Entre baches y operaciones políticas

Entre baches y operaciones políticas

Todo inició con una acción por las redes, recogida en los medios de la cadena de corte y pegue -anche La Capital-, que unió los baches en la ciudad con la pretensión de no pagar la VTV.

Parece un juego ciudadano propio de la vida en democracia, pero debajo de ese pliegue virtuoso hay una campaña de acoso y derribo que toma los preceptos de Goebbels para colocar al Ejecutivo local en la absurda encrucijada de definirse a favor de la voz del pueblo, imponiendo el no pago de la VTV hasta que se ejecuten obras de bacheo.

Obvio es que para que una mentira sea creíble, debe llevar una simiente de verdad. Así es efectivamente, y lo señala la ciencia: “Una buena mentira se esconde tras la verdad”. La historia a contar tiene que tener varios hechos reales que la sostengan, y esta semana, este postulado dejó ejemplos. El primero: vincular los pozos de las calles de la ciudad (un horror) con la actual gestión, y este estadío con la necesidad política de parar la inspección vehicular como gesto de reparación a la sociedad. El segundo: una cuenta de Twitter “trucha”, que lo colocó a Agustín Cinto, coordinador de Gabinete, en la irritante posición de impulsar la privatización de OSSE como remedio al desbalance económico que padece la comuna.

Tal como fuera expuesto por el vecino Marcos Poliandri, la actual situación de los asfaltos viene de antaño. En 2013, Poliandri presentó en el EMVIAL una nota requiriendo respuesta por el asfaltado de la calle Alsina al 4300, por la cual denunció que la empresa contratista colocaba material en menor cantidad que lo estipulado en el pliego, así como el despliegue de artes constructivas alejadas de lo debido.

El testimonio de Poliandri es vital en un momento en que hay reclamos y quejas desde todos los puntos cardinales por el estado de las calles y el reclamo constante de los vecinos. Hay que encontrar un mecanismo de financiamiento a largo plazo que permita abordar de modo serio y cierto el esfuerzo de reparar, asfaltar y recapar las calles en un modo en que todos puedan advertir que se está trabajando, y no caer en lo de hoy, que cuando se resuelve la cuestión en determinada área de la ciudad. nace el reclamo de los demás sectores que claman por sus impuestos pagados y los trabajos no realizados.

No hay manera de dar respuesta a todos al mismo tiempo. No sólo han sido ocho años de abandono: han sido ocho años de desidia y saqueo de las arcas públicas de modo descarado, más la connivencia de la desgestión de Acción Marplatense con determinadas empresas vinculadas a la obra pública en la ciudad, que fueron la fuente de financiamiento de esta agrupación política.

El otro tema que conmovió a la política fue, como señalé más arriba, un twit que ponía en boca de Agustín Cinto la peregrina idea de privatizar OSSE para sanear el estado de las finanzas comunales. La desmentida en la 99.9 dejó cerrado el camino a quienes por las redes ya hablaban de una salida nada airosa del novel secretario. No obstante, dejó huellas hacia adentro de Cambiemos, que serán difíciles de eludir si no hay un sinceramiento de las actitudes y responsabilidades en el entramado de la alianza multicasual que integra el gobierno de Carlos Fernando Arroyo .

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