El líder de la izquierda presentó una oferta para gobernar Italia

El líder de la izquierda presentó una oferta para gobernar Italia
Pierluigi Bersani propondrá al presidente Napolitano una reforma de las instituciones y de la política, moralidad pública y privada, defensa de las personas más golpeadas por la crisis y nueva política europea para el trabajo.

Dolores Álvarez

Hasta aquí dijeron 'que se vayan todos'. Ahora que digan qué quieren hacer por el país." El día después de una victoria con sabor a derrota, Pierluigi Bersani, líder de la coalición de centroizquierda, lanzó un compromiso "de mínima" a la clase política, que él mismo integra, para que Italia no caiga en el abismo de la ingobernabilidad. El ex comunista, que ganó por un suspiro en la Cámara de Diputados y en el Senado, aseguró que llevará al nuevo Parlamento un programa "esencial" –de pocos puntos y claros– y que los nuevos legisladores deberán asumir "la responsabilidad que les fue otorgada" en las urnas. Un llamado velado al Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo, que se asentó como el primer partido del país y que es el nuevo e inesperado protagonista de la escena política italiana. Pero primero, Bersani deberá enfrentar al presidente de la República, Giorgio Napolitano, el único capaz de darle el visto bueno para que forme un gobierno y para que su propuesta pueda hacerse realidad.

Con la voz quebrada por la emoción, el hombre más buscado del momento se presentó en la sede electoral del Partido Democrático a las 17 en punto y habló poco más de media hora. Cabizbajo, el líder izquierdista aseguró que "sin ganar llegamos primero", y reconoció su desilusión pero aseguró que no dejará "la nave". Después, y con un aire desafiante, leyó los puntos del programa que llevará al Parlamento y que presentará al presidente de la República, Giorgio Napolitano, para intentar que le otorgue el mandato de "formar un gobierno": reforma de las instituciones, reforma de la política, moralidad pública y privada, defensa de las personas más golpeadas por la crisis y nueva política europea para el trabajo. Antes de que lo acusaran de generalizar, el secretario especificó que son sólo "los títulos" de propuestas concretas estudiadas hace tiempo y descartó, tajantemente, la posibilidad de un gobierno con la derecha.

Por la mañana, Silvio Berlusconi había asegurado que es un momento en el que hay "que reflexionar", y descartó que su partido esté a favor de un retorno a las urnas. Il Cavaliere insinuó que estaría dispuesto a gobernar con el centro izquierda, hipótesis que descartó, formalmente, por la tarde Angelino Alfano, candidato a la presidencia del Consejo de Ministros del partido del ex premier.

Recapitulando los datos finales de las elecciones, en la Cámara de Diputados la coalición de centroizquierda obtuvo el 29,54% de los votos, apenas 124 mil votos más que la coalición de derecha. Sin embargo, debido al premio de mayoría previsto en la Cámara Baja, se adjudicó 345 escaños (contra los 124 de la coalición liderada por Berlusconi). El movimiento de Grillo se posicionó como el primer partido a nivel nacional con el 25,55% de los votos y logró 108 legisladores. En el Senado, el PD también ganó por muy poco, con el 31,6% de los sufragios (123 senadores), mientras que el PDL obtuvo el 30,66% (117 bancas) y Grillo el 23,79% (54 senadores).

El PD tendría una mayoría en Diputados pero, aunque se aliara con el centro en el Senado, no lograría llegar a los 158 senadores necesarios para poder aprobar sus políticas en la Cámara Alta. Ahora la palabra pasa a Napolitano que, en los próximos días, deberá decidir qué hacer. El lunes por la madrugada muchos aseguraban que uno de los escenarios posibles era volver a las urnas. Ayer, con la mente más descansada, todos los analistas y la mayoría de la clase dirigente coincidieron en que Italia no puede permitirse seguir sin un gobierno. El costo es demasiado alto y los organismos de crédito internacionales y los socios de la Unión Europea "están mirando".

Las opciones más realistas son dos. La primera es que el jefe de Estado convoque a un gobierno de técnicos encargados de reformar el sistema electoral, para luego volver a las urnas. En este caso, se habla de un año de tiempo para concretar el objetivo.

La segunda, es la formación de un "gobierno de amplia mayoría". Este escenario es parecido al delineado por Bersani ayer. Ahora hay que ver si este camino convence a Napolitano que, una vez más y como lo hizo en noviembre de 2001, deberá decidir el futuro político (y no sólo) de la península. «

Berlusconi, dispuesto a aliarse

Después de las elecciones en las que logró un imprevisto resultado, el ex primer ministro y líder conservador Silvio Berlusconi rechazó la posibilidad de convocar nuevos comicios, aunque no descartó una potencial alianza con el triunfador Partido Democrático de Pier Luigi Bersani.

Consultado por uno de sus canales de televisión sobre la conveniencia de realizar nuevas elecciones, Il Cavalliere respondió: "No creo que sea útil en esta situación."

Berlusconi, además, no descartó una posible alianza entre su Partido de la Libertad y el Partido Democrático de Bersani, que obtuvo una victoria por estrecho margen en la Cámara de Diputados, con el 29,5% de los votos, frente al 29,1% alcanzado por la coalición de centroderecha.

"Todo el mundo debería reflexionar ahora sobre lo que pueda ser útil para Italia. Eso necesita tiempo", afirmó Berlusconi en referencia a la posible alianza.

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