Cornejo tendrá la reforma que quería

Cornejo tendrá la reforma que quería

La nueva ley electoral fue aprobada en el Senado sólo por el oficialismo, que se resistió a hacer los cambios que había pedido el PJ. La oposición amenazó incluso con no ingresar al recinto. Hoy, en Diputados, el escenario será similar.

Sin colectoras, con la obligación de implementar de a poco el voto electrónico y con la posibilidad de desdoblar en fechas preestablecidas, la modificación electoral tuvo ayer la aprobación del Senado. Con este primer visto bueno, hoy la Cámara de Diputados intentará rematar la propuesta que motorizó el gobernador, Alfredo Cornejo, y que cambia en varios aspectos la práctica electoral.

Aunque claro, todas estas novedades entrarán en funcionamiento siempre y cuando las elecciones provinciales se separen de las nacionales, una situación que se ha dado en menor cantidad de veces. En cambio, si la elección es simultánea con la nacional, el mecanismo será el ya conocido.

Este segundo escenario es el que se aseguró ayer Cornejo con la aprobación del Senado. De ser ley la modificación a las PASO, se habilitará la posibilidad de que la votación provincial sea en el mismo cuarto oscuro que la nacional, algo que la actual redacción de la ley 8.619 prohibió a partir de este año.

La sanción de ayer salió con lo justo y evidenció, otra vez, los tironeos y (pocos) aflojes entre el radicalismo y el justicialismo. Es que si bien la idea inicial del oficialismo era sacarlo con el mayor consenso posible, las discusiones previas, que se dieron el lunes en el plenario de comisiones y ayer antes de la sesión, cambiaron los humores.

El PJ, si bien se había comprometido a acompañar en general, votó en contra y en el tratamiento en particular, en el que se considera artículo por artículo, directamente se levantó de la sesión y se fue. No obstante, el radicalismo volvió a experimentar la tranquilidad de contar con la cantidad de legisladores justos para la simple mayoría.

¿Qué hizo que el PJ cambiara de opinión? Luego del intenso debate del lunes, ecuando estuvo el secretario de la Junta Electoral, Alfredo Puebla, el radicalismo prometió revisar el proyecto que envió el Ejecutivo y modificarlo en base a los pedidos del PJ, siempre y cuando no cambiaran sustancialmente la idea original.

Pero ayer, antes de sesionar, el proyecto seguía intacto, salvo por una modificación técnica. Esto motivó las dudas y amagues del PJ, que demoró en entrar al recinto. Los rumores apuntaron a que, otra vez, la mecánica de llamados del Gobernador a los intendentes opositores y de estos a sus legisladores, destrabó la negativa. Así, la votación salió por 21 votos a favor y 14 en contra (PJ y FIT).

“Nos dicen que quieren consenso pero siempre arrancan al revés y no de abajo hacia arriba. Hoy nos encontramos con que ninguna de nuestras inquietudes fue resuelta”, protestó la presidente del bloque del FpV en el Senado, Patricia Fadel.

 

El nuevo cuarto oscuro

De tomarse la decisión de ir por separado al calendario nacional, las fechas, en estas elecciones, serán el primer domingo de febrero para las PASO, mientras que las generales se realizarán el segundo domingo de abril. De ahora en adelante, siempre que un gobernador quiera desdoblar las elecciones de medio término (cargos legislativos), será en estos días.

La modificación de la ley plantea que existan días fijos para los gobernadores e intendentes que quieran tener un calendario electoral diferente. A su vez, los municipios que elijan el camino de desdoblar también deberán pagarse la elección.

Otra de las grandes novedades es que se eliminan ciertas prácticas electorales de la que se valieron muchos para llegar al poder, pero que en realidad trajeron más confusión que claridad al proceso.

Con la modificación de las PASO, quedarán prohibidas las listas espejo, en las que se repiten candidatos en distintos partidos y frentes. Tampoco se podrán usar más las colectoras, que repiten candidato en un cargo ejecutivo del que se cuelgan varias listas legislativas distintas.

También quedarán descartadas las candidaturas testimoniales, por las que una persona convocante presta su imagen, aunque después no asuma.

Con respecto a las colectoras, el PJ mostró su desacuerdo con eliminarlas en lugar de limitarlas. “Es no permitir participar a la gente que trabaja en un partido pero no se identifica con una lista en particular. Esto va en desmedro de los partidos políticos, en donde no se elige por ideología sino por personaje”, señaló Fadel.

El mismo argumento se escuchó en la crítica a la boleta única, un sistema que contempla en un solo papel o esquema (en el caso de voto electrónico), a todos los candidatos. En ese caso, el elector señala a quién elige en cada categoría.

 

La discusión por la paridad de la mujer

Una buena parte del debate de ayer se centró en el lugar que debe ocupar obligatoriamente la mujer en la confección de la lista. Tanto la actual ley, como la modificación, propone que el 30% de la lista sea de composición femenina, en lugares que aseguren las posibilidades de entrar.

Ahora bien, a esta ley considerada de “discriminación positiva”, se agregó una nueva visión que es promovida por distintos proyectos: ampliar el porcentaje y asegurar la paridad de género, con el 50% de lugares para la mujer y el 50% para los hombres.

Ésta fue una de las banderas que levantó el justicialismo en la actual discusión por la reforma electoral (pese a que en sus ocho años de gobierno no lo impulsó), pero también es sostenido por algunos radicales. Ayer, la senadora Daniela García (identificada con la vicegobernadora, Laura Montero) recordó que ella, junto a Ernesto Mancinelli (Libres del Sur), tiene un proyecto para elevar al 50 por ciento la representación femenina.

“Recibí un llamado del Poder Ejecutivo para que trabajáramos esta idea en un proyecto integral y que no quede en la modificación de un solo artículo. Proponer la paridad es afectar cuatro leyes. El compromiso es, en el próximo mes, avanzar en un tratamiento integral”, anunció García.

Olga Bianchinelli, senadora del FpV, en un sentido similar dijo que “el presidente del PJ, Omar Félix, se comprometió a que en la próxima elección partidaria haya una composición del 50 y 50”.

Según expuso la senadora del FpV, María José Ubaldini, las provincias de Córdoba, Río Negro, Buenos Aires y Santiago del Estero ya avanzaron en esta dirección.

 

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