La batalla contra el Coronavirus detrás de las rejas

La batalla contra el Coronavirus detrás de las rejas

Todos coinciden que la mejor manera de combatir la expansión del COVID 19 es a través del aislamiento social. Pero, ¿qué pasa en los contextos de encierro de la Provincia donde la superpoblación es el factor común? Lo que se hace en las cárceles y en los Institutos de Menores.

En el territorio bonaerense existen 62 establecimientos de encierro penitenciario, entre unidades y alcaldías principalmente. En ellas hay alojadas 44.955 personas cuando la capacidad poblacional no supera las 22.000. Estas cifras son alarmantes bajo cualquier contexto, sin embargo, en medio de una pandemia donde se prioriza el aislamiento social el panorama se vuelve aún más crítico. 

Lo cierto es que frente a la posibilidad de un brote de coronavirus, el temor primero surgió entre las mismas personas privadas de su libertad. Por ello, 44.832, es decir el 99,72 por ciento del total de los reclusos, acordó establecer restricciones a las visitas incluso antes de la cuarentena. 

En este contexto, el ministerio de Justicia y Derechos Humanos bonaerense resolvió la adquisición extra de 50.000 unidades de jabón en pan, 3.800 litros de jabón líquido y 10.000 comprimidos de paracetamol para la población de las distintas unidades penitenciarias y alcaldías de la Provincia.

A su vez, para el personal de sanidad se compraron 240 litros de alcohol al 96 por ciento, 1.200 cajas de guantes descartables, 2.000 botas descartables, 2.000 cofias descartables y 3.000 camisolines.

Desde la cartera aseguraron que, además, se entregó al personal de las diferentes áreas sanitarias un Kit de productos que incluye barbijos, antiparras, alcohol, jabón, guantes y paracetamol.

Por su parte, la Dirección Provincial de Salud Penitenciaria, perteneciente al ministerio de Justicia y Derechos Humanos, puso en funcionamiento un protocolo de contingencia para las dependencias carcelarias. Allí se estableció lo siguiente:

-Control clínico a los pacientes diabéticos, con patologías respiratorias, cardiovasculares, con insuficiencia renal crónica y/o mayores de 65 años.

-Instruir a la población y al personal sobre cómo lavarse las manos e higiene de tos: estornudar o toser sobre el pliegue del codo. Además de promover el uso de alcohol en gel.

-Ventilar ambientes y desinfectar las superficies con lavandina.

-Restringir los traslados al mínimo indispensable (urgencias). De hacerlo, con elementos de bioseguridad (guantes, barbijo, camisolín, protección de ojos o máscara facial para casos puntuales). 

El protocolo establece que, si se llegara a estar ante la presencia de un caso sospechoso dentro del establecimiento, se debe aislar a esa persona en una celda o habitación individual, con puerta cerrada y ventilación. 

En caso de que el interno deba ser trasladado, se le deberá colocar un barbijo y el personal penitenciario tendrá que utilizar un equipo completo de aislamiento.

En enero, durante los reclamos de los presos por el hacinamiento, el ministerio convocó a o a juristas y expertos en Derechos Humanos para atender la situación carcelaria.

También se establecieron protocolos para los agentes penitenciarios a quienes se les toma la temperatura cuando entran a la guardia y se les hace firmar una declaración jurada donde establecen que no estuvieron en contacto con gente que viajó a países de riesgo. Además tanto por su propia seguridad como la de los reclusos, los agentes deben trabajar con barbijos y guantes. 

Por precaución, se suspendió el funcionamiento de las escuelas y talleres dentro de las Unidades Penitenciarias. También se evita la circulación de personas externas, que incluye las visitas para los detenidos. Sin embargo, luego de las revueltas en la Alcadía de Batán y un penal en Florencio Varela, el ministerio decidió autorizar a los familiares de los privados de libertad que lo soliciten, a llevar mercaderías a las Unidades Penitenciarias y Alcaidías Departamentales bonaerenses.

El titular de la Cartera, Julio Alak, autorizó también la continuidad del servicio privado de encomiendas utilizado por familiares de presos alojados en cárceles del interior de la Provincia.

Preocupación de Organismos de Derechos Humanos

Frente a la ya confirmada circulación comunitaria de Coronavirus en Argentina, diferentes organismos denunciaron que la superpoblación carcelaria creaba una situación aún más peligrosa y vulnerable para las personas en contexto de encierro.

La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) envió una carta al ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, y a la Suprema Corte de Justicia, donde solicita medidas urgentes para “contener la situación y proteger la integridad de las personas detenidas”. 

Además de exigir que se reduzca la población carcelaria lo más rápido posible, con la aplicación de morigeraciones y arrestos domiciliarios para grupos vulnerables por parte del Poder Judicial, o el uso de la conmutación de penas por el Poder Ejecutivo, también pidieron la urgente distribución de elementos de prevención e higiene, comida, medicamentos y la habilitación del uso de telefonía celular para que los detenidos puedan comunicarse con sus familiares. 

Desde hace muchos años la superpoblación carcelaria es un tema de debate en la provincia de Buenos Aires, que sale a la luz ante cada crisis.

