El Ministerio de Ambiente habló sobre los basurales a cielo abierto

El Ministerio de Ambiente habló sobre los basurales a cielo abierto

Se trata de una problemática instalada en distintos puntos de la provincia que se han convertido en verdaderos focos infecciosos y de contaminación. Sin políticas concretas que le pongan un freno al asunto, el gobierno lo ve como un problema cultural.

En mayo del año pasado, la ministra de ambiente, María Inés Zigarán, anticipaba que el área tiene relevados al menos 400 basurales en toda la provincia, los cuales se encuentran distribuidos en todo el territorio.

Dicha  cartera buscaba concretar una revolución en el tratamiento de los residuos con la implementación del sistema de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), que consiste en la creación de una empresa estatal que prestará el servicio en cada municipio, y buscará cobrar por él.

GIRSU se fue consolidando en el aspecto teórico pero en la práctica la historia es otra.

Lo cierto es que, a la fecha, acumulación de residuos sigue siendo un problema fuertemente instalado y un ejemplo de ello son los basurales a cielo abierto en la vinculación entre Ruta Provincial N° 1 y la Ruta N° 66 o el que está camino a La Almona, a la vera del río, y que amenaza con sabotear el futuro del Parque Lineal.

Sin señalización o campañas orientadas a atacar estas conductas que dañan y empobrecen la imagen de nuestra bella provincia, el Estado parece ausente.

Jorge Bouchet, gerente de GIRSU sostuvo que pese a que el proyecto nació de mano de la ley 5954 sancionada por la legislatura el 8 septiembre de 2016. Hoy, sin embargo, no puede operar como una empresa del Estado debido a que está en proceso de inscripción en el registro de comercio para poder hacerlo.

Hoy, sostuvo, funciona como una unidad mas del Ministerio de Ambiente y solo lo conforman 5 personas.

"A final de este año el sistema empezará a operar gradualmente a partir de pruebas industriales pilotos"

Consultado sobre la cuestión de los basurales a cielo abierto, explicó que GIRSU se encarga únicamente de residuos sólidos urbanos y no llega a los patógenos.

"El patógeno es un residuo fuera de nuestro alcance. Quien debería controlar es la secretaria de fiscalización"

Sobre estos casos de contaminación sostuvo que se trata de una consecuencia del "comportamiento cultural" y sostuvo que es necesario avanzar en capacitaciones.

Los cierto es que, no hizo referencia a políticas concretas con verdaderas medidas punitorias aunque si planteó la cuestión de la infraestructura: "Tenemos que generar los medios para dar un tratamiento final y seguro a los residuos. Se pondrá en el corto plazo una línea de clasificación de residuos para poder reciclarlos y valorizarlos. Requerimos de más presencia en campo, de más fiscalización"

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