El juez dijo que frenó todo porque el funcionario es muy confiable

En su escrito, Oyarbide admitió que dio marcha atrás con una veintena de allanamientos
La confiabilidad de su fuente, argumentó Norberto Oyarbide. Ésta fue la razón por la que el juez federal decidió levantar una veintena de allanamientos que había ordenado en una causa por lavado de dinero cuando el subsecretario legal y técnico Carlos Liuzzi, segundo de Carlos Zannini, lo llamó para advertirle que la policía estaba pidiendo sobornos en un procedimiento.

El juez Oyarbide le dijo al presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, que lo investigaba, que "fue alertado mediante una comunicación telefónica recepcionada por el suscripto, procedente de quien se identificó como Carlos Liuzzi, funcionario de la Secretaría Legal y Técnica del Poder Ejecutivo de la Nación, dando cuenta de que en uno de los procedimientos que se estaban llevando a cabo ese día, el personal policial interviniente habría cometido abuso de armas con el fin de amedrentar a quienes estaban en la oficina allanada, amén de solicitar una suma determinada de dinero para abandonar el procedimiento".

"De más está resaltar que tamaña información, procedente de tan confiable fuente, determinó al suscripto ordenar el cese inmediato de todos los procedimientos en vías de instrumentación en esta causa", dijo el magistrado en su escrito, al que accedió LA NACION.

Oyarbide describió que el operativo que le mencionó Liuzzi tenía lugar en Maipú 311, piso 20, donde funciona la mutual Propyme, que se dedica a cambiar cheques. Dijo que la llamada la recibió en horas de la tarde del 19 de diciembre, cuando ocurría el allanamiento.

Indicó el juez que decidió levantar los allanamientos "con la intervención del secretario judicial de actuación por entonces en la causa, Carlos Leiva". No en vano lo menciona el juez, ya que desde ese día Leiva fue apartado por Oyarbide de sus funciones habituales y dejó de tramitar las causas de relevancia, como lo venía haciendo. Además, su actuación y la de Oyarbide son investigadas por el juez federal Luis Rodríguez.

Oyarbide, cuando se enteró del allanamiento por Liuzzi, según señaló el propio juez, dejó constancia en el expediente de manera manuscrita, con su firma y con su sello de que suspendía los allanamientos ante "la denuncia de la comisión de hechos graves corrupción". Esa extraña anotación de su puño y letra fue la que despertó la curiosidad del camarista Irurzun, quien le preguntó en el sumario administrativo a qué se refería y disparó la respuesta de Oyarbide. Para más datos, el juez dijo que ese día hizo su anotación a mano por "falta de fluido eléctrico" en el edificio de los tribunales de Comodoro Py 2002, en Retiro.

Oyarbide no explicó cómo era que Liuzzi supo de los allanamientos ni dijo por qué paralizó todos los procedimientos y no específicamente aquél, sobre el que tenía noticias de irregularidades.

No dijo el magistrado por qué no se hizo presente en las oficinas de Maipú al 300: ayer, públicamente dio una pista de por qué no fue: "Yo estaba en un evento importante, con personas muy agradables, y recibí un llamado, es verdad", dijo. Y explicó que le "agradece infinitamente" haberle avisado lo que ocurría..

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