En el conjunto de las principales jurisdicciones del país, Mendoza fue la que menos gastó en el 2016, con niveles de incremento en las erogaciones, respecto al mismo periodo del año anterior, que oscilaron, según el tipo de gasto, entre el 8 y 26%, todos por debajo de la inflación acumulada y bastante lejos de las demás provincias analizadas.

Dicho comportamiento obedece a la estrategia de la administración de Alfredo Cornejo de "austeridad" en el gasto público, en un contexto donde la inflación licuó la recaudación provincial y las transferencias provenientes de la Nación, sumado a una crisis del consumo, el impacto de las tarifas y los retrasos iniciales de la obra pública arrastrados de la gestión anterior.

Según el Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), dependiente de la Fundación Meditarránea, hasta el mes de octubre del año pasado, el Gobierno mendocino erogó en gastos corrientes un 26% más que el mismo periodo del 2015, lejos de los porcentajes de la Ciudad de Buenos Aires (48,4%), Santa Fe (36,5%), Córdoba (365) y provincia de Buenos Aires (31,2%).

La diferencia en gastos de personal también es notoria. Mendoza incrementó sus erogaciones en este rubro solo un 21,1%, mientras que la Ciudad de Buenos Aires lo hizo un 59,8% (especialmente a causa del traspaso de la Policía Federal al gobierno porteño), Córdoba subió un 35,4%, Santa Fe lo hizo en un 34,3% y la provincia de Buenos Aires alzó su gasto en un 31,9%.

Pero el mayor contraste se produjo en los gastos de capital, donde está incluida la obra pública. Hasta octubre del año pasado, el gobierno de Mendoza había gastado un magro 8,2% más que en los primeros diez meses del 2015, y si bien estuvo mejor que Córdoba, la cual redujo sus erogaciones de capital en un -8,2%, palideció frente al ritmo alcista de Buenos Aires (39,8%), CABA (31,8%) y Santa Fe (30,9%)

Por otra parte, los ingresos tributarios de Mendoza, a octubre del año pasado, registran subas interanuales del 41,8%, respecto a los propios, y del 26,1% los de origen nacional. En el caso de los recursos propios locales, nuestra provincia tuvo una mejor performance (en porcentaje) frente al resto de las jurisdicciones excepto Santa Fe; mientras que, en cuanto a los provenientes de la Nación, salió perjudicada ante las demás provincias y CABA. 

Hay que tener en cuenta que Santa Fe y Córdoba (junto con San Luis) se vieron beneficiadas por el fallo judicial que obligó al Gobierno nacional a recuperar el 15% de coparticipación que les retenía la ANSES. Por su parte, la provincia de Buenos Aires obtuvo algunos recursos extraordinarios de la Nación, mientras que la Capital Federal recibió fondos por el traspaso de la Policía y para obras públicas.

De todos modos, la política de "austeridad" de Cornejo, con desventaja en las transferencias de recursos nacionales respecto a las demás jurisdicciones importantes del país, parece haber surtido sus efectos, según el IERAL, ya que el resultado primario, a septiembre del 2016, arrojó un superávit de 3.179 millones de pesos, frente al déficit de 712 millones de pesos de los primeros nueve meses del 2015.

Respecto al resultado financiero, Mendoza obtuvo un superávit de 140 millones de pesos, recuperándose del déficit de 2.809 millones de pesos que obtuvo entre enero y septiembre del 2015.

Estos datos irían en consonancia con el balance de la gestión financiera estatal que el Gobierno presentó en julio. En aquel momento, la vicegobernadora Laura Montero explicó que el superávit de 2.434 millones de pesos, acumulado hasta mayo, obedecía a la desaceleración en el gasto de salarios estatales y en la obra pública durante buena parte del primer semestre del 2016, gracias a un aumento en la recaudación impositiva y que todavía no se habían abonado los incrementos salariales y los aguinaldos.