El ministro participó de la reunión de directorio del BCRA. Evaluaron la marcha de la política monetaria y fiscal.
Lo de “coordinación” es todo un tema. Hasta hace algunas semanas, se decía que el Central había cumplido con su parte (devaluar y subir las tasas de interés) pero en cambio Economía no avanzó al mismo ritmo con el recorte de gasto y el ajuste fiscal.
La especulación sobre roces entre Economía y el Central obedecen a que Kicillof teme que la política de tasas altas del Banco Central enfríen más de lo recomendable la actividad económica. De hecho se está observando una sensible caída en todos los indicadores de actividad económica y sin embargo la inflación no logra bajar al ritmo deseado por el Gobierno.
Otro punto que se trató en la reunión de ayer fue la evaluación de la presencia de Kicillof en la asamblea de primavera del FMI-Banco Mundial. A esa reunión no asistió Fábrega, pero sí dos directores del Banco Central.
Finalmente, se analizó la dinámica del mercado cambiario en una época en que el Central compra muchos dólares (200 millones ayer) pero las reservas suben mucho menos porque se utilizan esas divisas para saldar deudas del sector energético y con organismos internacionales de crédito.
Todas las miradas de los analistas están puestas en lo que dan en llamar el “nuevo atraso cambiario” que se observa tras dos meses de dólar oficial oscilando en torno a los 8 pesos. La inflación del primer trimestre ya se comió la mitad, o más, de la devaluación de enero, y se sospecha que el Gobierno volvió a optar por el tipo de cambio como ancla inflacionaria.
Eso y las restricción monetaria, establecida desde que las tasas de interés de referencia fueron puestas por Fábregas cerca del 30% anual.
La especulación generalizada es que si la inflación no afloja, el Central se verá obligado a una nueva devaluación. Incluso algunos le ponen fecha: primavera, cuando ya se haya terminado la parte fuerte de la liquidación de granos. Para evitar una espiral de devaluaciones y más inflación es que se esperan obtener fondos, ya sea de organismos de crédito como de bancos de inversión que ofrecen plata para reforzar las reservas.
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