Una movilización que se inició con muy poca gente -convocado por una cuenta de Facebook denominada “Comodoro dice basta”- para reclamar por los reiterados y prolongados cortes de agua, continuó con una marcha por Rivadavia hasta España y continuó luego por San Martín hasta terminar cortando el tránsito sobre Güemes y Abásolo, frente a Prefectura, impidiendo el tránsito vehicular para ingresar al centro comodorense y para salir hacia zona norte.
El recorrido de los movilizados, que de manera espontánea fue marcando nuevos recorridos, también sumó adhesiones de vecinos que, desde los edificios, se asomaban para golpear botellas plásticas de agua mineral vacías, como para graficar que no sólo no tenían agua en las cañerías domiciliarias sino que ni siquiera les quedaba aquella otra, comprada, y a precios más elevados que los habituales.
Además y luego del primer corte sobre el camino alternativo Del Centenario, en el mismo momento en que se impedía la circulación vehicular en el centro, provocando un verdadero caos en todo el radio céntrico -sobre las 20 horas- efectivos policiales acudían al barrio Pietrobelli donde, sobre Formosa y Alem, otro grupo también se manifestó con carteles reclamando por la provisión normal de agua e impidiendo la circulación en la zona alta de la ciudad.
Cacerolazo
Como en cada movilización que se sucede en la ciudad y aún cuando en este caso toda la comunidad fue afectada, la cantidad fue mínima -pese a que no era poca- ya que como decían los mismos participantes “acá deberíamos estar todos; deberíamos ser miles los que marchamos para crear mayor presión a nuestros dirigentes, a los políticos que ante cada corte recién comienzan a buscar alguna respuesta, aclarando que la solución demandará un par de años”.
“Si esas obras o cambios de cañerías se hubieran comenzado en algún momento, hace años que tendríamos el problema solucionado de manera definitiva pero ‘siempre estamos empezando’ y ante cada muestra de bronca popular, vuelven las promesas que siempre terminan siendo vacías, sin que la problemática tenga verdadera acción de respuestas”, señalaban los indignados movilizados.
Prometiendo que habrá más reclamos callejeros, la consulta sobre la posibilidad de un próximo corte de agua para recuperar niveles de reserva o aquellos otros que podrían sucederse cuando comience la época veraniega, aumentó el enojo y la advertencia en cuanto a que “como sucedió en otro momento, saldremos a la calle con cacerolas y recuerden que esos cacerolazos se convirtieron en duro castigo para los gobernantes”, sentenciaron.
Comentá la nota