El Municipio de Pilar puso la lupa sobre las ferias artesanales que se realizan en distintos puntos del distrito.

El objeto es organizar la actividad, atacar la informalidad, y evitar a la “gente que se aprovecha para revender productos”, señaló el titular de Desarrollo Económico, Guillermo Lindoso.

En Pilar rige una ordenanza que regula la labor de los artesanos que están ubicados en el centro los fines de semana, sobre la calle Belgrano, y el objetivo sería que el resto de las ferias también lo hagan, incluso presentándose todas en un mismo predio.

“Estamos trabajando en un registro de artesanos, para conocer cuáles son de Pilar, sus actividades, con qué tipo de materiales trabajan, y no que sea gente que aprovecha un espacio para revender productos que no son artesanías”, informó Lindoso en conferencia de prensa.

“A partir de ese registro vamos a apoyar a los artesanos, y definir un espacio que le permita participar a todos los artesanos, independientemente del lugar en el que estuvieron actuando. No podemos permitir la informalidad de ferias que no están habilitadas”, sentenció.

La medida, incluso, ya le generó roces con organizadores de algunas de las ferias que se desarrollan en Pilar.

Desde Desarrollo señalaron que la tasa que pagarían los artesanos para poder participar de la feria regulada por la Comuna, es muchas veces menor a la que cobran algunos intermediarios.

Polémica

Una de las ferias que quedó en el ojo de la tormenta es una que se desarrolla en el KM 50, en el predio del restaurante Siga La Vaca. Los organizadores, encabezados por Mónica Grieco, fueron imposibilitados de realizarla allí, e incluso la Comuna habría multado al restaurante por tener una actividad no habilitada.

Grieco informó por medio de las redes sociales que se reunió con Carlos Arena, asesor del intendente Nicolás Ducoté, y que se solicitó una nueva reunión con el propio Ducoté, para destrabar la situación.