Los dichos de Magario estaban dirigidos a cuestionar las recorridas de Vidal por distritos de la provincia, en algunos casos casi con ritmo frenético de campaña, pero sin profundizar sobre los grandes temas de la agenda bonaerense como educación, salud y seguridad.

Sobre el encuentro con Ritondo, la intendenta dijo que "fue bueno", pero aseguró que “todavía, falta mucho. Hay delitos en todo el Conurbano, no solo en nuestro municipio y el delito ha cambiado mucho y está muy violento por el narcotráfico”.

La reunión se pacto luego de una escalada de acusaciones cruzadas entre el municipio y la provincia, tras la muerte de un chofer en Virrey del Pino, que puno nuevamente en agenda el proyecto del ejecutivo para instalar cámaras en los colectivos, que ya había sido presentado en por lo menos dos oportunidades anteriores.

Inmediatamente después del encuentro, la división de armamentos de la policía, dispuso un operativo de entrega de chalecos antibalas para 500 efectivos del distrito que gobierna Magario y se presentaron nuevos patrulleros para reforzar la presencia policial en los corredores con mayor índice delictivo.

Sin embargo eso no fue suficiente para apaciguar las aguas luego de las duras críticas que los funcionarios de la cartera de seguridad le propinaran a la jefa comunal matancera, que entonces le reclamó mayor presencia a la gobernadora.