Llegó Macri para jugar un torneo de golf con sus viejos amigos

Llegó Macri para jugar un torneo de golf con sus viejos amigos

Como lo viene haciendo desde hace más de dos décadas, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, se reúne este fin de semana con amigos de su época de estudiante para jugar un torneo de golf interno en el country Marayui.

 

El presidente de la Nación, Mauricio Macri a horas de haberse reunido con su par de Estados Unidos, Donald Trump, llegó anoche a Mar del Plata, para trasladarse a un country privado en la zona de Chapadmalal, donde, junto a viejos compañeros de estudio jugará un torneo de golf, una tradición que vienen cumpliendo desde hace más de dos décadas.

Salvo la ausencia del año pasado, Macri dedica el último fin de semana de abril, junto a sus viejos amigos del Colegio Newman, para encontrarse en el Marayui Country Golf donde juegan el torneo “Amistad” que insume toda la jornada sabatina e incluso parte del domingo.

El presidente Macri llegó al aeropuerto de Camet, poco después de las 22, en el Tango 10, e inmediatamente se trasladó en helicóptero a Marayui, donde ya lo aguardaban los casi veinte amigos -algunos de ellos funcionarios del Gobierno- quienes años tras año participan de este torneo de golf.

Siendo la primera vez que Macri participa como Presidente de este encuentro privado, se adoptaron estrictas medidas de seguridad tanto en el country como en los alrededores. En tal sentido, además de personal de la Policía Federal, arribaron a la ciudad representantes de la Casa Militar y, claro está, de la custodia presidencial.

Anoche, los golfistas compartieron una cena de camaradería, donde, obviamente, se multiplicaron las preguntas sobre aspectos de la visita de Macri a Estados Unidos y su encuentro con Trump.

En tanto, hoy temprano comenzarán a jugar 15 hoyos, previéndose otros 15 para la tarde. “Trajeron hasta carritos”, comentó uno de los residentes de la zona, quien confesó a LA CAPITAL que “salvo el año pasado, Macri vino siempre, convirtiéndose en uno más. Son amigos de toda la vida y disfrutan este torneo que en realidad es una excusa para encontrarse fuera del ámbito laboral, y compartir vivencias. Incluso -recordó- en 2008, en su primer año como jefe de Gobierno el torneo lo ganó Macri”.

El Marayui Country Golf, a veinte minutos del centro de Mar del Plata, cuenta con un campo de juego de nueve hoyos para sesenta jugadores, un casco central tan clásico como lujoso, un alojamiento reducido a diez habitaciones con decoración en estilo inglés y fundamentalmente un entorno natural digno de un palacio.

“Es una reunión de amigos y Mauricio no quiere mezclarlo con la política”, se expresó en cercanías del Presidente, por lo que se estableció que no habrá ningún contacto con la prensa”. Incluso el Presidente decidió dormir en ese lugar y no en la residencia de Chapadmalal ubicada a pocos kilómetros de allí.

El día que Trump rompió los palos

En tanto, el Presidente alguna vez jugó al golf con Donald Trump, con quien se encontró hace pocas horas, y le ganó. Su padre Franco, en su libro autobiográfico “Charlas con mis nietos”, publicado en 2013 por editorial Planeta. “Estábamos en Nueva York en el medio de difíciles negociaciones por Lincoln West y Donald Trump pretendía jugar al golf conmigo -deporte que, como todos, juego mal-“, reconoce Macri padre. El Lincoln West fue un proyecto inmobiliario que los Macri quisieron encarar en Nueva York, pero que no prosperó y terminaron vendiéndoselo a Trump por 95 millones de dólares.

“Le expliqué que no tenía en el golf el mismo nivel que él pero que podía jugar con mi hijo mayor”, recordó el padre del Presidente. Según cuenta Franco en el libro, “jugaron 18 hoyos”, que a su criterio “parecieron interminables”, en aquellos años, el magnate tenía 38 años y Mauricio era un joven de 25 años. “El juego fue muy parejo, Trump jugaba bien pero en el último hoyo, Mauricio le ganó al magnate americano”, describe el empresario. Y remata, destacando un rasgo típico de la personalidad del norteamericano: “Ambos nos quedamos sorprendidos cuando Trump, fastidiado con su propio juego, rompió los hierros y las maderas uno a uno”.

“Este año no les fallo”, le comentó Macri a uno de sus amigos del Newman la semana anterior, cuando se encontraron ocasionalmente en un acto. Cumplió la promesa.

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