El Verde se fue de la B

El Verde se fue de la B

Tras un año y medio en la B Nacional, San Martín regresó a Primera División goleando y ante su gente.

Misión cumplida y ascenso conseguido. San Martín lo hizo nuevamente. Como en el 2007 ante Huracán en Concepción. Como en el 2011 frente a Gimnasia en La Plata. Ayer domingo 7 de diciembre, en el estadio Hilario Sánchez donde se gestó y formó este equipo, repitió hazaña y regresó a Primera División. Toda una fiesta en casa. La que llegó en el último capítulo del torneo con la goleada 3-0, cuando los corazones verdinegros, que ayer invadieron el Pueblo Viejo, no podían soportar otro resultado que no fuera superar a Ferro después de tanto sufrimiento.

San Martín se propuso ascender aunque se endeudara económicamente, y lo logró. Quizá con el último suspiro, cuando todo indicaba que podía ascender antes. Pero lo volvió a conseguir. Se subió a la elite del fútbol argentino y ahora lo espera un futuro entre los grandes. Pero para llegar a esto, muchos acontecimientos pasaron desde el 10 agosto cuando arrancó al temporada superando a Douglas Haig en el Hilario Sánchez, hasta la victoria de ayer.

Porque entremedio hubo de todo. Desde goleadas, derrotas incomprensibles, la mala racha jugando de visitante, las 5 fechas sin hacer goles, el poderío absoluto de local -nunca perdió en casa-, el tirón de orejas al capitán del barco Darío Forestello cuando en el inicio el equipo no aparecía y un plantel que mostró divisiones pero que se unió para el fin anhelado.

Tuvo una primera rueda soñada. Y una segunda para el olvido. Pero ese colchón de puntos que acumuló con los 7 triunfos (más 1 empate y 2 derrotas) le valieron para en los partidos de vuelta obtener sólo 2 victorias y ascender. 

Y ya lo había anticipado Forestello, el entrenador que regresó en la gran apuesta de la dirigencia y que ya tenía el cariño de los hinchas ganados por su anterior paso en Primera cuando estuvo a un triunfo de salvarlo. Ahora, el "Yagui" tuvo su revancha. Siempre resaltó que con 30 puntos daba el gran salto y así fue (sumó 31). Fue su recompensa más allá de todos los sinsabores por los que pasó. Porque siempre y en silencio la peleó. Estalló en la 5ta fecha cuando superaron 2-0 a Nueva Chicago. Mandó al tacho los rumores sobre su salida y tiró una frase que motivó el cambio del rumbo del equipo para meter 5 victorias al hilo: "Es hora que tiremos para el mismo lado y dejemos de estar con la guillotina al cuello si algún resultado no se da".

Con ese temperamento y las largas charlas en el primer entrenamiento luego de un partido adverso, siempre intentó y por momentos logró sacar lo mejor de cada jugador. Se aferró a un sistema, el 4-4-2, como ayer, para el partido que marcó que el Verde se fue de la B. Una categoría que ahora la mirará. Ya no la jugará. Ahora se codeará con los más grandes. Porque pasó a ser nuevamente un grande del fútbol argentino.

Ayer, el desahogo fue tremendo. Porque San Martín, pero sobretodo sus hinchas, siempre creyeron que el Verdinegro iba a subir faltándole 5 fechas al torneo. Pero debieron sufrir. Como la historia de este club lo marca y marcó. Siempre a San Martín todo le costó el doble. Ya sea por exceso de confianza, tozudez, presión, los errores lógicos que siempre aparecieron, o simplemente por el alto costo que tiene cada ascenso.

Con el arquero Luis Ardente como abanderado, el único que fue titular en las 20 partidos. Pasando por una defensa que fue impenetrable en la rueda inicial y sufrió altibajos en la segunda. Con un mediocampo que partido tras partido tuvo que sufrir modificaciones y cambiando la identidad de un sistema de juego. Para culminar con Marcos Figueroa y Carlos Bueno como los artilleros del torneo y que justamente ayer regresaron tras sus lesiones para no perderse la fiesta.

Todos, los 36 integrantes del plantel (con 7 sanjuaninos), nunca pensaron y se dejaron influenciar por esos fantasmas que aparecieron en el cierre del torneo cuando los triunfos nunca llegaban. Siempre creyó y esperó su momento. Llegó después de la imaginado, pero le llegó y dio el gran salto para el que se armó. Y ahora, con el ascenso en la mano, ya puede gritar que ¡El Verde se fue de la B!...

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