Una muestra en el Archivo General de la Provincia exhibe las cartas de la época que recibió el Cabildo de Mendoza y las que envió a la Junta en Buenos Aires. Cómo siguió el rumbo Mendoza y la lucha contra los insurrectos en Córdoba.
Por su parte, la nueva Junta de Gobierno -presidida por Cornelio Saavedra- envió una circular a las provincias, a través de ésta solicitó un representante local para su función de diputado en el nuevo gobierno. "No dudamos del celo y patriotismo con el que se procederá para no entorpecer su representación", decía la carta que llegó al Cabildo de Mendoza.
El 15 de junio, la Sala Capitular citaba "a la parte más sana del vecindario" para participar del Cabildo, que encarnaría el aire revolucionario que soplaba en el Virreinato del Río de la Plata.
Una semana más tarde, el 23 de mayo, Mendoza reconoce la Junta de Gobierno en Buenos Aires y dos días más tarde nomina a Bernardo Ortiz como diputado.
El 9 de julio llegaba la notificación a Buenos Aires, que respondía reconociendo al nuevo funcionario y ordenando su instrucción "sobre lo conveniente al fomento del comercio de la jurisdicción".
Sin embargo, al poco tiempo Ortiz falleció y el 22 de setiembre Mendoza eligió a Manuel Ignacio Molina como su sucesor, quien fue aprobado el 9 de octubre.
Las epistolares seguían llegando a la provincia. El 7 de julio, el gobierno de Saavedra detallaba los procedimientos que debían seguir el resto de las provincias, los cuales tendrían como "único y principal objetivo la felicidad de los pueblos, que es la base fundamental del bien público".
Diecinueve días más tarde, la región de Cuyo terminaba de reconocer al nuevo gobierno patriótico. San Juan y San Luis informaban al Cabildo local sobre un acuerdo entre ambas provincias, en el que se ponían a merced del mando con sede bonaerense.
Un año más tarde, la Revolución de Mayo era un hecho y el nuevo gobierno con autoridades nacionales estaba asentado en forma indeclinable. Como prueba de eso, el 27 de marzo, la Primera Junta enviaba una carta comunicando cómo sería la celebración del primer aniversario revolucionario que se festejaría el 24 y 25 de mayo, con misa y sermón incluidos.
Lo mismo sucedía un lustro después, cuando el 23 de mayo de 1814 el gobernador intendente de Cuyo, Juan Florencio Terrada, ordenaba "la iluminación general los tres días de fiestas mayas, salva de cañones, repiques de campana y otros actos".
En los festejos de 1818, el nuevo mandatario local, Toribio de Luzuriaga, agregaba la "iluminación en los pórticos y casa" y que se "adornen las paredes con colgaduras".
Así documentaba, en 1885 un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, el diario La Palabra: "Ningún argentino olvidará jamás aquellos memorables días del 24 y 25 de mayo de 1810, que nos hablan de la religión más grande y que ajita (SIC) más intensamente en el corazón humano: la religión santa de la Patria".
La contrarrevolución
No todo fue tan fácil para Cornelio Saavedra como pasó en Cuyo. Córdoba fue un foco de insurrección que, bajo el liderazgo del ex virrey Santiago de Liniers, no quiso reconocer el nuevo gobierno.
El Gobernador Intendente de Córdoba envió una carta el 5 de junio de 1810 al Cabildo mendocino confirmando la noticia de la abdicación de Cisneros, pero decidiéndose por "la legítima autoridad", en referencia a la Corona española.
Así como Mendoza nombró inmediatamente a Ortiz como diputado, Córdoba no reconocía "otra autoridad que la constituida por el soberano o sus representantes, por lo que no es necesario el nombramiento de dicho diputado".
En busca de aliados, el 27 de junio el gobernador cordobés, Juan Gutiérrez de la Concha, envió una circular a todos los Cabildos en busca de separarse de Buenos Aires. Es por esto que Saavedra también envió cartas indicando que "será perseguido y castigado todo aquel que vaya en contra de los fines y fundamentos de la Junta".
Saavedra le indicaba al comandante de armas de Mendoza que las órdenes cordobesas "no deben ser ejecutadas" y prometiendo un "castigo ejemplar" para aquel que adhiera a la contrarrevolución, en una carta enviada el 9 de julio.
Una semana más tarde, San Luis y San Juan le informaban al gobernador intendente mendocino que lucharían contra los cordobeses, mientras que Gutiérrez de la Concha aseguraba que "el Perú se opone a los proyectos de la Junta de Buenos Aires, por ser opuestos a los principios fundamentales".
Finalmente, los insurrectos fueron atrapados y varios de ellos fueron fusilados el 26 de agosto, con Santiago de Liniers a la cabeza.
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LA MUESTRA
Este viernes fue la apertura de la exhibición "La Revolución de Mayo en Mendoza", que estará en el Archivo General de la Provincia, ubicado en Sargento Cabral y Belgrano, de Ciudad.
En el lugar los visitantes podrán ver la documentación original que recibió el Cabildo de Mendoza y la que envió a la Junta en Buenos Aires, así como notas periodísticas que recordaron el proceso revolucionario.
La muestra se podrá visitar gratuitamente de lunes a viernes de 9 a 18 horas, hasta el 14 de junio.
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