En la cena por la asunción de autoridades del PJ, el flamante presidente del Consejo Provincial del partido, brindó su primer mensaje tras tomar su cargo y además de reconocer los logros que alcanzó la provincia de la mano del peronismo en los últimos 33 años, trazó nuevas metas de cara a 2017. “Es un verdadero orgullo recordar cómo, de aquella tierra empobrecida, San Luis se convirtió en la provincia más rica de la Argentina. Es la obra de cada uno de ustedes. Y de todos los que participaron abnegadamente en esta enorme transformación. ¡Qué alegría podernos reunir para festejar todo lo que hicimos!. Nos podemos sentir felices por haber cumplido nuestro deber. Pero tenemos que reflexionar. El Partido Justicialista, a cada uno de nosotros, nos dio una gran cantidad de satisfacciones. Nos dio la oportunidad de servir a nuestro pueblo. Que, como bien lo resume Alberto, es el partido de los humildes, de los pobres, de los trabajadores. Por eso no hay que pensar qué más le podemos pedir a nuestro partido, sino reflexionar en lo que podemos darle nosotros”, dijo Adolfo.

 

“A mí me honró, hoy, con la más grande y enorme responsabilidad, que es su conducción. Me siento orgulloso de la tarea que me encomiendan. Acepto el desafío que nos pone Alberto. Nos pidió que recuperemos los barrios. Yo le voy a agregar que tenemos que recuperar la calle. Volvamos a los barrios, a la calle, de la periferia al centro como siempre hicimos los peronistas”, sostuvo. 

 

“Tendremos el año próximo una elección difícil, igual que todas las que afrontamos en el pasado. Por eso les pido que juntos encendamos la aplanadora. Los invito a que el próximo 10 de febrero, desde las 10, nos reunamos en nuestra sede para comenzar a preparar la campaña rumbo a esa elección, nos reunamos para arrancar la aplanadora”, exclamó el senador ante la ovación de la militancia.

 

Homenaje

 

Mientras los mozos aún servían las empanadas que precedieron a la entrada, tomada del brazo de un allegado, llegó Goyita Barroso, la histórica militante peronista que no quiso perderse la ocasión para reencontrarse con cientos de compañeros. A su ingreso, apenas la vieron bajar con cuidado los tres peldaños que daban el acceso al salón de fiestas del complejo, una ovación surgió desde los cuatro costados. 

 

Vestida con un traje salmón, pocas alhajas y casi nada de maquillaje, Goyita se sentó a su mesa y disfrutó del encuentro. Más tarde llegaron más momentos de emoción: el gobernador Alberto Rodríguez Saá, micrófono en mano, pidió un nuevo aplauso para ella. Pero no todo terminaría allí, minutos después, cuando llegó el turno de las asunciones, fue la encargada de entregarle a Adolfo Rodríguez Saá, su diploma como presidente del Consejo Provincial del PJ. Muchos de los militantes que hoy peinan canas recordaron viejas “batallas” electorales junto a la querida Goyita, una militante de raza que, a pesar de los años, mantiene intacto su interminable fervor peronista.