Lo que para muchos desembocaría en una de las fórmulas del massismo para competir por la gobernación bonaerense, parece plasmarse cada día más por las actividades que ambos comparten desde hace un par de meses.
Anoche, los precandidatos a gobernador por el Frente Renovador, Mónica López y Gustavo Posse, convergieron en una actividad en Avellaneda, en donde hicieron una recorrida para terminar con una despedida del año de la que también participaron otros referentes como el diputado nacional Alberto Roberti y su par provincial, Walter Carusso.
“El traspaso de competencia del hospital Municipal de Wilde a la provincia afectará a miles de vecinos de Avellaneda”, arengó la diputada Mónica López conocedora del distrito.
Entre los cinco precandidatos que ofrece el espacio que encabeza Sergio Massa, esta posible fórmula está siendo avalada por varios dirigentes renovadores porque comprendería trabajo territorial en la primera sección electoral donde Posse se hace fuerte no sólo en San Isidro sino en municipios vecinos.
Lo mismo sucede en la Tercera con Mónica López. La dirigente peronista oriunda de Avellaneda suele poner arriba de la mesa el trabajo territorial en la seccional que la transforma en rival directo de Darío Giustozzi.
Tanto López como Posse son dirigentes que piensan que pueden construir en un mismo espacio político aún “dentro de la diversidad” de ideas, aseguran de ambos lados.
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