¿Cómo ve al radicalismo a nivel local?

En el bloque de concejales, hay personas que se preocupan de los temas que a los ciudadanos los tienen en vilo. Me cuesta hacer una evaluación del Partido siendo que hasta hace poco fui Presidente del mismo. Pero lo veo sin debate. Hablando de las cosas locales y nada más. Ricardo Alfonsín hablaba del intento de vecinalización del radicalismo. Esto de desentenderse de lo nacional. Nos preocupamos del semáforo o el corte de pasto de una plaza o de un bache, pero fundamentalmente hay que ocuparse de las políticas económicas que tienen consecuencias nocivas. Hay que hablar de la necesidad de que a los municipios se los atienda de la manera que tienen que atenderse, que se les brinde los recursos que necesitan y no que los funcionarios tengan que mendigar como pasaba en la gestión anterior también. El radicalismo trata de no hablar. Por ejemplo del intento de aplicarle Ganancias a los jubilados, o la votación vergonzosa de los bloques modificando la fórmula para jubilados y pensionados que produjo que perdieran 20 puntos en su haber en el 2018. Esas cuestiones nos tienen que preocupar. Lamentablemente los dirigentes del partido prefieren hablar de lo que es fácil hablar, y callar acerca de las que tenemos obligación de decir algo.

¿Va a ser candidato a intendente?

Nosotros estamos conformando un espacio progresista con un sector importante del radicalismo, que venimos trabajando. Y hemos iniciado un diálogo con sectores con quienes tenemos afinidades. El Socialismo, el Gen, Libres del Sur, con quienes es sencillo encontrar afinidades. Me encantaría ser candidato a intendente y quien  pueda representar esas ideas, pero fundamentalmente lo que planteamos es apostar al futuro.Hoy todos hablan del pasado como parte de la grieta y del presente como parte de otra grieta. Y no hay apuesta por el futuro. Se trata de construir algo nuevo. Hay que recuperar lo mejor del pasado y modificar lo que no nos gusta.

¿Cuáles son los temas principales que lo preocupan hoy como posible candidato de ese espacio?

Propusimos constituir el Consejo de Concertación Económico y Social. Días atrás participo quien conduce esa herramienta en Buenos  Aires y nos contaba las bondades que tiene el poder tener diálogos entre sectores para construís políticas de estado. Para eso está el Plan Estratégico y el Concejo de Concertación. Con esos dos ámbitos funcionando a pleno tenemos diseñada la ciudad que queremos. Porque están todos los sectores. No hay decisión política acerca de la ciudad que queremos a 20 años. Los socialistas lo pensaron y por eso tenemos el sistema educativo municipal. Unos queremos defenderlo y otros quieren que se termine. Pero no podrán porque es un orgullo a nivel nacional. Y ahí caemos en la educación. Una de las prioridades de cualquier gestión tiene que ser la educación. No es un proyecto mío, sino de un amigo. La secretaria de educación tiene que transformarse en un ente municipal de educación porque ahí tenemos un tercio de los trabajadores municipales. Tiene que haber un ente que atienda toda la problemática.

¿Le duele La Mar del Plata de hoy?

 Si. Es una Mar del Plata absolutamente injusta. No solo por los índices de desocupación. Hoy estamos en el podio, segundos detrás de La Pampa. Pasamos una década subiendo y bajando del podio. Pero los peores índices son los de la pobreza y la exclusión. En eso no dejamos de crecer y necesitamos priorizar la llegada de empresas. Garantizarles beneficios a los que deciden invertir en comercio, por ejemplo. Hay que manejar las relaciones, no se pueden escapar las empresas. Vemos como empresas que estaban destinadas acá y terminan en Tandil.  Seguimos demorando debates y demorados en la toma de decisiones. Tenemos 5 universidades y no puede ser que no hayamos aprovechado que Mar del Plata sea ciudad universitaria.

¿Qué se vayan las empresas no es responsabilidad de ustedes,  los concejales?

Nosotros le damos al Ejecutivo, todas las facilidades que necesiten para garantizar cuestiones como estas. Lamentablemente estos ejecutivos han desaprovechado oportunidades. Recuerdo el Código de Publicidad y su aplicación falta de debate que liquidó a muchos comercios y fue absolutamente innecesario. Hemos visto las consecuencias de decidir sin dar un debate humilde y profundo

¿Es la soberbia del poder?

Todo lo que diga la oposición está equivocado y así no se construyen políticas de estado.