Brasil atraviesa la peor recesión económica de los últimos 80 años

El PBI se contrajo 3,6% el año pasado, luego de una caída de 3,8% en 2015

RÍO DE JANEIRO (De nuestro corresponsal).- Ya es oficial. En los últimos dos años Brasil atravesó la peor recesión económica de su historia; más grave incluso que la que causó la Gran Depresión de los años 30.

Según los nuevos datos revelados ayer por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), la economía del gigante sudamericano se contrajo un 3,6% el año pasado, cifra que se profundiza con la caída del 3,8% del PBI de 2015. De esta manera, la recesión se convirtió en la más aguda desde el período 1930-1931, cuando la actividad económica retrocedió 2,1% y 3,3%, respectivamente.

"Se trata de la mayor crisis económica de la historia", reconoció el ministro de Economía, Henrique Meirelles, quien de todos modos buscó mostrarse optimista sobre la situación actual y del futuro.

"El PBI divulgado se refiere al pasado; es mirar por el espejo retrovisor", dijo, y responsabilizó por la debacle al gobierno de Dilma Rousseff, destituida el año pasado y reemplazada por su vicepresidente, Michel Temer.

"Hoy Brasil ya es un país de vuelta normal; un país que aprueba reformas fundamentales. Recibo datos de diversas áreas que muestran que aún sentimos los efectos de la recesión, pero el país ya comienza claramente a crecer", aseguró el ministro de Economía.

Mientras la expectativa del gobierno de Temer es que este año la economía se expanda en torno del 1%, los analistas privados calculan que el crecimiento será menor, más cercano al 0,5% en el mejor de los casos.

Aunque la caída de 2016 ya era esperada, el desempeño el cuarto trimestre (-0,9%) fue un poco peor de lo previsto en función de los tres trimestres anteriores (-0,7%). Este panorama refuerza los temores de que a Brasil le costará mucho esfuerzo retomar el crecimiento, sobre todo cuando hay más de 12 millones de personas desempleadas.

El año pasado, todos los sectores productivos sufrieron un retroceso: el agropecuario se encogió el 6,6%; la industria, el 3,8%, y los servicios, el 2,7%.

La inversión en bienes de capital disminuyó un 10,2%, el consumo de las familias brasileñas cayó un 4,2% y las compras gubernamentales bajaron un 0,6% en medio de un feroz proceso de ajuste.

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