Resuenan todavía hoy y además están escritas las palabras del intendente Gustavo Sáenz en el recinto del Concejo Deliberante, en su discurso de apertura del año legislativo cuando dijo, enfático y con todo el caudal de su voz cavernosa: “Aquí quiero detenerme en un punto. Es cierto que las lluvias destrozan las calles. Pero las calles se rompen también porque hay una empresa de servicios que abre el pavimento para arreglar las cañerías y no las repara correctamente. ¡Estoy hablando de Aguas del Norte. Lo digo así porque la empresa, por dañar a la ciudad ha acumulado millones de pesos en concepto de multas!”

Ese fue el nivel que alcanzó la disputa y después de tanta rispidez, por fin ayer la Municipalidad y Aguas del Norte, es decir el Estado Provincial, lograron “articular” entre estado y estado, para ponerse de acuerdo en quién tapa los pozos que hace uno, sobre los pozos que necesita el otro, un tema que ya llevó a los salteños de la Capital al hastío y la bronca.

Así finalmente será la Municipalidad la que se va a encargar de tapar los agujeros que hace Aguas del Norte para resolver los problemas de sus cañerías y sólo queda acordar el valor del metro cuadrado.

Era fácil, nada más que voluntad, decisión y que cada uno asuma sus responsabilidades para que de una buena vez por todas dispongamos de una ciudad en la que se pueda transitar normalmente.