Cómo es el “plan de austeridad” que analiza el municipio

Cómo es el “plan de austeridad” que analiza el municipio

El municipio y el Sindicato de Municipales están en conflicto por una posible reducción de sueldos. Sin embargo, no es el único ajuste que busca hacer la comuna.

 

Desde hace varios días, funcionarios del gobierno de Guillermo Montenegro mantienen reuniones con distintos sectores para tratar de llevar adelante un plan que les permita reducir el gasto público y afrontar la crisis de recursos que se generó por la pandemia. Las charlas internas y las reuniones con distintos sectores vinculados al municipio se mantenían herméticas, pero este jueves el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) se declaró en estado de alerta y movilización ante la versión de una posible rebaja de sueldos.

“El Municipio está analizando algunas alternativas que están siendo evaluadas desde hace ya varios días, y que implica la revisión de todos sus gastos. No puntualizamos en los salarios municipales sino en la necesidad de ser austeros en el marco de una crisis que nos afecta a todos”, puntualizó el secretario de Gobierno Santiago Bonifatti, luego del explosivo comunicado del STM.

¿Qué opciones se barajan dentro de ese plan? El tema del salario de los municipales es una de las distintas variables que se estudian. “Respecto a este punto estamos viendo las jubilaciones, las horas extras y otros ítems de bonificaciones”, admitieron fuentes municipales consultadas por este medio, quienes también reconocieron que una de las ideas que se planteó fue una reducción salarial del 10%. Lógicamente, el STM reaccionó rápidamente ante la situación. 

Pero este punto no es el único. El principal contrato que tiene el municipio es el de la empresa recolectora de residuos 9 de Julio. La comuna desembolsa 162 millones de pesos al mes para garantizar la recolección de residuos en todo el distrito. “Es una de las cuestiones que estamos revisando y queremos rediscutir”, confiaron desde la comuna. Según trascendió, lejos de ver con buenos ojos una reducción del contrato, los dueños de la empresa que recoge más críticas que elogios, buscaban un incremento del millonario contrato.

Otros dos contratos que las autoridades están observando son los de Edea y la Ceamse. En ambos casos, el municipio desembolsa más de 20 millones por meses para cada una de las empresas. La primera, fundamentalmente, por el sostenimiento del alumbrado público y la provisión de energía a los edificios que utiliza el municipio.

La segunda se encarga de la recolección de residuos. Esta misma semana, surgió una polémica en torno al servicio. Cuando se el entonces intendente Carlos Arroyo firmó el contrato con Ceamse, rubricó otro con el Ministerio de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires que se comprometía a financiar las obras de ampliación de los módulos para poder seguir tratando los residuos y no volver a convertir al predio en un basural. Desde la empresa ya avisaron que si no se hacen esas obras de ampliación el 31 de julio abandonarán la ciudad.  

Esta situación se da luego de que el último mes, el municipio pudiera cumplir con el pago de salarios en tiempo y forma, pero el último día y “con mucho esfuerzo”, planteó el propio Bonifatti en una conferencia de prensa. Allí mismo había dicho que se había conseguido a partir de un aporte de 130 millones de pesos que había enviado el gobierno provincial y la utilización de fondos afectados.

Según pudo saber este medio, además de esos 130 millones, el gobierno provincial envió otros 60 millones de pesos. A su vez, el municipio utilizó 200 millones de pesos de fondos afectados que deberá reponer. “Esa plata que envía provincia no es un regalo. Es plata reembolsable en un crédito con tres meses de gracia, a devolver en 18 meses”, detallaron desde el municipio.

Producto de la crisis económica que desató la pandemia, agregaron, la recaudación de marzo cayó un 30%, mientras que la de abril, con el mes completo de cuarentena, se derrumbó un 50%. “De coparticipación teníamos previsto recibir 250 millones de pesos. Como la recaudación provincial también cayó, finalmente nos correspondieron 135 millones. Y esa plata nunca llegó porque la provincia la retiene por los aportes al IPS”, explicaron fuentes municipales.

Las previsiones que hacen desde el municipio son que la recaudación tardará varios meses en recomponerse, por lo que si no buscan alternativas ahora la situación se tornará insostenible.

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