“Al final Macri también tuvo un manejo kirchnerista de la pauta oficial”, se queja un legislador porteño PRO, indignado por el doble discurso del referente de su espacio político, según publicó ayer el diario Perfil.

“La pauta debería tener una función de servicio y no propagandística”, se quejó en su momento, Pablo Cecchi, de Poder Ciudadano, que trabajó en un amplio informe sobre la asignación publicitaria del Gobierno porteño. “No existe un criterio en la Ciudad para distribuirla ni tampoco hay planificación”, explicó en 2009.

Es que, según un informe que circula en selectos despachos de la Legislatura con estrecha relación con el Poder Ejecutivo, el año pasado el jefe de Gobierno gastó más de $ 91 millones en pauta oficial diseminada en TV, radio, cable, Internet, gráfica y vía pública. Pero lo llamativo del caso es que la Ciudad ya había repartido en el año 2008 $ 96.169.132. Es decir ya había usado un porcentaje, de su presupuesto, mayor que el dispuesto por la provincia y el Estado Nacional.

En el Gobierno porteño existe un manejo abusivo y discrecional de la publicidad oficial, que funcionaría como una censura indirecta sobre los medios de comunicación, ya que no hay una regulación para distribuir la publicidad sino que se basa en qué medio le sienta bien al gobierno de turno.

El gran ganador en el convite oficial fue el Grupo Clarín: obtuvo $ 11.800.000 para el diario y más de $ 9 millones para Canal 13, quedándose así con la partida presupuestaria más suculenta.

Una de las sorpresas fue el canal de cable de Daniel Hadad, C5N, que a pesar de tener uno de los ratings más bajos de los canales de noticias –0,94; promedio anual de 2009 según Ibope– fue el más beneficiado. Recibió $ 2.700.000, casi el doble que TN, que midió 2,61 y obtuvo $ 1.600.000.

Resalta también la necesidad del Gobierno de repartir pauta al Canal Rural ($ 350 mil) o el Canal de la Música ($ 360 mil) que no están, según las mediciones, entre los cincuenta canales de cable más vistos.

El mercado de revistas tampoco se quedó afuera de ciertas inconsistencias. La revista Noticias, por ejemplo, tuvo en 2009 un promedio anual de ventas de 68.038 y recibió en todo el año sólo 51 mil pesos. La Revista 23, de Sergio Szpolsky, con un promedio de 8.700 ejemplares vendidos por semana (según el empresario, él vende cuatro veces más) obtuvo $ 315 mil, tal como confirmaron sus propios responsables comerciales.

“La pauta debería tener una función de servicio y no propagandística”, se queja Pablo Cecchi, de Poder Ciudadano, que trabaja en un amplio informe sobre la asignación publicitaria del Gobierno porteño. “No existe un criterio en la Ciudad para distribuirla ni tampoco hay planificación”, analizó.

Según se señala en el artículo, la redacción del diario Perfil "llamó varias veces a Gregorio Centurión, secretario de Comunicación Social porteño, el “croupier” de la pauta, pero se encuentra de viaje por Europa y no pudo contestar los llamados. Tampoco lo hicieron sus funcionarios a cargo.

Quizás tendría que haber completado llamando al staff completo que integran Miguel de Godoy, Iván Pavloski, Rubén Azcárate o Patricio Nicolás Fernández, pero con el mismo resultado.

En nuestra experiencia particular, "Gente-BA se comunicó tres veces con el mismo resultado negativo. Centurión también estaba de viaje (se ve que viaja seguido) y a pesar de que se le solicitara una audiencia, jamás la concedió. Sí nos recibió el Director General de Planeamiento de Medios, Rubén Azcárate, pero se ve que su poder de decisión no llega tan lejos. Nos solicitó que enviáramos a su correo personal la propuesta comercial, pero jamás la contestó".

Si uno quisiera pensar mal de la administración de la pauta que encaró Centurión en 2009, que depende –según el organigrama oficial– directamente de Macri, podría aseverar que el jefe de Gobierno le pidió alguna ayuda para sus amigos personales. La segunda frecuencia con más pauta fue Radio Uno ($ 830 mil), donde trabaja Ari Paluch, amigo personal de Macri, que ni siquiera mide su audiencia con Ibope. Radio El Mundo es un caso paradigmático: midió 0,03 puntos en febrero de 2009 y recibió $ 400 mil, $ 40 mil más que La Metro, que midió 0,94 el mismo mes. Centurión pagó 133 pesos para llegar a cada oyente de El Mundo.

Otros casos similares podrían ser los programas de TV de Jorge Rial y de Gerardo Sofovich –íntimos del jefe comunal– que se llevaron $ 650 mil y $ 740 mil pesos respectivamente, según el informe. Sus programas están entre las cinco productoras de TV “más acompañadas”, abajo de 4 Cabezas ($ 3 millones), Ideas del Sur ($ 1 millones) y Endemol ($ 900 mil).

La publicidad oficial puede haber servido también como un escudo anticríticas. Página/12, uno de los diarios que más ataca la gestión PRO, obtuvo $ 1.500.000 con un promedio diario de ventas a mediados de junio de 16.587 ejemplares. Macri pagó más de $ 90 por cada lector de ese diario, casi tres veces lo que pagó por Clarín.

Desde 2009, una de las principales armas de divulgación macrista fueron las redes sociales, el segundo mayor gasto publicitaron en la Web. Google, Yahoo, MSN y Facebook sumaron más de $ 740.000 en pauta a través de anuncios y campañas 2.0. Otro caso llamativo es Lapoliticaonline.com, el sitio con agenda orientada a políticos y funcionarios que, según sus dueños, recibe 900 mil usuarios mensuales y que recibió $ 106.000 en pauta. Le giraron $ 5 mil más que un portal como Perfil.com, que tuvo en diciembre de 2009, 1.452.083 usuarios únicos. Una vez más, el criterio para administrar la pauta no es la cantidad de consumidores de un medio.

¿Cuál es el criterio macrista?

La pregunta que todos deberían hacerse es qué criterio utilizó hasta ahora, se preguntó Perfil que, a pesar de todo recibe la pauta.

La respuesta esssssss: NINGUNO, o el criterio macrista del "no nos van a parar, no importa cómo, aunque hagamos lo mismo que aquellos a los que criticamos". O quizás peor, "basta con que la sociedad no se de cuenta", por eso desde hace más de dos años a la fecha, el Gobierno porteño implementa la estrategia del ensayo de prueba y error, para gobernar".

Será por eso que GENTE-BA es uno de los pocos medios de la Ciudad, si no el único, realmente INDEPENDIENTE, (No recibe pauta oficial ni del Gobierno Nacional, ni del Gobierno porteño. Sí la recibió en algún momento, pero parece que ahora, no les sienta bien a ninguno. Sin embargo, distintas áreas del Gobierno Nacional cuanto del Provincial y de la Ciudad, no dejan de enviar sus informacionaes oficiales para que se les de la difusión que corresponda en cada caso.

Si los que reciben pauta oficial hace años, se quejan, ¿qué podemos esperar nosotros?

¿No es cuanto menos, una mala política comunicacional, de parte de los estamentos oficiales, manejar a discreción los dineros públicos destinados a pautas publicitarias, aún sabiendo que, algunos medios de comunicación, cumplen efectiva y positivamente con una función social primordial para la democracia?.

No sólo es injusto, es antidemocrático, y en nada ayuda a corregir el daño producido por las corporaciones y monopolios de medios, que han ahogado, durante años, la libre y plural expresión de millones de argentinos que pìensan distinto.