La represa Yacyretá, administrada por un acuerdo binacional entre Argentina y Paraguay, anunció el inicio de la obra para un aprovechamiento hidroeléctrico. Se trata del brazo de Aña Cuá, que podría incrementar un 9% su generación eléctrica. La ampliación, que tomará 4 años, demandará una inversión de US$ 400 millones.

Para la construcción de tres turbinas, Yacyretá eligió la oferta de la alemana Voith Hydro (de US $ 99,6 millones). Quedó derrotada la propuesta de IMPSA (grupo Pescarmona) -Power China, de US $ 116,3 millones. La china Gezhouba -que está en las represas de Santa Cruz- fue descalificada por "no superar los requisitos técnicos".

"Había un 10% de preferencia para la oferta nacional, pero la propuesta elegida estuvo por debajo de eso", explica Martín Goerling, director ejecutivo del ente binacional Yacyretá. "Hubo quejas de todas las partes. Los alemanes entendieron que la preferencia nacional (el 10% de ventaja en el precio) los perjudicaba. Y Pescarmona recurrió a sus contactos en la provincia de Mendoza y las autoridades. Tuvimos autonomía total, garantizada por el presidente Mauricio Macri, para seleccionar la oferta más conveniente", agregó. "El resultado final permitió lograr una reducción de precio en el orden del 40% en relación a los montos presupuestados", puntualizó.

Para la construcción de la obra civil se eligió un consorcio conformado por la italiana Astaldi, la nacional Rovela y la paraguaya Tecnoedil. Pidieron US $ 193,2 millones. La propuesta que le corresponde a Sigue es encabezada por Cartellone construcciones, que han costado US $ 225,15 millones. 

Las otras oferentes fueron Impregilo y José J. Chediack SAICA, que solicitaron US$ 240,3 millones: Techint- Benito Roggio e Hijos y Panedile, que requirieron US$  318,9 millones, y Sacde-Power China, con US$ $ 274 millones.

Astaldi está en un proceso de "concordato" en Italia, que le implica reacomodamiento de sus pasivos. Goerling entiende que no habrá complicaciones. "Cuentan con las condiciones. Además, en el consorcio, los tres son solidarios y corresponsables por el otro", detalla.

"Con esta obra se instalarán tres turbinas y su puesta en marcha hará crecer el 9% la energía de Yacyretá", informaron desde el ente binacional que administra ese organismo.

Los estudios para el aprovechamiento de Aña Cuá vienen desde 1999. Sin embargo, nunca se encontró el momento para encarar la ampliación, por diversos inconvenientes. Yacyretá le debe dinero al Tesoro argentino. Aunque hay una salida política para cumplir esa deuda, la misma todavía debe ser aprobada por el Congreso argentino. El poder legislativo paraguayo ya prestó su anuencia.

Yacyretá puede generar 2000 megavatios. Con esta incorporación, serán 270 megavatios adicionales. "Es energía por un valor de entre US $ 80 millones y US $ 90 millones que ahora no estamos aprovechando y debemos hacerlo", observa Goerling. Yacyretá cuenta con el fondeo necesario para esta obra, según aseguran sus autoridades. La central hidroeléctrica le entrega energía al sistema (a Cammesa), como parte de pago, va a pagar su deuda con el Tesoro, que está en la vecindad de los US $ 1.000 millones.

La obra aprovechará una vertiente para llevarla hacia una zona seca en tierra. Allí estará la sala de máquinas con las tres turbinas que la convertirán en energía. Por otro lado, irán devolviendo el caudal del río a su cauce natural.

Habrá un gabinete técnico que asesorará a Yacyretá en todo el proceso. La propuesta de menor monto fue de Interchnne Consultores, por US $ 9,53 millones.

En 2018, Yacyretá obtuvo casi la mitad de energía hidráulica del sistema argentino de Interconexión. La represa, que fue inaugurada en 1998 junto con Paraguay, demandó miles de millones de dólares.Oscar Thomas, director durante una década de Yacyretá está detenido por la causa de los "cuadernos". También fue titular de Ebisa, firma que controlaba proyectos hidroeléctricos con países vecinos.