Vandalismo contra escuelas

Vandalismo contra escuelas

Dos instituciones educativas del distrito fueron blanco de hechos de inseguridad y violencia. La Primaria 57 y el Jardín 924 sufrieron destrozos, pero los delincuentes no se llevaron nada 

Parece ser una situación que se repite cada fin de semana. Durante este último sábado y domingo, dos instituciones de educación pública volvieron a ser vandalizadas. Los hechos muestran la falta de medidas claras en la prevención de delitos contra los edificios escolares y la realidad que sufren escuelas en barrios vulnerables.Esta vez, las víctimas fueron la Escuela Primaria Nº 57 de Los Eucaliptos, de Solano y el Jardín Nº 924, de Entre Ríos y Unamuno. En ambos casos se realizaron destrozos en el lugar sin que se robe nada. Es la tercera vez que ingresan en el Jardín 924 de Quilmes Oeste, previamente había sucedido en febrero y abril y en todos los casos tuvo la misma modalidad, un grupo de personas que entra y destroza cada una de las aulas y oficinas de los directivos. En diciembre fue la última vez que ingresaron al edificio para robar. Para Natalia, madre de una alumna, "entran por la pared que da a la plaza Lourdes. Ahí se juntan banditas". Asimismo relató la situación de la zona "cuando se hace de noche ya no se puede pasar por la plaza, vivo a una cuadra y tengo que evitarla. A la mañana cuando llevo a la nena al jardín también la rodeo, varios vecinos cuentan que en la madrugada se juntan y se quedan ahí hasta cualquier hora". En el acto por el 25 de Mayo se había anunciado la instalación de rejas y una alarma para la institución, que esta vez no pudo evitar el hecho. Este fin de semana, rompieron computadoras, teléfonos, bancos, pizarrones, materiales didácticos y baños del jardín. En tanto, para la comunidad educativa de la Escuela Primaria Nº 57, es un hecho regular los daños que sufre la institución. En esta oportunidad, un grupo de vándalos saltaró el paredón que da a la plaza de Los Eucaliptos y con palos y piedras rompió todos los vidrios de las ventanas de las aulas que dan al patio. Una puerta mostró señas de haber sido forzada, pero no pudieron ingresar al edificio. Según docentes de la institución, el mayor problema de los robos que sufrió la escuela fue en el comedor, donde llegaron a robarse todas las ollas. El comedor alimenta a 300 chicos todos los días. Es un reclamo histórico de la comunidad de la 57 el pedido de que se levante el paredón que da a la plaza, por el que denuncian que ingresan. Aseguran que a pesar de haberlo solicitado hace años ni desde la Provincia ni del Consejo Escolar se ha avanzado en la concreción de la obra. 

Comentá la nota