Si bien el texto de la CPM reconoce los esfuerzos del Gobierno provincial para mejorar las condiciones de encierro en las cárceles y alcaldías bonaerenses, denuncia que la situación no ha cambiado demasiado. Según este organismo los elementos comprados por el Sistema Penitenciario Bonaerense como alcohol, jabones e instrumentos de limpieza no llegan a todas las Unidades Penitenciarias ni a la totalidad de los detenidos. 

Integrantes de la Comisión realizaron un relevamiento de más de 50 establecimientos. A partir de ello, establecieron que los elementos de prevención básicos como jabones, alcohol, guantes y productos de limpieza “no están llegando a las personas detenidas”. Además denuncian que “el personal penitenciario no está tomando los recaudos elementales como uso de barbijos y guantes, tampoco el control de temperatura al ingreso”. 

En la nota la CPM solicita entonces que se controle la distribución de los elementos adquiridos y “que informe detalladamente la fecha y cantidad de elementos entregados por cada unidad para la prevención del coronavirus, así como también, de haberse implementado, los refuerzos alimentarios distribuidos por unidad”.

Centros e Institutos de minoridad 

Pero las cárceles no son los únicos contextos de encierro que presentan una dificultad ante la pandemia. Lo mismo sucede con los espacios de la Provincia que dependen del Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia, perteneciente al Ministerio de Desarrollo Social. En esos lugares se alojan “niños y adolescentes con derechos vulnerados” (Resolución 2020-108 del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad), en el marco de Medidas excepcionales de abrigo o medidas privativas o restrictivas de la libertad dispuestas por la Justicia. 

En estos casos, si bien la Jefatura de Gabinete de la provincia de Buenos Aires reglamentó las licencias de carácter excepcional a todas aquellas personas trabajadoras del Sector Público Provincial, existen excepciones relacionadas con las tareas esenciales como las sanitarias, de seguridad y también aquellas que lleva adelante el personal de minoridad.

En cuanto al funcionamiento diario de los establecimientos la Subsecretaría de Responsabilidad Penal Juvenil del Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia dictaminó reforzar la ventilación y desinfección diaria de los ambientes y elementos tales como celulares, teclados, mouses de computadoras, entre otras herramientas de uso cotidiano.

También se pidió evitar compartir vasos, mates, cubiertos, entre otros. En el caso de realizar alguna actividad recreativa o educativa, se prioriza su desarrollo en espacios abiertos o al aire libre, respetando las distancias de contacto.

A la vez, se fomenta la escolarización de niños, niñas y adolescentes con los cuadernillos distribuidos por la Dirección General de Cultura y Educación, y se busca facilitar herramientas educativas a distancia mediante internet y canales educativos de televisión.

Al igual que en las Unidades Penitenciarias, se restringieron las visitas de familiares y, en cambio, se intentan reforzar los contactos entre los jóvenes y sus familias por otras vías que no impliquen contacto directo. 

Sin embargo, debe aclararse que las autoridades resolvieron “restringir el ingreso de medidas de abrigo institucionales y acelerar los procesos de vinculación vigentes para promover los egresos en todas las situaciones en que las estrategias de restitución de derechos en familia de origen o ampliada fuese posible”. 

El Instituto Araoz Alfaro de La Plata, uno de los más importantes y grandes de la Provincia para menores en condición de encierro.

Por otro lado, en los Centros de Día que tienen convenio con la Provincia, se han suspendido las actividades recreativas, los talleres pedagógicos y deportivos, y el apoyo escolar. Sin embargo, se debe garantizar el acceso alimentario mediante entrega de viandas a la comunidad que se asistía con anterioridad a la emergencia. 

En el caso del Parador Juvenil de Abordaje Transitorio de La Plata, se restringió el horario desde las 20 hasta las 8 horas y se estableció un procedimiento especial con un sector de emergencia con personal asignado, además de un refuerzo de control médico cada 12 horas a cargo del personal de enfermería.

La resolución por la cual se determinaron los alcances de la cuarentena en los Institutos de Menores, establece que se debe “garantizar el acceso alimentario mediante entrega de viandas a la comunidad que se asistía con anterioridad a la emergencia”, a la vez que también establece “el funcionamiento de los Servicios Zonales descentralizados en territorio, garantizando guardias mínimas de atención para situaciones de emergencia en las oficinas de los mismos,evitando la circulación de público, manteniendo atención telefónica y del celular de guardia, priorizando esta herramienta para entrevistas y orientaciones”. 

Desde la Provincia se hicieron extensivas estas recomendaciones a los Servicios Locales de Protección de Derechos, Hogares, Casas de Abrigo y Familias Solidarias que hayan suscripto convenio con la Provincia, y a todos los Programas de protección distribuidos en el territorio. 

Con estas medidas, desde el gobierno bonarense esperan que el coronavirus no se instale detrás de las rejas, donde su ingreso puede causar estragos debido a la superpoblación, las falencias alimentarias y de sanidad, y la cantidad de reclusos con edad dentro de la población de riesgo o con problemas sanitarios de base. 

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