Viajó a Europa y la factura del celular le llegó por 48.000 pesos

Viajó a Europa y la factura del celular le llegó por 48.000 pesos

Antes de irse, la compañía le aseguró que tendría wi-fi libre. Ahora le quieren cobrar una cifra exorbitante por usar Internet y le cortaron la línea. Tras cinco meses de angustia, fue a la Justicia

 

El papá de Pablo soñó toda su vida con conocer Italia, la tierra de sus antepasados. Planearon hacerlo juntos y con el fruto del esfuerzo y el trabajo, juntaron el dinero. Fueron dos años de planificación hasta lograr concretar su anhelo, en marzo.

Estuvieron un mes en Europa. Recorrieron distintas ciudades, diferentes países, se sacaron fotos en los lugares emblemáticos.

El viaje transcurrió sin inconvenientes las dos primeras semanas. Y mientras disfrutaban de su itinerario, lo fueron compartiendo con el resto de la familia, que en Paraná esperaba las novedades día a día, comunicándose a través de Internet.

Transcurrido ese tiempo, Pablo recibió un llamado desde su compañía prestadora del servicio de celular informándole que iban a cortarle la línea porque su consumo había excedido los 20.000 pesos. Alarmado por la situación, se comunicó con su esposa para que le averiguara qué pasaba, ya que él antes de viajar había llamado a la empresa y había informado que quería desactivar el paquete de datos de la línea y así poder utilizar el aparato como si fuese una tablet o una computadora, a través de wi-fi. “En la empresa me informaron que no era necesario, me dijeron que al tener una línea Black, que es una opción premium, iba a tener wi-fi mundial libre”, contó a UNO. A su vez, aseguró: “Antes de subir al avión, en el aeropuerto, volví a llamar a la compañía para asegurarme de que no iba a tener ningún gasto extra si no hacía llamadas. Y una vez allá, por las dudas, todos los días iba chequeando el saldo a través de una de las aplicaciones y mi consumo no se movía de los 600 pesos”.

Sin embargo, tremenda fue la sorpresa cuando recibió el llamado e inmediatamente chequeó su cuenta. “De la noche a la mañana, en cuestión de seis horas, el consumo cambió de 600 a 20.300 pesos. A partir de ahí mi esposa llamó desde acá a la empresa y le dijeron que era un error de facturación, porque mi línea, por una cuestión de seguridad, cuando lleva 700 pesos de consumo se tiene que cortar”.

Lo que pasó después fue un vaivén de reconexiones y nuevos cortes: “Me la volvieron a activar, la usé tres días más y me la cortaron de nuevo. Entonces de 20.000 pasó a 33.000 pesos”, relató Pablo.

La situación no terminó ahí, ya que mientras tanto, compró un chip en Italia y le cargó crédito, pero el aparato aparecía como bloqueado. Fue a una agencia y le explicaron que la misma prestadora que le estaba reclamando la exorbitante deuda le había inhabilitado el teléfono: “No es un aparato en comodato, es mío y yo debería poder usarlo con cualquier chip”, se quejó.

 

Una pesadilla sin fin

Pablo pasó dos semanas oscilando entre la alegría por poder disfrutar junto a su papá de un viaje soñado y la angustia de no poder resolver desde Europa una situación que había buscado prever, pero no pudo. “Me arruinaron el viaje, pasé dos semanas horribles, ni siquiera podía contarle a mi papá lo que me pasaba para no empañarle el viaje de su vida”, sostuvo.

Al regresar, apenas pisó el país lo llamaron de la compañía y le reiteraron que se trataba de un error, le pidieron que no vuelva a llamar reclamando para que no vuelva a iniciarse un nuevo trámite y poder hacer un seguimiento para resolver la situación. Sin embargo debió recurrir a la Justicia ya que pasaron cinco meses y el teléfono continúa inhabilitado, siguen llegándole las facturas por el abono mensual de 300 pesos que no puede utilizar, persisten las intimaciones por una deuda que ya ascendió a 48.000 pesos y lo ingresaron como cliente moroso al sistema de la empresa de información comercial Veraz.

