse de esta realidad y sube impuestos, tasas y con los concejales, está viendo qué puede inventar para que los vecinos paguen más.

La situación es difícil e irreversible. Los diputados nacionales y senadores, siguen haciendo la plancha. Aún no se ha escuchado decir nada al diputado mudo, Máximo Kirchner, sobre las gestiones que está realizando en beneficio de la provincia, para resolver éste y otros temas de gran importancia para Santa Cruz. Más allá de algunas declaraciones aisladas en contra de Macri que hizo a periodistas indetectables, al flamante diputado no se le conoce una propuesta coherente que diga cómo los intendentes pueden salir del paso. Y no lo dice porque no lo sabe, ya que como su madre, su tía y en general el kirchnerismo, no sabe hacer nada sin la caja y aún así, cuando la han tenido en su poder, la vaciaron, sin dejar nada armado para el futuro.

Ahora los gremios, los mismos empleados que hicieron entrar a mansalva, los proveedores y la sociedad en su conjunto, le van a exigir a Alicia y a los intendentes, que cumplan en tiempo y forma. Si no lo pueden hacer, deberán enfrentar impredecibles consecuencias.

Los tiempos se acortan. Como dijimos cuando descubrimos la llegada de camiones con plata, Alicia tiene “garantizado” el pago de sueldos de aquí a febrero, de hecho el aguinaldo se ha pagado sin necesidad de recibir plata de Nación, pero la caja es “finita”. La gobernadora sueña con que de aquí a marzo, puedan articular ayuda nacional. Desde Nación, las fuentes no son tan optimistas y los juicios contra la gobernadora, toman un impulso inédito. El futuro es abierto y poco alentador. Los que ayer hicieron a todos comer de sus manos, hoy deben comer migajas de las manos de otros para poder seguir. Cae el “modelo K” y no queda nada, ni siquiera para escribir la historia.