Ajuste, recortes y subejecuciones en Salud

Ajuste, recortes y subejecuciones en Salud

A poco más de un año de gestión de Cambiemos, el Ministerio de Salud ya fue objeto de cuestionamientos de la oposición, sufrió renuncias, despidos, y recortes de presupuesto. 

El vaciamiento, subejecución, o en muchos casos cierre definitivo de algunos de sus programas, dan cuenta de un futuro incierto en materia de salud de los argentinos.

En este marco, la semana pasada el presidente Mauricio Macri recibió en su despacho al titular de la cartera de Salud, Jorge Lemus. Previamente el Ministerio sufrió reestructuraciones, que implicaron la salida del vice Néstor Pérez Baliño, y la división de la Secretaría de Salud Comunitaria.

A las quejas de los trabajadores por recortes en los programas, y por la falta de medicamentos, se suman los indicadores de salud, los cuales, en muchos casos, mostraron un retroceso.

• Enfermedades transmitidas por vectores

A principios de 2016, trabajadores de la Dirección de Enfermedades Transmisibles por Vectores denunciaron un desmantelamiento del área, a cargo de llevar adelante los planes de prevención y control del dengue, zika, chikungunya, mal de Chagas y leishmaniasis.

En mayo, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial el "nuevo organigrama" del Ministerio de Salud Nacional, del fueron borrados, sin explicación alguna, la Dirección Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (Dinacei) y la Dirección de Enfermedades Transmisibles por Vectores, entre otras dependencias que ahora pasarían a ser simples "coordinaciones". Esto significó una brusca disminución presupuestaria.

Dicha decisión tuvo su impacto en la epidemia: según cifras del propio Ministerio de Salud, en 2016 hubo más de 40 mil casos confirmados y 73 mil sin confirmación, un crecimiento significativo respecto a años anteriores.

Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable

Según un informe de la Fundación Soberanía Sanitaria al que accedió ámbito.com, el programa fue "uno de los que más sufrió recortes de personal por parte de la gestión de Mauricio Macri, siendo desactivadas por completo las áreas de Diversidad Sexual y Fertilidad".

El principal problema que afronta el área es la demora en la adjudicación de una licitación pública para la compra de preservativos y geles lubricantes, que se inició en septiembre de 2015, lo que desabasteció a las salas de hospitales públicos en todo el país.

• Argentina Sonríe

En octubre de 2016 se derogó el programa Argentina Sonríe, que contemplaba el uso de tecnología de última generación para proveer a los sectores de bajos recursos de prótesis odontológicas, que otorgaba en todo el país a través de Unidades Sanitarias Móviles.

Dado que dicha iniciativa fue puesta en marcha en 2015, su corta duración no permite mensurar el impacto real que tuvo la cancelación del proyecto.

• Programa RemediAr

La gestión de Mauricio Macri dio de baja los contratos con laboratorios de producción pública que el programa mantenía para la compra de medicamentos, lo que produjo un desabastecimiento de drogas para combatir enfermedades como hipertensión, diabetes, epilepsia y asma.

Al respecto, en junio de 2016 el Ministerio de Salud emitió un comunicado donde informó que los medicamentos que eran distribuidos bajo el Programa RemediAr, "a partir de ahora serán entregados en los mismos puntos del país a través de la Cobertura Universal de Salud (CUS), una de las doce políticas sanitarias de la nueva gestión".

Lo cierto es que hasta ahora la Cobertura Universal de Salud no se implementó en ninguna provincia.

En este marco, la semana pasada se conoció una carta enviada por la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) al ministro Lemus, en la que se indica que hace más de un año hay problemas con la provisión de Pirazinamida, y este mes se agregó la falta de Isoniacida, medicamentos necesarios para el tratamiento de la tuberculosis. En el texto se advierte, además, sobre las graves consecuencias de interrumpir los tratamientos.

• Tuberculosis

Como consecuencia de la merma en la distribución de medicamentos, y un retraso en la compra de las drogas necesarias para el tratamiento de la enfermedad, muchos pacientes quedaron desprovistos de atención.

La tuberculosis es una enfermedad infectocontagiosa, causada por una micro bacteria conocida como bacilo de Koch. Los programas de lucha contra la tuberculosis son nacionales, e incluyen la distribución de cuatro medicamentos: rifampicina, isioniacida, etambutol y pirazinamida.

Ante el faltante de la droga, muchas provincias fueron afectadas, y en el caso de Santa Fe, se gestionó una compra por fuera del plan de alcance nacional para poder autoabastecerse.

"En los 25 años que trabajo en este tema nunca faltó como ahora", reconoció Bernardo Salvadores, jefe del Programa de Control de Enfermedades Respiratorias y Tuberculosis de Santa Fe, a medios locales.

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