 

Un caso similar

Hace un mes se dio a conocer un fallo que obliga a una compañía de celulares de Mar del Plata a pagarle a un cliente la suma de 125.000 pesos, por daños punitorios y morales al haberle cortado la línea mientras se encontraba en el exterior, debido al monto que alcanzó la factura por servicios no especificados.

En un fallo sorpresivo, la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial marplatense condenó a la empresa a pagarle al usuario 90.000 pesos por punitorios y 35.000 por daños morales, consignó Télam.

El afectado fue Andrés Galera, quien viajó en febrero de 2010 a Estados Unidos y a su vuelta se encontró con una factura que superaba los 21.000 pesos por el uso del celular en el exterior, por lo que la empresa Claro le suspendió el servicio y él inició una demanda.

El experto en derecho al consumidor Federico Álvarez Larrondo, abogado de Galera, explicó que en primera instancia la Justicia desestimó el reclamo “y apenas había aceptado reducir el monto que el cliente debía pagar a la empresa”, decisión que apelaron y “los resultados cambiaron”.

“Son muchos los casos de este tipo que tienen los consumidores de telefonía celular, luego de casi cuatro años se logró que la Justicia condene a la empresa y pague por daños a mi defendido”, resaltó.

Antes de viajar, Galera había ingresado en la página de Internet de Claro para verificar los costos extra por el uso del celular en el exterior: “Reflejaba el valor de las llamadas fuera del país, pero no había detalles del costo de Internet, que fue lo que le generó la factura de 21.000 pesos”, sostuvo Álvarez Larrondo.

En el fallo los magistrados enumeran una serie de supuestos que los usuarios de celulares realizan ante cada viaje al exterior. Esa “multiplicidad de supuestos que habitualmente generan daños” y muchas veces “culminan con reclamos judiciales, nacen del accionar ilegítimo de los proveedores que tornan operativo un servicio que no les es requerido obligando al consumidor a tener que encontrar el modo de lidiar con consecuencias que nunca pudo prever”, como ocurrió en este caso, explicó el abogado.

La sentencia rechazó el reclamo de Galera por “daño psicológico” y ordenó a la empresa que abandone la pretensión de cobrar la factura que originó la demanda.

 

El roaming es un servicio excesivamente costoso

El monto exorbitante que se le reclama a Pablo y la confusa información que se le brindó desde la compañía lo ubican como un caso poco común. Sin embargo, es habitual que mucha gente se queje cuando vuelve de un viaje al exterior y se encuentra con abultadas cifras en la facturación por usar el servicio fuera del país.

Alejandro viajó a Estados Unidos, y contó que tuvo que pagar 4.500 pesos de celular. Claudio fue a Brasil para disfrutar del Mundial y le llegó una factura por 1.700 pesos, por citar algunos ejemplos.

La titular de Defensa al Consumidor de Paraná, Zulma Cabrera, señaló a UNO que lo más recomendable es informarse sobre costos y opciones antes de viajar.

En esos casos se puede activar el servicio de roaming internacional, que es una prestación que se le brinda a los usuarios para que puedan comunicarse cuando se encuentran en el exterior, fuera del área de cobertura de su operador local. Permite usar el teléfono celular en otro país como si fuera el propio con llamadas, mensajes de texto y conexión a Internet.

El roaming es posible gracias a convenios internacionales establecidos por las telefónicas, pero las tarifas variarán según el país y la compañía de telecomunicaciones que se haya contratado. Por lo general es caro y hay que estar atentos a los planes de las empresas para evitar sorpresas en la facturación.

Una de las compañías que opera en Paraná brindó a UNO un ejemplo: “Una línea se puede usar en España a través de la compañía Orange y en Italia con Vodafone. El costo de los mensajes que se manden estando en alguno de los dos países es de 50 centavos de dólar; las llamadas, tanto salientes como entrantes, valen 2,95 dólares el minuto. Para usar Internet hay que pensar en un costo de 10 dólares el mega, que dura aproximadamente dos segundos”, aclaró Vilma, de Atención al Cliente

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